Transformando los problemas en bendiciones.
Introducción.
Los cristianos necesitamos comprender las experiencias de la vida desde la perspectiva de Dios, y ello es especialmente cierto en relación con los problemas.
• Los problemas son inevitables (Jua_16:33)(1Pe_5:8-10)(1Pe_1:6).
• El Señor no nos ofrece una vida de problemas, pero si nos ofrece una forma diferente de enfrentarlos para convertirlos en bendiciones para nuestra vida.
Hay por lo menos cuatro clases de problemas en la vida:
• Los problemas que Dios permite para Su Gloria. (Jua_9:1-3).
• Los problemas que Dios permite porque nos ama y desea llevarnos a la madurez (1Pe_5:8-10)(1Pe_1:3-9).
• Los problemas que Dios permite, que son el resultado de nuestros pecados y/o malas decisiones (Gal_6:7-8).
• Los problemas que Dios permite, que son consecuencia del pecado en el mundo que nos rodea, y a cuyas consecuencias no somos inmunes (Hch_7:55-58).
Definición.
Un problema es un hecho, situación o cuestión que provoca una inquietud en nuestro corazón y precisa de una solución. Es un conflicto que es un inconveniente para alcanzar objetivos o estabilidad en diversos ámbitos de la vida.
Dos caminos para la solución de los problemas.
• Los caminos del mundo.
• El camino de Dios, con resultados diferentes.
Los caminos del mundo empiezan fáciles, pero llevan a la muerte, en tanto que los caminos de Dios comienzan con algún grado de dificultad, pero llevan a la vida (Mat_7:13-14)(Mat_11:28-30).
Problemas: libertad, sanidad y restauracion.
Muchas veces los problemas son un indicio de que hay algún problema en nuestro corazón.
• Necesitamos resolverlo, y Dios quiere ayudarnos a resolverlo (nos está privando de la vida bendecida)(Pro_4:23).
Dios va a usar cualquier situación de nuestra vida para hacerlo (Rom_8:28-29).
• Llevarnos a sanidad, restauración y liberación (Luc_4:18-19).
• Llevarnos al fin de nosotros mismos (Jua_3:30)(Gal_2:20).
• A un encuentro más pleno con Él (1Pe_5:8-10)(Col_1:27).
• Restaurando la imagen de Dios (el carácter de Cristo) en nosotros (2Co_3:18).
Dios usa todo (los problemas y aún las cosas que nos agradan) para llevarnos a la plenitud en Él, eso implica:
• Todas las personas (salvas y no salvas).
• Todas las experiencias de nuestro pasado.
• Todas las vivencias del día de hoy.
• Nuestras habilidades, capacidades, talentos, conocimientos, y nuestras carencias.
• Nuestras fortalezas y nuestras debilidades.
Necesitamos dejar a Dios actuar en medio de nuestras circunstancias (no pretender solucionar las situaciones según nuestros propios caminos).
• Siendo salvos (Efe_2:8-9).
• Seguros de nuestra identidad como hijos (Jua_1:12).
• Seguros de que Dios tiene completo cuidado de nosotros en medio de cualquier circunstancia (Luc_4:18-19) (Flp_1:6).
• Con expectativas de que Dios hará lo mejor en favor de nosotros en medio de toda circunstancia (Stg_1:2-4).
Ante la presión del problema, a veces, alguna persona o nuestra propia mente nos pueden sugerir que hagamos algo que "alivie" la presión (un desvío).
• El propósito oculto en esa sugerencia es alejarnos de lo que Dios quiere transformar en nosotros.
• Son evasiones al propósito de Dios, que nos impiden madurar. crecer, ser más como Cristo.
Algunos de esos desvíos pueden ser:
• Cambiar nuestras rutinas.
• Activarnos haciendo algo creativo.
• Comprar algo que siempre hemos querido.
• Empezar a servir a otros.
• No tomarnos la vida tan a pecho.
