Estudio Bíblico

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Crecimiento, mejoramiento e intencionalidad.



Introducción.
Dios, nuestro Padre, es un Dios de transformaciones.
El quiere transformar todo a nuestro alrededor (Rom_8:19-21).
Pero la transformación va a iniciar en nosotros (no solo la salvación: forma de pensar, sentir, decidir, accionar, actitudes, motivaciones).
Una de las cosas que necesitamos que sea transformada es la referente a nuestro enfoque en un crecimiento intencional en nuestro ser interior (alma y espíritu).

Crecimiento, mejoramiento e intencionalidad.
En lo físico, desde que nacemos hasta llegar a la edad adulta nuestros cuerpos crecen continuamente y se desarrollan.
En lo interno (alma y espíritu) también necesitamos crecer, pero a diferencia del crecimiento físico, este no es automático, ni se produce por sí mismo.
El crecimiento interno implica la intencionalidad, es decir, no solo tener la decisión de crecer, sino tomar acciones que nos lleven a ello (Jn 3.30, 1Co_13:11, 3Jn_1:2).
Por esa razón, cuando somos salvos, el Señor, juntamente con la salvación nos da Su Espíritu Santo y Su Poder para ayudarnos a mejorar cada día.(2Co_3:18).
No siempre es algo que sucede fácilmente: requiere enfrentar y superar obstáculos, situaciones adversas, pruebas, etc. (Rom_8:28-29, 1Pe_5:8_10, 1Pe_1:6-7).
• Ello nos puede desmotivar (no sabemos como o por donde empezar, temor a equivocarnos, sentimientos de incapacidad, etc).
Pero que no se nos olvide que tenemos la mejor ayuda posible en el universo: el Espíritu Santo (Jua_16:13, Isa_11:2).
• Él tiene todas las respuestas.
• Él tiene bajo Su control todas las cosas.
Aunque el crecimiento pueda ser complicado, su resultado supera con creces las dificultades.

Para crecer, necesitamos, entre otras cosas:
En primer lugar, anhelarlo, desearlo, estar conscientes de sus ventajas y de la necesidad de crecer.
Admitir que no tenemos todas las respuestas.
Que podemos, y de hecho, vamos a cometer errores (los errores son también oportunidades de crecimiento):
Que puede parecer incómodo y que no vale la pena hacer el esfuerzo.
Pero en esos momentos necesitamos recordar que perseverar en el crecimiento tiene como fruto una vida mejor mañana y por la eternidad.
• Requiere iniciativa, disciplina y responsabilidad desarrollarse diariamente, y hacer bien nuestras tareas aumenta nuestra satisfacción y disfrute de ellas.


Beneficios de practicar la intencionalidad.
Nuestro carácter se hará más fuerte, más como el carácter de Cristo (2Co_3:18) con todos los beneficios que ello implica (Gal_5:22-23).
Las personas nos considerarán más confiables, y algunas de ellas, por lo menos, decidirán seguir nuestro ejemplo (1Co_11:1) y de esa manera estaremos cumpliendo la Gran Comisión (Mat_28:19-20).
El probable que logremos avances en nuestra carrera familiar, estudiantil, laboral, etc., porque aprenderemos nuevas destrezas (3Jn_1:2).
Tendremos una imagen más clara de lo que Dios quiere hacer de nosotros y a través de nosotros.
En la medida que crecemos en Él y en todas las áreas de nuestra vida conoceremos mejor y podremos identificar mejor el propósito de Dios para nosotros y enfocar nuestro esfuerzo diario en ello (Efe_2:10).
Ganaremos confianza y satisfacción.


Características de las personas que practican la intencionalidad.
Les gusta aprender y continuamente buscan formas nuevas para crecer (2Ti_3:16-17).
Apartan tiempo e invierten dinero para aprender nuevas cosas y destrezas (Luc_12:34).
Tienen una mente abierta en cuanto a ideas nuevas, creativas e innovadoras (Jer_33:3, Isa_45:3).
No tienen temor de cometer errores porque saben que el aprendizaje significa no siempre tener la razón y no siempre hacer las cosas como una persona experta (Rom_8:28-29).
Se enfocan en el proceso de crecimiento más que en recibir reconocimiento por sus logros (Gal 1:10).
Están enfocados en su destino en Dios (Hab_2:2-3, Isa_54:2).


Pasos para desarrollar la intencionalidad.
Necesitamos tomar la decisión, en primer lugar, de crecer en Cristo todos los días, y en todas las áreas de nuestra vida.
• Al principio parecerá difícil crecer en todas las áreas a la vez, pero pronto nos daremos cuenta que crecer en Cristo facilita el crecimiento en todas las demás áreas de la vida.
• Al crecer en Cristo aprendemos valores y el Espíritu Santo trabaja en nuestro carácter (Prov 4:18).
No nos comparemos con otros,
• No podemos ser otra persona más que nosotros mismos.
• Dios nos hizo originales, no copias de alguién más.
• Que todos los días nuestra meta para el siguiente día sea ser mejores en Cristo de lo que somos hoy.
Propongámonos aprender algo nuevo todos los días y al final del día hagámonos la pregunta ¿Qué aprendí hoy?
Apartemos todos los días tiempo para el crecimiento intencional.
• Las múltiples ocupaciones pueden hacer que dejemos el crecimiento a un lado.
• Quitemos actividades que no nos ayudan al crecimiento para sustituirlas por otras que si nos ayuden a ese fin.
• Encontremos tiempo todos los días para leer, estudiar y hacer preguntas respecto a lo que nos enseña la Palabra de Dios y su aplicación a nuestra vida diaria para que podamos crecer (Sal 1.1-3, Jos 1:7-8).

Recordatorios.
• Crecimiento Personal = Buena Actitud + Oportunidad + Ayuda del Espíritu Santo + Acción = Vida Mejor.
• ¡Empecemos a crecer hoy!
• Un acertijo dice: Cinco ranas estaban sentadas sobre un tronco. Cuatro deciden saltar. ¿Cuántas quedan? ¿Cuál es la respuesta? Es posible que usted piense que la respuesta es una. ¡Pero realmente son cinco! ¿Por qué? ¡Porque existe una diferencia entre decidir y hacer! ¡Tomemos acción!
• No podemos cambiar nuestro destino de la noche a la mañana pero si podemos cambiar nuestra dirección de un día para otro.
• Si deseamos alcanzar nuestra metas y cumplir nuestro potencia en Cristo necesitamos ser intencionales acerca de nuestro crecimiento personal.
• Ello sin duda, cambiará la calidad de nuestra vida hacia una via más plena, más satisfactoria, con mayor bienestar (Pro_4:18).

25 Ago 2022
Referencia: Crecimiento.