Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

El proceso de una metamorfósis.



LA TRANSFORMACIÓN DE NUESTRO CARÁCTER.
(Discipulado).

Por una decisión soberana de Él, y porque el amor y la obediencia que Él espera de nosotros requiere ser un proceso voluntario y no impuesto.
• La provisión de las necesidades de la transformación de nuestro carácter la hace con nuestra colaboración: (Jua_3:30, Efe_4:22-24).
• Aunque la parte fundamental del proceso es hecha por Él por medio del Espíritu Santo (Rom_8:28-29, 2Co_3:18).
• La función primordial del Espíritu Santo en nuestra vida es producir el carácter de Cristo en nosotros.

Este proceso también es conocido en la Biblia como "santificación" y la santificación implica la obediencia creciente a la Palabra de Dios y a la dirección del Espíritu Santo (1Ts_4:3, Eze_36:27, Jua_14:15-17).
• Solo por el Espíritu Santo (no nosotros) es que nosotros podemos obedecer.
• Es el Espíritu Santo el que transforma nuestra naturaleza de hijos de desobediencia a hijos de obediencia.
• Solo el Espíritu Santo tiene el poder para hacer los cambios que se requieren en nuestro corazón para cumplir el propósito del Padre de que el carácter de Su Hijo sea formado en nosotros (Jer_17:9-10).

Sin embargo, en el proceso de transformación de nuestro carácter nosotros no somos ni pasivos ni títeres.
• El Espíritu no va a obrar en contra de nuestra voluntad, más bien va a trabajar en ella para que cooperemos en el proceso con Él (1Co_3:9, Flp_2:13).

Nuestra función en la transformación de nuestro carácter al carácter de Cristo.
• En primer lugar, necesitamos el arrepentimiento de la vieja manera de vivir.
• En segundo lugar, necesitamos anhelarlo, desearlo.
• En tercer lugar, necesitamos desarrollar la obediencia en nosotros, y la obediencia en nosotros comienza por la negación de nosotros mismos, del viejo carácter para dar paso al nuevo (Jua_3:30, Efe_4:22-24).
• Nuestra colaboración en el proceso es menguar.
• La obra del Espíritu Santo es crecer.

Por otro lado, nuestra obediencia libera el cumplimiento de las promesas de Dios de la transformación de nuestro carácter en el carácter de Cristo (además de otras muchas promesas) (2Pe_1:3-9, Deu_28:1-2, Mat_6:33).

El crecimiento y la madurez espiritual, así como el carácter de Cristo en nosotros son como una semilla.
Todo lo que Dios hace en nuestras vidas es como una semilla de mostaza (Mat_13:31-32).
Él la siembra, pero nosotros necesitamos regarla, abonarla y limpiar la tierra para que se desarrolle.
• Regarla con el agua de la Palabra (Jua_15:3) y los ríos de agua viva del Espíritu Santo (Jua_7:38-39).
• Abonarla con nuestro estudio y obediencia a la Palabra (Sal_1:1-3) y con la comunión y dirección del Espíritu Santo (Stg_4:5)(Jua_16:13).
• Limpiar la tierra: la negación de nuestra vieja manera de vivir (Efe_4:22-24).
• Esta última Escritura nos enseña tres responsabilidades que necesitamos cumplir para llegar a ser como Cristo:
• Escoger abandonar nuestra antigua manera de vivir (el carácter antiguo:pensamientos, sentimientos, emociones, voluntad, motivaciones, actitudes, decisiones, etc.).
• Cambiar nuestra manera de pensar (Rom_12:2).
• Vestirnos con el carácter de Cristo facilitándole al Espíritu la manifestación de las cualidades de Su Carácter, y por ende, cambiando nuestra manera de vivir por la manera de Dios (obediencia).


====================

Tema para reflexionar: vivir la vida abundante que Dios compró para nosotros a través de Cristo en la Cruz del Calvario está intimamente relacionada con nuestro crecimiento en la transformación de nuestro carácter al carácter de Cristo.

Versículo para memorizar. Efe 4:22-24.

Pregunta para meditar. ¿Estoy regando, abonando y limpiando la tierra de mi corazón para que la semilla de la Palabra que es sembrada en mi mediante la lectura de las Escrituras, la comunión con el Espíritu Santo y la predicación crezca fuerte y grande?



27 Jun 2023