• Hacer ejercicio, salir de compras, salir de fiesta, etc.
Lo que necesitamos en esos momentos, en lugar de evadir los problemas es dejar a Dios terminar lo que Él ha empezado en nosotros a través de ellos.
Recordemos que el propósito de Dios en los problemas que enfrentamos es traernos al final de nuestra vida egocéntrica. Para ello necesitamos:
• Ver a Dios en lo que está ocurriendo (Flp_3:8).
• Dejar a Dios ser Dios en lo que está ocurriendo (Jer_17:7-8).
• Agradecer a Dios en lo que está ocurriendo (Efe_5:20) (1Te_5:18).
• Confiar en Dios en lo que está ocurriendo (Jer_29:11).
• Obedecer a Dios en lo que está ocurriendo (Luc_6:46)(Deu_28:1-2).
No nos olvidemos que la mejor vida, la vida espiritual, la vida abundante, la vida eterna, surge de la muerte.
Conclusiones.
• No podemos evitar los problemas de la vida.
• Dios utiliza todo en nuestras vidas, incluyendo y por sobre todo, los problemas, para lograr Su propósito en nosotros.
• A menudo los problemas nos hacen llegar a un punto de debilidad ya sea física, espiritual, emocional, financiera, en nuestras relaciones, etc., para que nos rindamos a continuar haciendo las cosas a nuestra manera.
• Dios desea que confiemos en Él en medio de todas las circunstancias de nuestra vida (no solo en las buenas).
• Podemos agradecer a Dios por los problemas que Él permite, por fuertes y/o difíciles que parezcan, porque estos nos hacen llegar a Él y depender totalmente de Él.
• La actitud más adecuada y más rápida para llegar al final de los problemas no es la evasión, ni la manipulación, ni querer tomar el control de las situaciones, sino todo lo contrario, rendirnos a Él y dejar de pretender que las cosas sean a nuestra manera.
La vida siempre va a surgir después de la muerte a nuestra voluntad propia, a la vida egocéntrica.
Los cristianos necesitamos comprender las experiencias de la vida desde la perspectiva de Dios, y ello es especialmente cierto en relación con los problemas.
• Los problemas son inevitables (Jua_16:33)(1Pe_5:8-10)(1Pe_1:6).
• El Señor no nos ofrece una vida de problemas, pero si nos ofrece una forma diferente de enfrentarlos para convertirlos en bendiciones para nuestra vida.
Hay por lo menos cuatro clases de problemas en la vida:
• Los problemas que Dios permite para Su Gloria. (Jua_9:1-3).
• Los problemas que Dios permite porque nos ama y desea llevarnos a la madurez (1Pe_5:8-10)(1Pe_1:3-9).
• Los problemas que Dios permite, que son el resultado de nuestros pecados y/o malas decisiones (Gal_6:7-8).
• Los problemas que Dios permite, que son consecuencia del pecado en el mundo que nos rodea, y a cuyas consecuencias no somos inmunes (Hch_7:55-58).
Definición.
Un problema es un hecho, situación o cuestión que provoca una inquietud en nuestro corazón y precisa de una solución. Es un conflicto que es un inconveniente para alcanzar objetivos o estabilidad en diversos ámbitos de la vida.
Dos caminos para la solución de los problemas.
• Los caminos del mundo.
• El camino de Dios, con resultados diferentes.
Los caminos del mundo empiezan fáciles, pero llevan a la muerte, en tanto que los caminos de Dios comienzan con algún grado de dificultad, pero llevan a la vida (Mat_7:13-14)(Mat_11:28-30).
Problemas: libertad, sanidad y restauracion.
Muchas veces los problemas son un indicio de que hay algún problema en nuestro corazón.
• Necesitamos resolverlo, y Dios quiere ayudarnos a resolverlo (nos está privando de la vida bendecida)(Pro_4:23).
Dios va a usar cualquier situación de nuestra vida para hacerlo (Rom_8:28-29).
