Una adoración extraordinaria.
ADORACIÓN, RENDICIÓN, ENTREGA.
(Adoración).
En el mundo moderno, cargado de conceptos de éxito, triunfo, competencia, conquistar, etc., hablar de ceder y rendirse no es muy popular.
• Pero el concepto sea popular o no en la modernidad, las Escrituras siguen siendo las mismas.
• La adoración es algo que Dios sigue buscando (Jua_4:23-24).
La adoración, aparte de ser un amor intenso, también implica un darse por vencido, ceder, ante Aquel a quién se adora.
• Darse por vencido de la vida egocéntrica.
• De tratar de ser Dios y pretender controlar nuestras vidas, las de los demás y las circunstancias (Jer_17:5-6).
• Ceder frente al Espíritu Santo que nos es dado para ayudarnos a vencer y a hacer morir las obras de la carne, de la vida egocéntrica (Rom_8:13).
• Derrota de la carne, de la vida egocéntrica (Jua_3:30)(Gal_2:20)(Rom_12:1).
Otra Palabra que la Biblia usa para adoración es la palabra "consagración":
• Una vida completamente dedicada al Señor, para Sus propósitos.
• Implica tomar la Cruz, morir al yo, a la vida egocéntrica y obedecer, seguir totalmente al Señor (Mat_16:24).
Dios es un Dios de todo o nada, un Dios de absolutos, no un Dios de medias tintas. (Apo_3:16, Mat_12:30, Luc_11:23, Deu_30:19-20, Gal_6:7-8, Rom_8:5-8, etc.
Para que podamos entregar nuestra vida plenamente al Señor en adoración, en consagración, necesitamos vencer los obstáculos que la carne, el ego, manifiesta (obviamente no quiere morir): orgullo, temor, desconfianza (incredulidad).
El orgullo, que es lo mismo que la pretensión de ser Dios.
• El ego no quiere admitir que somos criaturas débiles y sin poder (ni siquiera podemos controlar nuestras propias reacciones, pensamientos, actitudes, etc.).
• La verdadera fuerza es admitir nuestra debilidad y depender de Aquel que es Todopoderoso y nos ha sido enviado precisamente para superar esa debilidad (1Co_1:24-31, 2Co_12:9-10, Rom_8:26).
• El orgullo fue precisamente la causa de la caída de satanás (Isa_14:12-15).
• Cuando vivimos en orgullo nos parecemos a él, que es lo opuesto al carácter de Cristo.
• Por ello Dios resiste a los soberbios, orgullosos, jactanciosos, altaneros, arrogantes, vanidosos, etc., pero da mayor gracia a los humildes (1Pe_5:5, Stg_4:6).
La desconfianza o incredulidad es la falta de confianza en la Palabra de Dios, en lo que Dios dice en Su Palabra (Rom_10:17, Heb_11:6).
• Ello a su vez genera temor de entregarnos a Alguien en Quién no confiamos.
• La solución al temor es el conocimiento del amor de Dios por cada uno de nosotros, Sus hijos (1Jn_4:18, 1Jn_3:1).
• Al vencer el temor venceremos la desconfianza, la incredulidad.
• Y tanto el amor de Dios y la confianza (fe) en Dios la recibimos a través de la Palabra de Dios (Rom_10:17) y la comunión con el Espíritu Santo (Rom_8:14-16).
Una vida de adoración, rendición, consagración a Dios es la verdadera vida, porque:
• Es una vida vivida de acuerdo con el diseño de Su Creador.
• Nos creó para que tuviéramos una vida abundante, plena, bendecida (Sal_139:13-16, Jer_29:11, 3Jn_1:2).
• Es una vida sometida a la voluntad de Dios buena, agradable y perfecta (Rom_12:2).
• Es vivir en el Reino, entrar en el Reino (Jua_3:5) que es justicia, paz y gozo (Rom_14:17).
En la Biblia tenemos muchos ejemplos de este tipo de rendición y consagración:
• Por ejemplo, Abraham y Jesús.
• Ambos nos demuestran que la adoración nos conviene.
• En el caso de Abraham, Dios le dio la instrucción de que saliera de su tierra, de su casa y de su parentela hacia la tierra que Él le mostraría (no le dijo cuál).
• Abraham obedeció seguramente en contra de la oposición de su ego, y como consecuencia de su obediencia,
• Se convirtió en el patriarca de Israel.
• En el padre de la fe, y por lo mismo, de todos los que creemos en Jesús (Rom_4:11-12).
• Fué tremendamente bendecido en todos los aspectos (Gen_13:2).
• En el caso de Jesús:
• La noche antes de ser crucificado y antes de ser apresado, en el Jardín de Getsemaní, en el Monte de los Olivos oró al Padre diciéndole que, si quería que pasara la copa del sufrimiento de Él, pero que no se hiciera Su voluntad sino la del Padre.
• Por cuanto se sometió a la voluntad del Padre no solo:
• Es el autor de la salvación para todos nosotros.
• Recibió de vuelta toda Su Gloria de la que se había despojado cuando vino a la tierra,
• El Padre lo exaltó hasta lo sumo (lo más alto) y le dio un Nombre que es sobre todo Nombre ante el cual se dobla toda rodilla en la tierra como en el cielo (Flp_2:9-11) además de toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mat_28:19).
Una vida de adoración no es solamente una forma de vida, es la verdadera vida, donde se manifiesta nuestra verdadera identidad, plenitud, bienestar, etc.
La vida de adoración es una vida en libertad de las exigencias del yo, de la esclavitud del yo, del pecado, de la muerte (Jua_8:31-32); es la única manera de vivir plenamente (Efe_3:14-20) y es una vida de victoria y de plenitud (Gal_2:20, Col_1:27).
