Como el Padre produce la vida plena en nosotros (crecimiento).
Propósito de Dios:
• Que seamos salvos (1Ti_2:3-4).
• Que le sirvamos (Isa_41:9-10).
• Que seamos Sus hijos (Jua_1:12, Rom_8:15-16) y parte activa de Su familia (el Cuerpo de Cristo, 1Co_12:1-31).
• Que crezcamos en Él (discípulos, adoradores, obedientes, santos, a Su Imagen) (Mat_28:18-20, Jua_4:23-24, 1Pe_1:14-16, 1Ts_4:3, 2co_3:18).
Dios es el que produce en nosotros el crecimiento (1Co_3:6-7, Efe_4:15-16).
• El crecimiento en Él es crecer conforme a Su Imagen (Rom_8:28-29, 2Co_3:18).
Para ello Dios usa dos cosas:
• En el ámbito espiritual (Efe_6:10-13): la Palabra (Sal_119:105) y el Espíritu Santo (Jua_14:26, Jua_16:13).
• En el ámbito natural (Rom_8:28-29): todas las cosas que nos suceden, todas las personas que conozcamos y todas las experiencias que adquirámos para formar en nosotros el carácter de Cristo (2Co_3:18).
• Lo que nos agrada y lo que no nos agrada.
• Lo que nos agrada que no le gusta al Señor.
• Lo que nos agrada que le gusta al Señor.
• Lo que no nos gusta que no le agrada al Señor.
• Lo que no nos gusta que le agrada al Señor.
La única condición que Dios requiere de nosotros es que lo amemos de tal manera que anhelemos el cumplimiento de Su propósito para nosotros (Mat_22:36-38, Jua_14:15-17, Mat_7:21).
• Anhelar el cumplimiento de Su propósito en nosotros implica la decisión y la convicción de negarnos a nosotros mismos que es lo mismo a renunciar a hacer las cosas a nuestra manera, a nuestra vieja forma de pensar y vivir, a las metas y agenda que teníamos antes de conocer a Cristo (Jua_3:30).
• Negarnos es igual a obedecer a Dios.
• Para obedecer a Dios necesito:
• Conocer Su Palabra.
• Escuchar la voz del Espíritu Santo.
• Todos tenemos al Espíritu Santo.
• A todos nos habla.
• Necesitamos aprender a escuchar Su Voz.
• La voz del Espíritu Santo trae convicción (sabemos que sabemos que es Él).
• La voz de la carne (la voz del egoísmo).
• La voz de los demonios (duda, incredulidad,
Ello sucede cuando entendemos que lo mejor de la vida lo vamos a vivir cuando seguimos el diseño del Creador:
• Hacer las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios.
• Vivir de la forma que Dios nos enseña por Su Palabra y por Su Espíritu Santo.
• Buscar que Sus planes, agenda y metas para nosotros, que son mucho mejores que las nuestras (Jer_29:11, Pro_4:18) se concreten en nosotros.
Alcanzar ese entendimiento se llama "arrepentimiento" (negarnos a nosotros mismos, menguar).
• El verdadero arrepentimiento no solo implica de algunas cosas de nuestra vieja manera de vivir (los pecados evidentes).
• Implica todos los aspectos de nuestra vieja vida:
• Una vida vivida sin considerar la Sabiduría y la voluntad de Dios para nada.
• Una vida sin buscar a Dios, una vida sin la dirección de Él, sin reconocerlo como lo que verdaderamente es, Dios, y por lo tanto el gobernador supremo de todas las cosas incluídos TODOS los aspectos de nuestra vida (Rom:11:36)(Sal_24:1)(Rom_3:10-18).
El arrepentimiento es un cambio de manera de pensar, sentir, decidir, accionar, y un cambio de actitudes y motivaciones que dirige nuestra vida en una dirección opuesta a la que ibamos antes de conocer al Señor. Un ejemplo de ello es la historia del hijo pródigo (Luc_15:11-21).
• Antes del arrepentimiento ("volver en sí") iba en una dirección equivocada, destruyendo su vida.
• Volvió en sí porque comprendió que seguir viviendo su vida de acuerdo a su voluntad y decisiones era contrario a la voluntad de Dios (pecado) y la paga de ello es muerte, en tanto que vivir de acuerdo a la voluntad de Dios es vida (Rom_6:23).
• Cuando volvió en sí se produjo en él:
• Un cambio de pensamiento: "en la casa de mi padre los jornaleros tienen abundancia de pan y yo aquí perezco de hambre".
• Un cambio de sentimiento: "ya no soy digno de ser llamado su hijo".
