Estudio Bíblico

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Como lidiar con las enemistades.



Mat_5:43-48.

Los fariseos en el tiempo de Jesús sostenían que:
• Lev_19:18 implicaba que solo debían amar a quienes les amaran, a los de su pueblo.
• Sal_139:19-22 y Sal_140:9-11 indicaban que debían odiar a sus enemigos.
En base a ello, esperaban un Mesías militar, guerrero, gobernante, que los liberara de la opresión romana a los que odiaban y de los que se querían vengar.
• Por lo tanto un Mesías que les enseñara a poner la otra mejilla no podía ser, según ellos, el Mesías que esperaban para vengarse de sus opresores.

Jesús no estaba enseñando nada nuevo. Solo estaba corrigiendo las malas interpretaciones de la Palabra que hacían los fariseos (tradiciones y mandamientos de hombres).
• La Palabra en Lev_19:17 y Deu_23:7 enseñan a no aborrecer al hermano, al prójimo y al enemigo.
• En cuanto al Sal_139:19-22 y Sal_140:9-11, se refieren a palabras que David estaba pronunciando en la angustia de su corazón por la situación que estaba enfrentando, pero en ninguna parte sus palabras son validadas y respaldadas por el Señor.
• Más bien, David se expone a la corrección del Señor (porque en su corazón sabía que lo que estaba diciendo no era conforme a la voluntad de Dios) (Sal_139:23-24).
• Por el otro lado deja la venganza en manos del Señor, no toma la venganza por sí mismo (Sal_140:12-13).
Por lo tanto, la enseñanza de los fariseos era contra el Espíritu de la Escritura, que es lo que Jesús restablece en Su enseñanza.

La vida del creyente no se trata de exigir derechos, sino de cederlos (si todos nos ocupamos de los derechos de los demás viviríamos en justicia, paz y gozo, la esencia del Reino, Rom_14:17).
• En cuanto a las relaciones interpersonales es más importante impartir justicia y misericordia que recibirlas (Hch_20:35).
• Además, lo que damos es lo que cosecharemos, y más abundantemente (Luc_6:37-38).
• Nos libra de tomar la ley y la venganza en nuestras manos (dirigida por el rencor y el deseo de venganza que envenenan el corazón y provocan injusticia).
• Solo Dios puede aplicar la venganza, solo Él conoce el corazón (Jer_17:9-10).
• El mal no se vence con más mal. El mal se vence con el bien (Rom_12:17)(Rom_12:21).

Lo que Jesús nos enseña:
• Amar a nuestros enemigos (es amar al prójimo, Mat_22:36-40, un mandamiento tan importante como amar a Dios, Jua_14:15).
• Bendecir a los que nos maldicen (el que siembra bendición, cosechará bendición; el que siembra maldición, cosechará maldición, Gal_6:7-8, Gen_12:3).
• Hacer el bien a los que nos aborrecen (Rom_12:17-21) (implica ser pacificadores, lo que es la aplicación de las bienaventuranzas de Mat_5:4-9).
○ No pagar a nadie mal por mal.
○ Procurar lo bueno delante de todos.
○ En cuanto dependa de nosotros, estar en paz con todos.
○ No vengarnos nosotros mismos.
○ Dejar la venganza (si es necesaria) en las manos del Señor (Él hara lo que sea justo).
○ Si nuestro enemigo tiene hambre, démosle de comer.
○ Si nuestro enemigo tiene sed, demósle de deber.
○ No seamos vencido de lo malo.
○ Venzamos el mal con el bien.
○ Orar por los que nos ultrajan y persiguen (aplicación de la bienaventuranza de Mat_5:11-12).

La razón fundamental de todo esto es el amor.
El amor no es un contrato de dar para recibir.
• Si amamos a los que nos aman, eso es lo que hacen los pecadores.
• Si saludamos a los que nos saluda, eso es también lo que hacen los pecadores.
El amor es dar sin recibir (Dios, nuestro Padre es nuestro ejemplo).
• El, aunque está airado contra el pecador (Sal_7:11) no lo aborrece (Eze_18:23, Eze_33:11).
• Hace salir el sol y caer la lluvia sobre malos y buenos (misericordia general).
Así como un hijo no solo tiene el ADN de su padre, sino que lo admira y ama, y desea ser como Él.
• Así nosotros necesitamos anhelar ser como nuestro Padre (1Pe_1:14-16)(Mat_5:48).
Estas cosas son las que forman nuestro carácter para ser como Él (Rom_8:28-29).
• Esas cosas son las que permiten que nos neguemos a nosotros mismos y Él crezca en nosotros (Jua_3:30).
• Y en la medida que Él crezca en nosotros (Gal_2:20) crecerá Su Gloria en nosotros (Col_1:27).
• Su Gloria: Su Carácter, Su Obediencia, Sus Bendiciones.

¿Difícil? Si, si pretendemos defender nuestro ego y nuestra carne.
¿Difícil? Si, si pretendemos hacerlo en nuestras propias fuerzas.
¿Difícil? Si, pero no imposible si lo hacemos con la ayuda del Espíritu Santo, además que es glorioso (obediencia es igual a bendiciones, Deu_28:1-2, Mat_6:33) (Rom_14:17).
Ello no es natural, es sobrenatural (espiritual).
Solo podemos hacerlo porque:
• El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Rom_5:5).
• El Espíritu Santo, que como Dios es amor, vive en nosotros y nos ayuda en nuestra debilidad:
• Haciendo morir las obras de la carne (venganza, revancha, rencor, etc.) (Rom_8:13).
• Ayudándonos en nuestra debilidad (Rom_8:26).
• "Sacando" a luz el amor en nosotros (Gal_5:22-23).

07 Dic 2022