Como manejar las preocupaciones.
Mat_6:25-34.
Las preocupaciones son el resultado de querer tener el control de las circunstancias de nuestra vida.
• Implica falta de confianza en el control de nuestras vidas de parte de Dios (Mar_10:30, Luc_12:7).
• Implica falta de fe en Su Palabra (Jer_29:11, Pro_4:18).
• Implica falta de fe en Su cuidado de nosotros y el valor que tenemos para Él (Mat_6:26, Mat_6:30)..
• Implica que en lugar de parecernos a Cristo nos parecemos a los incrédulos (Mat_6:32).
Necesitamos guardarnos de ellas, no solo en cuanto a sus efectos en nuestra vida espiritual, sino también en la emocional y física.
• Cuidar nuestro corazón (Pro_4:23, Heb_11:6, Rom_1:17); nos roban la vida.
• Cuidar nuestra salud emocional: ansiedad, stress, aflicción, temor, frustración, decepción, etc.
• Cuidar nuestra salud física: problemas estomacales, respiratorios, cardíacos, etc.
• La preocupación es inmovilizante.
Jesús nos enseña:
• Que no nos preocupemos por nuestras necesidades
• Que oremos con acción de gracias para guardar nuestro corazón y pensamientos en Él (Fil_4:6-7).
• Él ya las conoce antes que nosotros (Mat_6:32).
• Él las suplirá, Él ya determinó la provisión para ellas (Sal_23:1, Efe 1:3, Fil_4:19).
Siete motivos para no estar preocupados.
• Mat_6:25. El mismo Dios y Padre que nos dio la vida se encarga de los detalles de nuestra vida.
• Mat_6:26. La preocupación por el futuro obstaculiza los esfuerzos del presente.
• Mat_6:27. La preocupación es más dañina que provechosa.
• Los asuntos de la vida y de la muerte no están bajo nuestro control, sino en las manos de Dios (Jer_29:11, Sal_138:8).
• Mat_6:28-30. Dios no se olvida de quienes dependemos de Él.
• Mat_6:31-32. La preocupación muestra la falta de fe en Dios y de entendimiento sobre Quién es Él.
• Los que rechazan a Dios no tienen otra alternativa que buscan con afán y ansiedad lo que necesitan para satisfacer las necesidades de su vida.
• Los creyentes no tenemos necesidad de vivir preocupados y ansiosos, pues estamos confiados en nuestro Abba Padre, que proveerá nuestras necesidades porque Él sabe que necesitamos de esas cosas.
• Mat_6:33. La preocupación puede estorbarnos que cumplamos el propósito de Dios para nuestras vidas.
• Mat_6:34. Vivir día a día nos libra de ser consumidos por la preocupación.
Como combatir la preocupación.
Necesitamos entender que es un arma del diablo, a través de nuestra carne, para robarnos, destruirnos y matarnos nuestra fe y confianza en el Señor (Jua_10:10).
• La preocupación es una tentación para desviar nuestra atención del Señor y centrarla en las circunstancias.
• Por lo tanto debe ser tratada como toda tentación (Stg_1:12-15).
• Rechazarla de inmediato, no darle la mínima cabida en nuestros pensamientos.
• En toda situación, siempre vamos a tener dos posibilidades:
• O preocuparnos.
• O ir al Señor en búsqueda de respuestas.
• Lo que no nos podemos permitir es la primera, la preocupación.
• Necesitamos fortalecernos en el Señor y en el poder de Su Fuerza para apagar todos los dardos de fuego del maligno, y permanecer firmes en el Señor (Efe_6:10-13).
• Si la preocupación se queda con nosotros, ello es indicativo que necesitamos fortalecer nuestra fe y el conocimiento del Padre (1Jn_4:18).
• La preocupación (falta de fe en el Señor, Su control y cuidado en nuestra vida) trae temor.
• El temor trae en sí castigo (malestar espiritual, emocional y físico).
