¿Está Dios enamorado de nosotros? (¿Y nosotros de Él?
Todos nosotros, los creyentes, necesitamos crecer (Col_1:10, 2Ts_1:3), madurar (1Co_14:20) y ser perfeccionados en Cristo (Heb_12:23, Stg_1:4).
Estas etapas están determinadas por la forma como nos relacionamos con Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
La Palabra nos enseña que el creyente puede alcanzar los siguientes "niveles" o "calidades" en Cristo, que serían las siete etapas hacia la perfección:
• Creyente (Jua_3:3).
• Siervo (Mar_10:42-45).
• Discípulo (Jua_3:5, Jua_8:31-32, Mat_16:24).
• Amigo (Jua_15:14-15).
• Hijo (Mat_11:27).
• Novia (Efe_5:25-27).
• Esposa (en la Eternidad) (Apo_19:6-8).
El Libro de Cantares nos enseña la cuestión clave acerca de ese camino hacia la madurez y perfección en Cristo, a través del proceso que vive la sulamita en su relación con el Rey Salomón.
• En Cnt_1:13: "Mi amado es para mi" (Creyente).
• En Cnt_2:16: "Mi amado es mío, y yo suya" (Siervo).
• En Cnt_6:3: "Yo soy de mi amado, y mi amado es mío" (Discípulo, Amigo).
• En Cnt_7:10a: "Yo soy de mi amado" (Hijo, Novia)
• En Cnt_7:10b: "Y conmigo tiene su contentamiento" (Esposa).
La clave en todos esos pasajes es la posición de la sulamita (la iglesia) ante el Amado (Dios, Cristo).
• En la primera etapa es una relación egocéntrica, centrada en ella.
○ Dios para ella (cree, el primer amor, nuevo nacimiento):
• En la segunda etapa, si bien sigue siendo una relación principalmente centrada en ella, ya comienza a centrarse en Cristo.
○ Dios para ella, pero ella también para Él (siervo, obrero, ministro, centrado en el hacer para agradar a Dios).
• En la tercera etapa, ya Dios ocupa el primer lugar, aunque aún queda un poco de egocentrismo en ella.
○ Ella para Dios y Dios para ella (muriendo al yo, discípulo, amigo).
• En la cuarta etapa, Dios ocupa el único lugar, ya ella está total y completamente entregada a Él.
○ Ella para Él (totalmente concentrados en Él, hijos, novia).
• En la quinta etapa, Dios no solo ocupa el único lugar, sino que la vida de ella es solo para Su contentamiento.
○ Ella ya no vive sino solo para Él (Gal_2:20, Col_1:20). Ella ya no es suya, es de Él (esposa).
Este proceso se corresponde con lo que la Biblia nos enseña en cuanto a la necesidad de morir a nosotros mismos (Jua_3:30, Mat_16.24) para que el carácter de Cristo sea formado en nosotros (2Co_3:18).
Nuestra relación con Dios tiene diferentes aspectos: Él es el Creador y el Hacedor, el Señor y el Maestro, Juez, Redentor, Padre, Salvador, etc.
Pero lo más impactante es que Dios está enamorado de nosotros (Jer_31:3).
• Nos anhela, quiere tener una relación íntima, personal, única, con cada iuno de nosotros (Stg_4:5)(Cnt_2:14).
Dios creó a Adán y Eva no porque los necesitara, sino para tener una relación continuamente con ellos, en Su Presencia.
• Y aunque esa relación se deterioró por la caída, el Señor no se quedó de brazos cruzados, consternado por ello.
• Él ya tenía un plan para restaurar esa comunión en Su Presencia.
• Ese plan implicaba la muerte y crucifixión de Cristo, no solo para el perdón de nuestros pecados y para que tuviéramos vida eterna y eternidad, sino también para la restauración plena de nuestra relación con Él
El Señor Jesucristo, en Su Muerte, quitó el velo que nos separa de la intimidad con Él y de Su Presencia (Heb_4:16).
• Ahora pues tenemos libre acceso, confiado, al Trono de la Gracia, el Trono de Dios.
• Para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (creyentes, siervos, discípulos)
• Pero no solo para ello, por allí comenzamos.
• El fin último es que vivamos en Su Presencia, en comunión permanente con Él (amigos, hijos, novia).
○ Los creyentes, los siervos y los discípulos deben mantener cierta distancia prudente del Rey.
○ Pero los amigos, los hijos y la novia gozan del privilegio de la cercanía, de la intimidad (Jer_33:3) (Isa_45:3) (1Co_2:9).
Dios es un Dios apasionado, celoso, en su relación con nosotros (Exo_34:14), nos quiere solo para Él ("Yo soy de mi amado", Ctn_7:10)(Gal_2:20).
Él tiene Su contentamiento con nosotros cuando llegamos a ese grado de intimidad con Él (Sal_32:7)(Sof_3:17).
Él nos atrae con lazos de amor (Ose_11:4), está con nosotros todo el tiempo (Heb_13:5), nos tiene delante de Sus Ojos siempre (Isa_49:15-16), somos la niña de sus ojos (Deu_32:10) (Sal_17:8) (Zac_2:8), nos ama con tal intensidad y pasión y nos anhela tanto para tener comunión con nosotros, que dió lo Mejor del Cielo (Cristo) por cada uno de nosotros (Jua_3:16).
Tema para reflexionar: Nuestro gran privilegio es conocerle a Él y amarlo, pero aún mayor es el privilegio que tenemos de que Él nos conozca y nos ame.
Versículo para memorizar. Stg_4:5.
