Perlas de la Palabra. El misterio de Belzebú.
Cuando fuimos creados por Dios, los seres humanos fuimos creados con una necesidad de Dios, así como con la necesidad de alimento (Ecl_3:11).
• Y ese vacío lo llenamos con Dios o lo vamos a pretender llenar con cualquier otra cosa, que se va a convertir en un substituto de Dios.
• Al ser un substituto de Dios que controla nuestras vidas y tener preeminencia sobre buscar a Dios, adorar a Dios, ser dirigido por Dios, se convierte en el anti-dios, en un ídolo.
Baal.
• Era el nombre utilizado para cualquier dios con el que Israel sustituía al Dios Verdadero, su anti-dios, el dios de su alejamiento del verdadero Dios, el dios de su apostasía.
• Y por causa de él, al final fueron destruidos.
• Siempre que se alejaban, Baal estaba ahí para encontrarse con ellos y pretender llenar el vacío.
• Era el dios de cualquier cosa que ellos decidieran poner en lugar de Dios.
• Aparecía de muchas formas diferentes y con muchos nombres distintos.
• Y siempre que nosotros nos alejemos de Dios, Baal estará allí al acecho, para encontrarse con nosotros e incitarnos a llenar el vacío con él.
• Para tentarnos con cosas que llenen el vacío, que terminen siendo el centro de nuestras vidas, controlando nuestro tiempo, dinero, decisiones, etc.
• La pareja, los hijos, la familia.
• La diversión, el deporte, el trabajo, los viajes, el descanso.
• El placer, las adicciones, la sexualidad y la sensualidad, el dinero, las cosas materiales, la riqueza, la autopromoción.
• Las redes sociales, la información, el conocimiento (no de Dios).
• La brujería, la hechicería, la adivinación, el espiritismo, el denominacionalismo, el racionalismo, el humanismo.
• El gobierno, los líderes, las autoridades, los artistas, los deportistas que sigamos como modelos.
• Etc.
• Puede ser todo lo bueno de Dios llevado más allá del límite.
• Dios nos da todas las cosas para que las disfrutemos (1Ti_6:17), no para que nos dominen sino para que nosotros las controlemos (sojuzgarlas, Gen_1:28).
Uno de los nombres por el que se le conocía era Baal Zevuv.
• Zevuv significa moscas, el señor de las moscas.
• Mas adelante fue traducido al griego y se convirtió en Belcebú, el nombre del diablo.
• El diablo tiene muchas máscaras, y Baal es una de ellas (el dios sustituto), y los baales (ídolos y/o dioses personales) son su manifestación en cualquier época, y la moderna no es la excepción.
• De modo que si alguien se aleja de Dios el diablo siempre va a estar ahí esperando, para llenar el vacío.
• Es el dios del alejamiento de esa persona (trabajo, familia, diversión, adicción, etc.).
• Cualquier cosa que la persona escoja en lugar de Dios, para tratar de llenar el vacío de su corazón, esa es la forma en la que Baal se le aparecerá.
• Por ello, cuando una nación, una familia o una persona se aleja de Dios, no pasa a ser neutral, sino al lado satánico (Apo_3:16, Mat_12:30).
• Al final, el enemigo destruye a quienes lo adoran.
• Así que cuidémonos de los ídolos (1Jn_5:21, 2Co_6:16, 1Co_10:19-20).
• Detrás de cualquier ídolo (físico o del corazón), está un demonio.
• Cuidémonos de servir a otros dioses, a los dioses de nuestros deseos (1Jn_2:15-17).
• Guardemos nuestro corazón para que Dios sea nuestro único Dios, porque al final, todo lo demás es Belcebú, el diablo.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Y ese vacío lo llenamos con Dios o lo vamos a pretender llenar con cualquier otra cosa, que se va a convertir en un substituto de Dios.
• Al ser un substituto de Dios que controla nuestras vidas y tener preeminencia sobre buscar a Dios, adorar a Dios, ser dirigido por Dios, se convierte en el anti-dios, en un ídolo.
Baal.
• Era el nombre utilizado para cualquier dios con el que Israel sustituía al Dios Verdadero, su anti-dios, el dios de su alejamiento del verdadero Dios, el dios de su apostasía.
• Y por causa de él, al final fueron destruidos.
• Siempre que se alejaban, Baal estaba ahí para encontrarse con ellos y pretender llenar el vacío.
• Era el dios de cualquier cosa que ellos decidieran poner en lugar de Dios.
• Aparecía de muchas formas diferentes y con muchos nombres distintos.
• Y siempre que nosotros nos alejemos de Dios, Baal estará allí al acecho, para encontrarse con nosotros e incitarnos a llenar el vacío con él.
• Para tentarnos con cosas que llenen el vacío, que terminen siendo el centro de nuestras vidas, controlando nuestro tiempo, dinero, decisiones, etc.
• La pareja, los hijos, la familia.
• La diversión, el deporte, el trabajo, los viajes, el descanso.
• El placer, las adicciones, la sexualidad y la sensualidad, el dinero, las cosas materiales, la riqueza, la autopromoción.
• Las redes sociales, la información, el conocimiento (no de Dios).
• La brujería, la hechicería, la adivinación, el espiritismo, el denominacionalismo, el racionalismo, el humanismo.
• El gobierno, los líderes, las autoridades, los artistas, los deportistas que sigamos como modelos.
• Etc.
• Puede ser todo lo bueno de Dios llevado más allá del límite.
• Dios nos da todas las cosas para que las disfrutemos (1Ti_6:17), no para que nos dominen sino para que nosotros las controlemos (sojuzgarlas, Gen_1:28).
Uno de los nombres por el que se le conocía era Baal Zevuv.
• Zevuv significa moscas, el señor de las moscas.
• Mas adelante fue traducido al griego y se convirtió en Belcebú, el nombre del diablo.
• El diablo tiene muchas máscaras, y Baal es una de ellas (el dios sustituto), y los baales (ídolos y/o dioses personales) son su manifestación en cualquier época, y la moderna no es la excepción.
• De modo que si alguien se aleja de Dios el diablo siempre va a estar ahí esperando, para llenar el vacío.
• Es el dios del alejamiento de esa persona (trabajo, familia, diversión, adicción, etc.).
• Cualquier cosa que la persona escoja en lugar de Dios, para tratar de llenar el vacío de su corazón, esa es la forma en la que Baal se le aparecerá.
• Por ello, cuando una nación, una familia o una persona se aleja de Dios, no pasa a ser neutral, sino al lado satánico (Apo_3:16, Mat_12:30).
• Al final, el enemigo destruye a quienes lo adoran.
• Así que cuidémonos de los ídolos (1Jn_5:21, 2Co_6:16, 1Co_10:19-20).
• Detrás de cualquier ídolo (físico o del corazón), está un demonio.
• Cuidémonos de servir a otros dioses, a los dioses de nuestros deseos (1Jn_2:15-17).
• Guardemos nuestro corazón para que Dios sea nuestro único Dios, porque al final, todo lo demás es Belcebú, el diablo.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
23
Abr
2024