Las preocupaciones son el resultado de querer tener el control de las circunstancias de nuestra vida.
• Implica falta de confianza en el control de nuestras vidas de parte de Dios (Mar_10:30, Luc_12:7).
• Implica falta de fe en Su Palabra (Jer_29:11, Pro_4:18).
• Implica falta de fe en Su cuidado de nosotros y el valor que tenemos para Él (Mat_6:26, Mat_6:30)..
• Implica que en lugar de parecernos a Cristo nos parecemos a los incrédulos (Mat_6:32).
Necesitamos guardarnos de ellas, no solo en cuanto a sus efectos en nuestra vida espiritual, sino también en la emocional y física.
• Cuidar nuestro corazón (Pro_4:23, Heb_11:6, Rom_1:17); nos roban la vida.
• Cuidar nuestra salud emocional: ansiedad, stress, aflicción, temor, frustración, decepción, etc.
• Cuidar nuestra salud física: problemas estomacales, respiratorios, cardíacos, etc.
• La preocupación es inmovilizante.
Jesús nos enseña:
• Que no nos preocupemos por nuestras necesidades
• Que oremos con acción de gracias para guardar nuestro corazón y pensamientos en Él (Fil_4:6-7).
• Él ya las conoce antes que nosotros (Mat_6:32).
• Él las suplirá, Él ya determinó la provisión para ellas (Sal_23:1, Efe 1:3, Fil_4:19).
Siete motivos para no estar preocupados.
• Mat_6:25. El mismo Dios y Padre que nos dio la vida se encarga de los detalles de nuestra vida.
• Mat_6:26. La preocupación por el futuro obstaculiza los esfuerzos del presente.
• Mat_6:27. La preocupación es más dañina que provechosa.
• Los asuntos de la vida y de la muerte no están bajo nuestro control, sino en las manos de Dios (Jer_29:11, Sal_138:8).
• Mat_6:28-30. Dios no se olvida de quienes dependemos de Él.
• Mat_6:31-32. La preocupación muestra la falta de fe en Dios y de entendimiento sobre Quién es Él.
• Los que rechazan a Dios no tienen otra alternativa que buscan con afán y ansiedad lo que necesitan para satisfacer las necesidades de su vida.
• Los creyentes no tenemos necesidad de vivir preocupados y ansiosos, pues estamos confiados en nuestro Abba Padre, que proveerá nuestras necesidades porque Él sabe que necesitamos de esas cosas.
• Mat_6:33. La preocupación puede estorbarnos que cumplamos el propósito de Dios para nuestras vidas.
• Mat_6:34. Vivir día a día nos libra de ser consumidos por la preocupación.
Como combatir la preocupación.
Necesitamos entender que es un arma del diablo, a través de nuestra carne, para robarnos, destruirnos y matarnos nuestra fe y confianza en el Señor (Jua_10:10).
• La preocupación es una tentación para desviar nuestra atención del Señor y centrarla en las circunstancias.
• Por lo tanto debe ser tratada como toda tentación (Stg_1:12-15).
• Rechazarla de inmediato, no darle la mínima cabida en nuestros pensamientos.
• En toda situación, siempre vamos a tener dos posibilidades:
• O preocuparnos.
• O ir al Señor en búsqueda de respuestas.
• Lo que no nos podemos permitir es la primera, la preocupación.
• Necesitamos fortalecernos en el Señor y en el poder de Su Fuerza para apagar todos los dardos de fuego del maligno, y permanecer firmes en el Señor (Efe_6:10-13).
• Si la preocupación se queda con nosotros, ello es indicativo que necesitamos fortalecer nuestra fe y el conocimiento del Padre (1Jn_4:18).
• La preocupación (falta de fe en el Señor, Su control y cuidado en nuestra vida) trae temor.
• El temor trae en sí castigo (malestar espiritual, emocional y físico).
26
Abr
2023