Vida abundante y carácter de Cristo.
VIDA ABUNDANTE Y CARÁCTER DE CRISTO.
(Discipulado).
La Palabra de Dios nos enseña que Jesús vino al mundo para que nosotros tuviéramos vida y vida en abundancia (Jua_10:10).
• Lo que una mayoría de nosotros entiende como vida abundante no necesariamente es lo mismo que Dios entiende por vida abundante.
• La palabra que se traduce al español como "abundante" en este versículo es la palabra griega "perissós".
• Su significado también implica superior en calidad, preeminente, ventajosa, hablando de calidad de vida.
• Y el Señor nos enseña que la vida del hombre no consiste en los bienes terrenales (Luc_12:15)
• La vida del Reino que es justicia, paz y gozo en el Espíritu (Rom_14:17).
• Esas no son cosas materiales sino cualidades del carácter.
Hoy, muchos cristianos interpretan mal esta promesa de Jesús, como que se tratara de:
• Salud perfecta, comodidades, felicidad permanente, realización de los sueños y aspiraciones, alivio instantáneo de los problemas mediante la fe y la oración, etc.
• Si bien algunos de estos elementos podrían estar involucrados eventualmente en la vida abundante, no constituyen su esencia ni el propósito principal de Dios para nuestras vidas.
• Recordemos que la vida no se trata de nosotros, sino de Dios.
Esta perspectiva (egocéntrica) trata a Dios como un Santa Claus bonachón, que debe estar comprometido con nosotros (tiene la obligación) en proveernos todo aquello que implica la búsqueda egoísta de nuestra "realización personal" (un concepto mundano para referirse a todo lo que mencionamos que son los elementos que muchos cristianos consideran que debería ser la vida abundante.
• Sin embargo debemos recordar que Dios es Dios, no nuestro sirviente.
• Que los que fuímos creados para servirle a Él somos nosotros y no Él a nosotros (aunque por amor lo hace), pero no por obligación.
• La vida no gira en torno a nosotros.
• Nosotros existimos no para nuestra "realización personal" sino para los propósitos de Dios.
Para entender el concepto de vida abundante de Dios un poco más ampliamente necesitamos entender que somos nosotros: (1Ts_5:23).
• Somos un espíritu, que tiene un alma y vive en un cuerpo.
• La parte más importante de nuestro ser es el espíritu; por lo tanto, las necesidades más importantes para Dios con respecto a nosotros son las espirituales (salvación, perdón de pecados, restauración de nuestra relación con Él, vida eterna).
• Nuestras necesidades espirituales Él las suple a través de nuestra salvación (Efe_1:3).
• Como segunda prioridad de Él son nuestras necesidades del alma (pensamientos, emociones, voluntad) es decir, las de nuestro carácter.
• Las necesidades de nuestro carácter Él las va supliendo gradualmente mediante la transformación de nuestro viejo carácter (la vieja manera de vivir) por el nuevo (la nueva naturaleza, el carácter de Cristo, la imagen de Dios) (Rom_12:2)(2Ped_1:3-9)(2Co_3:18)(Flp_1:6).
• Finalmente se encuentran las necesidades físicas, que tienen que ver con la subsistencia, las cuales El nos garantiza (Fil_4:19)(1Ti_6:8).
• Las necesidades fisiológicas también Él ya las tiene suplidas por el hecho de ser nuestro Padre y Dios (Sal_23:1)(Sal_37:25).
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Tema para reflexionar: la vida abundante que Dios quiere para nosotros no se trata de lo material en primer lugar, sino de lo espiritual y de nuestra alma, aunque incluye lo terrenal pero como añadidura, no como el elemento fundamental.
Versículo para memorizar. 1 Tes 5:23.
Pregunta para meditar. ¿Estamos buscando realmente la vida abundante que Cristo compró para nosotros en la Cruz del Calvario? ¿Qué decisiones necesito tomar para estar más enfocado en alcanzar todo lo que esa vida abundante implica: espíritu, alma y cuerpo, en ese orden?