• Un cambio de decisón: "me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra rí".
• Un cambio de acción: "y levantándose vino a su padre".
• Todo ello implicó un cambio de actitud hacia su padre y un cambio de motivación para su vida a partir de allí.
El arrepentimiento que todo cristiano necesitamos no es solo arrepentimiento con respecto a algunas cuestiones y/o pecados de nuestra vida antes y después de conocer a Cristo. Arrepentimiento significa la convicción de la necesidad de un cambio total de todos los aspectos de nuestra vida para ajustarlos total y completamente a la voluntad de Dios, aunque en algunos momentos y/o cosas ello implique que no nos guste. Jesús es nuestro ejemplo (Jua_4:34) (Jua_5:30) (Jua_6:38) (Luc_22:42).
Cuando se cumple esa condición, Dios en Su Totalidad (La Trinidad con todas Sus cualidades y atributos) estará involucrado en el proceso:
• El Padre, el Hijo (la Palabra encarnada, 2Ti_3:16-17)(Heb_4:12) y el Espíritu Santo (2Co_3:18).
Dios va a usar todas las cosas que forman parte de nuestra vida para formarnos.
• Las que nos agradan y las que no nos agradan.
• Las circunstancias pasadas y presentes (pecado, éxitos, fracasos, errores, aciertos, malas y buenas decisiones).
• Las personas (creyentes y no creyentes).
• El tiempo, nuestras habilidades, capacidades, talentos y los dones que nos ha dado.
• Nuestras limitaciones, carencias, debilidades.
La transformación de nuestro carácter al carácter de Cristo no es algo que suceda de la noche a la mañana. Es un proceso que va a durar toda nuestra vida (Flp_1:6), pero ello no implica que no vamos a comenzar a disfrutar de los resultados durante el proceso. En la medida que vamos progresando en ese camino, también nuestra vida va progresando en todos los ámbitos (3Jn_1:2).
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Tema para reflexionar: Sin arrepentimiento no hay transformación.
Versículo para memorizar. Luc_22:42.
Pregunta para meditar. ¿Hay en mi un verdadero arrepentimiento a toda la forma en que viví mi vida antes de conocer a Cristo, independientemente de que pudieron haber algunos buenos resultados en ella? ¿De qué cosas necesito arrepentirme hoy, que no me hubiera arrepentido antes?
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• Que seamos salvos (1Ti_2:3-4).
• Que le sirvamos (Isa_41:9-10).
• Que seamos Sus hijos (Jua_1:12, Rom_8:15-16) y parte activa de Su familia (el Cuerpo de Cristo, 1Co_12:1-31).
• Que crezcamos en Él (discípulos, adoradores, obedientes, santos, a Su Imagen) (Mat_28:18-20, Jua_4:23-24, 1Pe_1:14-16, 1Ts_4:3, 2co_3:18).
Dios es el que produce en nosotros el crecimiento (1Co_3:6-7, Efe_4:15-16).
• El crecimiento en Él es crecer conforme a Su Imagen (Rom_8:28-29, 2Co_3:18).
Para ello Dios usa dos cosas:
• En el ámbito espiritual (Efe_6:10-13): la Palabra (Sal_119:105) y el Espíritu Santo (Jua_14:26, Jua_16:13).
• En el ámbito natural (Rom_8:28-29): todas las cosas que nos suceden, todas las personas que conozcamos y todas las experiencias que adquirámos para formar en nosotros el carácter de Cristo (2Co_3:18).
• Lo que nos agrada y lo que no nos agrada.
• Lo que nos agrada que no le gusta al Señor.
• Lo que nos agrada que le gusta al Señor.
• Lo que no nos gusta que no le agrada al Señor.
• Lo que no nos gusta que le agrada al Señor.
La única condición que Dios requiere de nosotros es que lo amemos de tal manera que anhelemos el cumplimiento de Su propósito para nosotros (Mat_22:36-38, Jua_14:15-17, Mat_7:21).
• Anhelar el cumplimiento de Su propósito en nosotros implica la decisión y la convicción de negarnos a nosotros mismos que es lo mismo a renunciar a hacer las cosas a nuestra manera, a nuestra vieja forma de pensar y vivir, a las metas y agenda que teníamos antes de conocer a Cristo (Jua_3:30).
• Negarnos es igual a obedecer a Dios.
• Para obedecer a Dios necesito:
• Conocer Su Palabra.
• Escuchar la voz del Espíritu Santo.
• Todos tenemos al Espíritu Santo.
• A todos nos habla.
• Necesitamos aprender a escuchar Su Voz.