(Adoración).
En el mundo moderno, cargado de conceptos de éxito, triunfo, competencia, conquistar, etc., hablar de ceder y rendirse no es muy popular.
• Pero el concepto sea popular o no en la modernidad, las Escrituras siguen siendo las mismas.
• La adoración es algo que Dios sigue buscando (Jua_4:23-24).
La adoración, aparte de ser un amor intenso, también implica un darse por vencido, ceder, ante Aquel a quién se adora.
• Darse por vencido de la vida egocéntrica.
• De tratar de ser Dios y pretender controlar nuestras vidas, las de los demás y las circunstancias (Jer_17:5-6).
• Ceder frente al Espíritu Santo que nos es dado para ayudarnos a vencer y a hacer morir las obras de la carne, de la vida egocéntrica (Rom_8:13).
• Derrota de la carne, de la vida egocéntrica (Jua_3:30)(Gal_2:20)(Rom_12:1).
Otra Palabra que la Biblia usa para adoración es la palabra "consagración":
• Una vida completamente dedicada al Señor, para Sus propósitos.
• Implica tomar la Cruz, morir al yo, a la vida egocéntrica y obedecer, seguir totalmente al Señor (Mat_16:24).
Dios es un Dios de todo o nada, un Dios de absolutos, no un Dios de medias tintas. (Apo_3:16, Mat_12:30, Luc_11:23, Deu_30:19-20, Gal_6:7-8, Rom_8:5-8, etc.
Para que podamos entregar nuestra vida plenamente al Señor en adoración, en consagración, necesitamos vencer los obstáculos que la carne, el ego, manifiesta (obviamente no quiere morir): orgullo, temor, desconfianza (incredulidad).
El orgullo, que es lo mismo que la pretensión de ser Dios.
• El ego no quiere admitir que somos criaturas débiles y sin poder (ni siquiera podemos controlar nuestras propias reacciones, pensamientos, actitudes, etc.).
• La verdadera fuerza es admitir nuestra debilidad y depender de Aquel que es Todopoderoso y nos ha sido enviado precisamente para superar esa debilidad (1Co_1:24-31, 2Co_12:9-10, Rom_8:26).
• El orgullo fue precisamente la causa de la caída de satanás (Isa_14:12-15).
• Cuando vivimos en orgullo nos parecemos a él, que es lo opuesto al carácter de Cristo.
• Por ello Dios resiste a los soberbios, orgullosos, jactanciosos, altaneros, arrogantes, vanidosos, etc., pero da mayor gracia a los humildes (1Pe_5:5, Stg_4:6).
La desconfianza o incredulidad es la falta de confianza en la Palabra de Dios, en lo que Dios dice en Su Palabra (Rom_10:17, Heb_11:6).
• Ello a su vez genera temor de entregarnos a Alguien en Quién no confiamos.
• La solución al temor es el conocimiento del amor de Dios por cada uno de nosotros, Sus hijos (1Jn_4:18, 1Jn_3:1).
• Al vencer el temor venceremos la desconfianza, la incredulidad.
• Y tanto el amor de Dios y la confianza (fe) en Dios la recibimos a través de la Palabra de Dios (Rom_10:17) y la comunión con el Espíritu Santo (Rom_8:14-16).
Una vida de adoración, rendición, consagración a Dios es la verdadera vida, porque:
• Es una vida vivida de acuerdo con el diseño de Su Creador.
• Nos creó para que tuviéramos una vida abundante, plena, bendecida (Sal_139:13-16, Jer_29:11, 3Jn_1:2).
• Es una vida sometida a la voluntad de Dios buena, agradable y perfecta (Rom_12:2).
• Es vivir en el Reino, entrar en el Reino (Jua_3:5) que es justicia, paz y gozo (Rom_14:17).
En la Biblia tenemos muchos ejemplos de este tipo de rendición y consagración:
• Por ejemplo, Abraham y Jesús.
• Ambos nos demuestran que la adoración nos conviene.
• En el caso de Abraham, Dios le dio la instrucción de que saliera de su tierra, de su casa y de su parentela hacia la tierra que Él le mostraría (no le dijo cuál).
• Abraham obedeció seguramente en contra de la oposición de su ego, y como consecuencia de su obediencia,
• Se convirtió en el patriarca de Israel.
• En el padre de la fe, y por lo mismo, de todos los que creemos en Jesús (Rom_4:11-12).
• Fué tremendamente bendecido en todos los aspectos (Gen_13:2).
• En el caso de Jesús:
• La noche antes de ser crucificado y antes de ser apresado, en el Jardín de Getsemaní, en el Monte de los Olivos oró al Padre diciéndole que, si quería que pasara la copa del sufrimiento de Él, pero que no se hiciera Su voluntad sino la del Padre.
• Por cuanto se sometió a la voluntad del Padre no solo:
• Es el autor de la salvación para todos nosotros.
• Recibió de vuelta toda Su Gloria de la que se había despojado cuando vino a la tierra,
• El Padre lo exaltó hasta lo sumo (lo más alto) y le dio un Nombre que es sobre todo Nombre ante el cual se dobla toda rodilla en la tierra como en el cielo (Flp_2:9-11) además de toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mat_28:19).
Una vida de adoración no es solamente una forma de vida, es la verdadera vida, donde se manifiesta nuestra verdadera identidad, plenitud, bienestar, etc.
La vida de adoración es una vida en libertad de las exigencias del yo, de la esclavitud del yo, del pecado, de la muerte (Jua_8:31-32); es la única manera de vivir plenamente (Efe_3:14-20) y es una vida de victoria y de plenitud (Gal_2:20, Col_1:27).
06
Jul
2023