• Llevarnos a sanidad, restauración y liberación (Luc_4:18-19).
• Llevarnos al fin de nosotros mismos (Jua_3:30)(Gal_2:20).
• A un encuentro más pleno con Él (1Pe_5:8-10)(Col_1:27).
• Restaurando la imagen de Dios (el carácter de Cristo) en nosotros (2Co_3:18).
Dios usa todo (los problemas y aún las cosas que nos agradan) para llevarnos a la plenitud en Él, eso implica:
• Todas las personas (salvas y no salvas).
• Todas las experiencias de nuestro pasado.
• Todas las vivencias del día de hoy.
• Nuestras habilidades, capacidades, talentos, conocimientos, y nuestras carencias.
• Nuestras fortalezas y nuestras debilidades.
Necesitamos dejar a Dios actuar en medio de nuestras circunstancias (no pretender solucionar las situaciones según nuestros propios caminos).
• Siendo salvos (Efe_2:8-9).
• Seguros de nuestra identidad como hijos (Jua_1:12).
• Seguros de que Dios tiene completo cuidado de nosotros en medio de cualquier circunstancia (Luc_4:18-19) (Flp_1:6).
• Con expectativas de que Dios hará lo mejor en favor de nosotros en medio de toda circunstancia (Stg_1:2-4).
Ante la presión del problema, a veces, alguna persona o nuestra propia mente nos pueden sugerir que hagamos algo que "alivie" la presión (un desvío).
• El propósito oculto en esa sugerencia es alejarnos de lo que Dios quiere transformar en nosotros.
• Son evasiones al propósito de Dios, que nos impiden madurar. crecer, ser más como Cristo.
Algunos de esos desvíos pueden ser:
• Cambiar nuestras rutinas.
• Activarnos haciendo algo creativo.
• Comprar algo que siempre hemos querido.
• Empezar a servir a otros.
• No tomarnos la vida tan a pecho.
• Hacer ejercicio, salir de compras, salir de fiesta, etc.
Lo que necesitamos en esos momentos, en lugar de evadir los problemas es dejar a Dios terminar lo que Él ha empezado en nosotros a través de ellos.
Recordemos que el propósito de Dios en los problemas que enfrentamos es traernos al final de nuestra vida egocéntrica. Para ello necesitamos:
• Ver a Dios en lo que está ocurriendo (Flp_3:8).
• Dejar a Dios ser Dios en lo que está ocurriendo (Jer_17:7-8).
• Agradecer a Dios en lo que está ocurriendo (Efe_5:20) (1Te_5:18).
• Confiar en Dios en lo que está ocurriendo (Jer_29:11).
• Obedecer a Dios en lo que está ocurriendo (Luc_6:46)(Deu_28:1-2).
No nos olvidemos que la mejor vida, la vida espiritual, la vida abundante, la vida eterna, surge de la muerte.
Conclusiones.
• No podemos evitar los problemas de la vida.
• Dios utiliza todo en nuestras vidas, incluyendo y por sobre todo, los problemas, para lograr Su propósito en nosotros.
• A menudo los problemas nos hacen llegar a un punto de debilidad ya sea física, espiritual, emocional, financiera, en nuestras relaciones, etc., para que nos rindamos a continuar haciendo las cosas a nuestra manera.
• Dios desea que confiemos en Él en medio de todas las circunstancias de nuestra vida (no solo en las buenas).
• Podemos agradecer a Dios por los problemas que Él permite, por fuertes y/o difíciles que parezcan, porque estos nos hacen llegar a Él y depender totalmente de Él.
• La actitud más adecuada y más rápida para llegar al final de los problemas no es la evasión, ni la manipulación, ni querer tomar el control de las situaciones, sino todo lo contrario, rendirnos a Él y dejar de pretender que las cosas sean a nuestra manera.
La vida siempre va a surgir después de la muerte a nuestra voluntad propia, a la vida egocéntrica.
18
Oct
2022