• La voz del Espíritu Santo trae convicción (sabemos que sabemos que es Él).
• La voz de la carne (la voz del egoísmo).
• La voz de los demonios (duda, incredulidad,
Ello sucede cuando entendemos que lo mejor de la vida lo vamos a vivir cuando seguimos el diseño del Creador:
• Hacer las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios.
• Vivir de la forma que Dios nos enseña por Su Palabra y por Su Espíritu Santo.
• Buscar que Sus planes, agenda y metas para nosotros, que son mucho mejores que las nuestras (Jer_29:11, Pro_4:18) se concreten en nosotros.
Alcanzar ese entendimiento se llama "arrepentimiento" (negarnos a nosotros mismos, menguar).
• El verdadero arrepentimiento no solo implica de algunas cosas de nuestra vieja manera de vivir (los pecados evidentes).
• Implica todos los aspectos de nuestra vieja vida:
• Una vida vivida sin considerar la Sabiduría y la voluntad de Dios para nada.
• Una vida sin buscar a Dios, una vida sin la dirección de Él, sin reconocerlo como lo que verdaderamente es, Dios, y por lo tanto el gobernador supremo de todas las cosas incluídos TODOS los aspectos de nuestra vida (Rom:11:36)(Sal_24:1)(Rom_3:10-18).
El arrepentimiento es un cambio de manera de pensar, sentir, decidir, accionar, y un cambio de actitudes y motivaciones que dirige nuestra vida en una dirección opuesta a la que ibamos antes de conocer al Señor. Un ejemplo de ello es la historia del hijo pródigo (Luc_15:11-21).
• Antes del arrepentimiento ("volver en sí") iba en una dirección equivocada, destruyendo su vida.
• Volvió en sí porque comprendió que seguir viviendo su vida de acuerdo a su voluntad y decisiones era contrario a la voluntad de Dios (pecado) y la paga de ello es muerte, en tanto que vivir de acuerdo a la voluntad de Dios es vida (Rom_6:23).
• Cuando volvió en sí se produjo en él:
• Un cambio de pensamiento: "en la casa de mi padre los jornaleros tienen abundancia de pan y yo aquí perezco de hambre".
• Un cambio de sentimiento: "ya no soy digno de ser llamado su hijo".
• Un cambio de decisón: "me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra rí".
• Un cambio de acción: "y levantándose vino a su padre".
• Todo ello implicó un cambio de actitud hacia su padre y un cambio de motivación para su vida a partir de allí.
El arrepentimiento que todo cristiano necesitamos no es solo arrepentimiento con respecto a algunas cuestiones y/o pecados de nuestra vida antes y después de conocer a Cristo. Arrepentimiento significa la convicción de la necesidad de un cambio total de todos los aspectos de nuestra vida para ajustarlos total y completamente a la voluntad de Dios, aunque en algunos momentos y/o cosas ello implique que no nos guste. Jesús es nuestro ejemplo (Jua_4:34) (Jua_5:30) (Jua_6:38) (Luc_22:42).
Cuando se cumple esa condición, Dios en Su Totalidad (La Trinidad con todas Sus cualidades y atributos) estará involucrado en el proceso:
• El Padre, el Hijo (la Palabra encarnada, 2Ti_3:16-17)(Heb_4:12) y el Espíritu Santo (2Co_3:18).
Dios va a usar todas las cosas que forman parte de nuestra vida para formarnos.
• Las que nos agradan y las que no nos agradan.
• Las circunstancias pasadas y presentes (pecado, éxitos, fracasos, errores, aciertos, malas y buenas decisiones).
• Las personas (creyentes y no creyentes).
• El tiempo, nuestras habilidades, capacidades, talentos y los dones que nos ha dado.
• Nuestras limitaciones, carencias, debilidades.
La transformación de nuestro carácter al carácter de Cristo no es algo que suceda de la noche a la mañana. Es un proceso que va a durar toda nuestra vida (Flp_1:6), pero ello no implica que no vamos a comenzar a disfrutar de los resultados durante el proceso. En la medida que vamos progresando en ese camino, también nuestra vida va progresando en todos los ámbitos (3Jn_1:2).
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Tema para reflexionar: Sin arrepentimiento no hay transformación.
Versículo para memorizar. Luc_22:42.
Pregunta para meditar. ¿Hay en mi un verdadero arrepentimiento a toda la forma en que viví mi vida antes de conocer a Cristo, independientemente de que pudieron haber algunos buenos resultados en ella? ¿De qué cosas necesito arrepentirme hoy, que no me hubiera arrepentido antes?
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04
Jul
2023