Perlas de la Palabra. Las Misericordias de Dios.
La palabra hebrea que se traduce "misericordia" al español es la palabra "Rachamim".
• En hebreo, una palabra terminada en "im" no es singular, sino plural.
• En Dan_9:9, en español dice "de Jehová es tener misericordia".
• Pero en el original la palabra para misericordia es precisamente "rachamim".
• No significa misericordia, significa misericordias.
• La misericordia de Dios es tan grande, tan fuerte y tan profunda que no puede contenerse en una sola palabra.
• "Rachamim" significa que Su misericordia no tiene fin (Lam_3:22-23).
Otra enseñanza:
• En el hebreo, la palabra para pecado está en singular (Isa_53:6).
• Pero la palabra para misericordia es plural.
• Ello significa que:
• A pesar de cuál sea nuestro pecado, a pesar de lo grande que sea, las misericordias de Dios son siempre mayores.
• A pesar de lo mucho que hayamos pecado, independientemente de cuántos pecados tengamos, las misericordias de Dios son más que nuestros pecados.
No cometamos nunca el error de pensar que hemos agotado las misericordias de Dios (2Co_1:3).
• No lo hemos hecho.
• Nunca podremos hacerlo.
• Nunca lo haremos.
Él siempre tendrá más misericordias que nosotros pecados.
• Más que suficiente para cubrir todo pecado y seguir teniendo compasión para amarnos para siempre.
• Porque lo que el Señor tiene para nosotros no es misericordia, es "rachamim".
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• En hebreo, una palabra terminada en "im" no es singular, sino plural.
• En Dan_9:9, en español dice "de Jehová es tener misericordia".
• Pero en el original la palabra para misericordia es precisamente "rachamim".
• No significa misericordia, significa misericordias.
• La misericordia de Dios es tan grande, tan fuerte y tan profunda que no puede contenerse en una sola palabra.
• "Rachamim" significa que Su misericordia no tiene fin (Lam_3:22-23).
Otra enseñanza:
• En el hebreo, la palabra para pecado está en singular (Isa_53:6).
• Pero la palabra para misericordia es plural.
• Ello significa que:
• A pesar de cuál sea nuestro pecado, a pesar de lo grande que sea, las misericordias de Dios son siempre mayores.
• A pesar de lo mucho que hayamos pecado, independientemente de cuántos pecados tengamos, las misericordias de Dios son más que nuestros pecados.
No cometamos nunca el error de pensar que hemos agotado las misericordias de Dios (2Co_1:3).
• No lo hemos hecho.
• Nunca podremos hacerlo.
• Nunca lo haremos.
Él siempre tendrá más misericordias que nosotros pecados.
• Más que suficiente para cubrir todo pecado y seguir teniendo compasión para amarnos para siempre.
• Porque lo que el Señor tiene para nosotros no es misericordia, es "rachamim".
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
05
Abr
2024