Pregunta para meditar: ¿Estamos conscientes del privilegio que tenemos de ser conocidos y amados por Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¿Realmente estamos respondiendo a Dios de acuerdo con ese privilegio? ¿Que podemos hacer concreta, específicamente, para responder a ese privilegio?
Estas etapas están determinadas por la forma como nos relacionamos con Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
La Palabra nos enseña que el creyente puede alcanzar los siguientes "niveles" o "calidades" en Cristo, que serían las siete etapas hacia la perfección:
• Creyente (Jua_3:3).
• Siervo (Mar_10:42-45).
• Discípulo (Jua_3:5, Jua_8:31-32, Mat_16:24).
• Amigo (Jua_15:14-15).
• Hijo (Mat_11:27).
• Novia (Efe_5:25-27).
• Esposa (en la Eternidad) (Apo_19:6-8).
El Libro de Cantares nos enseña la cuestión clave acerca de ese camino hacia la madurez y perfección en Cristo, a través del proceso que vive la sulamita en su relación con el Rey Salomón.
• En Cnt_1:13: "Mi amado es para mi" (Creyente).
• En Cnt_2:16: "Mi amado es mío, y yo suya" (Siervo).
• En Cnt_6:3: "Yo soy de mi amado, y mi amado es mío" (Discípulo, Amigo).
• En Cnt_7:10a: "Yo soy de mi amado" (Hijo, Novia)
• En Cnt_7:10b: "Y conmigo tiene su contentamiento" (Esposa).
La clave en todos esos pasajes es la posición de la sulamita (la iglesia) ante el Amado (Dios, Cristo).
• En la primera etapa es una relación egocéntrica, centrada en ella.
○ Dios para ella (cree, el primer amor, nuevo nacimiento):
• En la segunda etapa, si bien sigue siendo una relación principalmente centrada en ella, ya comienza a centrarse en Cristo.
○ Dios para ella, pero ella también para Él (siervo, obrero, ministro, centrado en el hacer para agradar a Dios).
• En la tercera etapa, ya Dios ocupa el primer lugar, aunque aún queda un poco de egocentrismo en ella.
○ Ella para Dios y Dios para ella (muriendo al yo, discípulo, amigo).
• En la cuarta etapa, Dios ocupa el único lugar, ya ella está total y completamente entregada a Él.
○ Ella para Él (totalmente concentrados en Él, hijos, novia).
• En la quinta etapa, Dios no solo ocupa el único lugar, sino que la vida de ella es solo para Su contentamiento.
○ Ella ya no vive sino solo para Él (Gal_2:20, Col_1:20). Ella ya no es suya, es de Él (esposa).
Este proceso se corresponde con lo que la Biblia nos enseña en cuanto a la necesidad de morir a nosotros mismos (Jua_3:30, Mat_16.24) para que el carácter de Cristo sea formado en nosotros (2Co_3:18).
Nuestra relación con Dios tiene diferentes aspectos: Él es el Creador y el Hacedor, el Señor y el Maestro, Juez, Redentor, Padre, Salvador, etc.
Pero lo más impactante es que Dios está enamorado de nosotros (Jer_31:3).
• Nos anhela, quiere tener una relación íntima, personal, única, con cada iuno de nosotros (Stg_4:5)(Cnt_2:14).
Dios creó a Adán y Eva no porque los necesitara, sino para tener una relación continuamente con ellos, en Su Presencia.
• Y aunque esa relación se deterioró por la caída, el Señor no se quedó de brazos cruzados, consternado por ello.
• Él ya tenía un plan para restaurar esa comunión en Su Presencia.
• Ese plan implicaba la muerte y crucifixión de Cristo, no solo para el perdón de nuestros pecados y para que tuviéramos vida eterna y eternidad, sino también para la restauración plena de nuestra relación con Él
El Señor Jesucristo, en Su Muerte, quitó el velo que nos separa de la intimidad con Él y de Su Presencia (Heb_4:16).
• Ahora pues tenemos libre acceso, confiado, al Trono de la Gracia, el Trono de Dios.
• Para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (creyentes, siervos, discípulos)
• Pero no solo para ello, por allí comenzamos.
• El fin último es que vivamos en Su Presencia, en comunión permanente con Él (amigos, hijos, novia).
○ Los creyentes, los siervos y los discípulos deben mantener cierta distancia prudente del Rey.
○ Pero los amigos, los hijos y la novia gozan del privilegio de la cercanía, de la intimidad (Jer_33:3) (Isa_45:3) (1Co_2:9).
Dios es un Dios apasionado, celoso, en su relación con nosotros (Exo_34:14), nos quiere solo para Él ("Yo soy de mi amado", Ctn_7:10)(Gal_2:20).
Él tiene Su contentamiento con nosotros cuando llegamos a ese grado de intimidad con Él (Sal_32:7)(Sof_3:17).
Él nos atrae con lazos de amor (Ose_11:4), está con nosotros todo el tiempo (Heb_13:5), nos tiene delante de Sus Ojos siempre (Isa_49:15-16), somos la niña de sus ojos (Deu_32:10) (Sal_17:8) (Zac_2:8), nos ama con tal intensidad y pasión y nos anhela tanto para tener comunión con nosotros, que dió lo Mejor del Cielo (Cristo) por cada uno de nosotros (Jua_3:16).
Tema para reflexionar: Nuestro gran privilegio es conocerle a Él y amarlo, pero aún mayor es el privilegio que tenemos de que Él nos conozca y nos ame.
Versículo para memorizar. Stg_4:5.
Pregunta para meditar: ¿Estamos conscientes del privilegio que tenemos de ser conocidos y amados por Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¿Realmente estamos respondiendo a Dios de acuerdo con ese privilegio? ¿Que podemos hacer concreta, específicamente, para responder a ese privilegio?
19
Oct
2022