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(Discipulado).
La Palabra de Dios nos enseña que Jesús vino al mundo para que nosotros tuviéramos vida y vida en abundancia (Jua_10:10).
• Lo que una mayoría de nosotros entiende como vida abundante no necesariamente es lo mismo que Dios entiende por vida abundante.
• La palabra que se traduce al español como "abundante" en este versículo es la palabra griega "perissós".
• Su significado también implica superior en calidad, preeminente, ventajosa, hablando de calidad de vida.
• Y el Señor nos enseña que la vida del hombre no consiste en los bienes terrenales (Luc_12:15)
• La vida del Reino que es justicia, paz y gozo en el Espíritu (Rom_14:17).
• Esas no son cosas materiales sino cualidades del carácter.
Hoy, muchos cristianos interpretan mal esta promesa de Jesús, como que se tratara de:
• Salud perfecta, comodidades, felicidad permanente, realización de los sueños y aspiraciones, alivio instantáneo de los problemas mediante la fe y la oración, etc.
• Si bien algunos de estos elementos podrían estar involucrados eventualmente en la vida abundante, no constituyen su esencia ni el propósito principal de Dios para nuestras vidas.
• Recordemos que la vida no se trata de nosotros, sino de Dios.
Esta perspectiva (egocéntrica) trata a Dios como un Santa Claus bonachón, que debe estar comprometido con nosotros (tiene la obligación) en proveernos todo aquello que implica la búsqueda egoísta de nuestra "realización personal" (un concepto mundano para referirse a todo lo que mencionamos que son los elementos que muchos cristianos consideran que debería ser la vida abundante.
• Sin embargo debemos recordar que Dios es Dios, no nuestro sirviente.
• Que los que fuímos creados para servirle a Él somos nosotros y no Él a nosotros (aunque por amor lo hace), pero no por obligación.
• La vida no gira en torno a nosotros.
• Nosotros existimos no para nuestra "realización personal" sino para los propósitos de Dios.
Para entender el concepto de vida abundante de Dios un poco más ampliamente necesitamos entender que somos nosotros: (1Ts_5:23).
• Somos un espíritu, que tiene un alma y vive en un cuerpo.
• La parte más importante de nuestro ser es el espíritu; por lo tanto, las necesidades más importantes para Dios con respecto a nosotros son las espirituales (salvación, perdón de pecados, restauración de nuestra relación con Él, vida eterna).
• Nuestras necesidades espirituales Él las suple a través de nuestra salvación (Efe_1:3).
• Como segunda prioridad de Él son nuestras necesidades del alma (pensamientos, emociones, voluntad) es decir, las de nuestro carácter.
• Las necesidades de nuestro carácter Él las va supliendo gradualmente mediante la transformación de nuestro viejo carácter (la vieja manera de vivir) por el nuevo (la nueva naturaleza, el carácter de Cristo, la imagen de Dios) (Rom_12:2)(2Ped_1:3-9)(2Co_3:18)(Flp_1:6).
• Finalmente se encuentran las necesidades físicas, que tienen que ver con la subsistencia, las cuales El nos garantiza (Fil_4:19)(1Ti_6:8).
• Las necesidades fisiológicas también Él ya las tiene suplidas por el hecho de ser nuestro Padre y Dios (Sal_23:1)(Sal_37:25).
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Tema para reflexionar: la vida abundante que Dios quiere para nosotros no se trata de lo material en primer lugar, sino de lo espiritual y de nuestra alma, aunque incluye lo terrenal pero como añadidura, no como el elemento fundamental.
Versículo para memorizar. 1 Tes 5:23.
Pregunta para meditar. ¿Estamos buscando realmente la vida abundante que Cristo compró para nosotros en la Cruz del Calvario? ¿Qué decisiones necesito tomar para estar más enfocado en alcanzar todo lo que esa vida abundante implica: espíritu, alma y cuerpo, en ese orden?
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22
Jun
2023