Perlas de la Palabra. El misterio del "Lulav".
En el Antiguo Israel, para la Fiesta de los Tabernáculos, los judíos utilizaban una fruta y unían un manojo de tres ramas, llamado en hebreo "Lulav".
• Ello derivaba del mandamiento de adorar a Dios en la fiesta de los Tabernáculos con ramas.
• Les recordaba como Dios los guio por el desierto.
• Cada cosa implicaba un lugar por donde Dios los guio.
• La más grande de las tres ramas era de una palmera.
• La palmera crece en los valles.
• Les recordaba que en sus viajes por los valles Dios estaba con ellos.
• La más pequeña con hojas verdes oscuras era de mirto.
• Este crece en las montañas.
• Les recordaba que en sus viajes por las montañas Dios también estaba con ellos.
• La tercera era una rama de color verde claro, de sauce.
• El sauce crece junto a los arroyos de aguas.
• Les recordaba que en sus viajes por los lugares secos Dios estaba con ellos y les dio agua en el desierto.
El desierto es el mundo, el viaje es esta vida.
• La palmera nos dice que no importa el valle por el que estemos pasando en nuestra vida, cuán profundo u oscuro sea, nunca estaremos solos, Él estará allí (Sal_23:4).
• El mirto nos dice que cuando pasemos tiempos rocosos, Él pasará con nosotros y nos impedirá caer.
• El sauce nos dice que, en los lugares secos y vacíos de nuestra vida, Él nunca nos dejará, se mantendrá cercano, e incluso nos dará ríos en nuestro desierto.
El fruto habla de la Tierra Prometida.
• Y su mensaje es:
• No importa lo que esté aconteciendo en nuestras vidas, no es el final (Isa_43:1-2).
• Solo es parte del viaje a nuestro destino.
• Y cuando lleguemos, daremos gracias por haber tenido un viaje bendecido (Jud_1:24-25).
• Porque nunca estuvimos solos (Sal_23:1-4).
• Porque Él estuvo con nosotros en todo momento.
• Asegurándose de que lo atravesáramos todo y llegáramos a la Tierra Prometida.
• Demos gracias siempre a Dios por todo (1Ts_5:18) porque en nuestros valles, montañas y desiertos, Él ha estado y estará con nosotros siempre.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Ello derivaba del mandamiento de adorar a Dios en la fiesta de los Tabernáculos con ramas.
• Les recordaba como Dios los guio por el desierto.
• Cada cosa implicaba un lugar por donde Dios los guio.
• La más grande de las tres ramas era de una palmera.
• La palmera crece en los valles.
• Les recordaba que en sus viajes por los valles Dios estaba con ellos.
• La más pequeña con hojas verdes oscuras era de mirto.
• Este crece en las montañas.
• Les recordaba que en sus viajes por las montañas Dios también estaba con ellos.
• La tercera era una rama de color verde claro, de sauce.
• El sauce crece junto a los arroyos de aguas.
• Les recordaba que en sus viajes por los lugares secos Dios estaba con ellos y les dio agua en el desierto.
El desierto es el mundo, el viaje es esta vida.
• La palmera nos dice que no importa el valle por el que estemos pasando en nuestra vida, cuán profundo u oscuro sea, nunca estaremos solos, Él estará allí (Sal_23:4).
• El mirto nos dice que cuando pasemos tiempos rocosos, Él pasará con nosotros y nos impedirá caer.
• El sauce nos dice que, en los lugares secos y vacíos de nuestra vida, Él nunca nos dejará, se mantendrá cercano, e incluso nos dará ríos en nuestro desierto.
El fruto habla de la Tierra Prometida.
• Y su mensaje es:
• No importa lo que esté aconteciendo en nuestras vidas, no es el final (Isa_43:1-2).
• Solo es parte del viaje a nuestro destino.
• Y cuando lleguemos, daremos gracias por haber tenido un viaje bendecido (Jud_1:24-25).
• Porque nunca estuvimos solos (Sal_23:1-4).
• Porque Él estuvo con nosotros en todo momento.
• Asegurándose de que lo atravesáramos todo y llegáramos a la Tierra Prometida.
• Demos gracias siempre a Dios por todo (1Ts_5:18) porque en nuestros valles, montañas y desiertos, Él ha estado y estará con nosotros siempre.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
02
Abr
2024