Estudio Bíblico

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Enamorándonos cada día más del Señor.



Dios nos creó para tener una comunión íntima con Él (Stg_4:5)(Cnt_2:14).
Llegar a tener una comunión íntima con el Señor es un proceso contínuo (Fil_1:6) que requiere de:
• Amor y obediencia.
• Agradecimiento.
• Gozo.
• Oración (comunión) constante.
○ Meditación constante.
○ Alabanza constante.
○ La confesión de la Palabra.

No podemos tener comunión con Alguien a quién no amamos.
• El amor a Dios es un mandamiento (Mat_22:36-40) pero también, y por sobre todo, una necesidad de nuestra nueva naturaleza (Rom_5:5).
• El amor a Dios no es un sentimiento, es una decisión que surge del amor que Él nos tiene a nosotros (1Jn_4:19).
○ Y esa decisión se traduce en obediencia a Su Palabra (Jua_14:15).
○ No podemos decir que amamos al Señor si no amamos Su Palabra.
○ Y no amamos Su Palabra si no la conocemos y la obedecemos.

Tampoco podemos amar sin agradecimiento. Otra clave para tener comunión con el Señor es el agradecimiento (Sal_100:4).

Cuando amamos y estamos agradecidos, la comunión con Aquel que amamos y a Quién le agradecemos no puedo ser otra cosa que un motivo de gozo (no de obligación).
• En la Palabra, el mandato a orar continuamente (sin cesar), se encuentra precisamente entre dos versículos que nos enseñan a tener gozo y ser agradecidos porque todo ello es la voluntad del Señor para con nosotros (1Ts_5:16-18).

Una de las formas en las que tenemos comunión con el Señor es la oración.
• El verdadero significado de la oración no es como muchos creyentes piensan, el pedir.
• El pedir es parte de la oración, pero la oración va más allá de ello: es un diálogo, una comunicación en ambas direcciones entre Dios y nosotros (Job_33:31)(Job_33:3).
• Ello implica que la oración no es un monólogo donde solo nosotros hablamos, sino un diálogo en el cual nosotros hablamos pero también Dios nos habla, y además hay oraciones sin palabras:
○ En silencio (Sal_37:7).
○ Con gemidos (Jue_2:18).
○ Con lágrimas (Job_16:20)(Sal_6:6)(Sal_39:12).

Oración es compartir todas nuestras vivencias diarias con el Señor (David: Sal_7:1, Sal_51:12, Sal_92:4)(Jer_15:16).
• Lo bueno que nos sucedió y lo malo.
• Lo que nos gustó, lo que nos disgustó,
• Lo que nos dió alegría y lo que nos entristeció.
• Lo que nos preocupa, nos frustra, nos desanima.
• Etc.
El Señor no quiere ser solo una parte pequeña ni mediana de nuestra vida. El Señor quiere ser toda nuestra vida (Gal_2:20)
• Él no quiere estar solo en ciertos momentos de nuestra atención.
• Él quiere tener toda nuestra atención.
• Él no quiere ser una hora en nuestra agenda, Él quiere ocupar toda nuestra agenda (1Ts_5:17).
• Todo lo que hacemos (Col_3:23-24) y vivimos (Rom_8:28-29) puede ser tiempo que pasamos con Dios si somos conscientes de Su Presencia con nosotros.
• La cuestión no es cambiar lo que hacemos, sino cambiar la actitud al hacerlo.
○ Considerando al Señor en todos nuestros caminos.
• Como el Señor siempre está con nosotros, todo el tiempo, no hay un lugar donde podamos estar más cerca de Dios que donde nos encontramos en cada momento.

Tener comunión con Dios es meditar continuamente en Él y en Su Palabra (Sal_1:1-3).
• Es imposible tener comunión, conversación, diálogo con Alguien si no sabemos lo que dice.
• Necesitamos aprender a discernir la voz de Dios que siempre nos habla con Su Palabra.
• En nuestro interior oímos tres voces: la de la carne, la de los demonios y la de Dios (y las tres se parecen, salvo por el contenido de lo que dicen).
Tampoco podemos tener comunión con Alguien a Quién no conocemos.
• Y no podemos conocer a Dios si no conocemos Su Palabra (Jua_17:3)(Jua_5:39)(Job_23:12)(Sal_119:97) (Sal_77:12).
Meditar es simplemente pensar concentrándonos en Dios.
• Cuando tenemos un problema pensamos continuamente en ese problema.
• Entonces, si sabemos preocuparnos sabemos meditar.
• Cuando más meditemos en la Palabra tendremos menos de que preocuparnos (3Jn_1:2)(Jos_1:7-8).
• Necesitamos meditar en la Palabra que leemos y la que escuchamos.
• Cuando oramos, nosotros hablamos, pero cuando meditamos Dios nos habla.

La alabanza y la confesión de la Palabra es otra forma de tener comunión con Dios ( .
• La confesión de la Palabra nos recuerda la Palabra de Dios y lo que ella ha hecho en nuestra vida.
• Igualmente la alabanza nos recuerda Quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros.
• Y todo ello nos hace conscientes de la Presencia de Dios con nosotros.

Un beneficio adicional de la comunión con Dios es que a través de ella Él nos muestra secretos y tesoros que no hemos visto anteriormente (Jer_33:3, Isa_45:3, 1Co_2:9).

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Tema para reflexionar: Así como Dios nos ama, nosotros también necesitamos amarlo, y amarlo a Él es un proceso en desarrollo constante de la comunión con Él experimentando Su Presencia permanente con nosotros.

Versículo para memorizar. 1Jn_4:19.

Pregunta para meditar. ¿Amamos verdaderamente a Dios como Él nos enseña a amarlo? ¿Qué necesitamos desarrollar personalmente para crecer en nuestro amor hacia el Señor?

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20 Oct 2022
Referencia: Amar a Dios.