Perlas de la Palabra. Jesús, la Piedra Angular.
La piedra angular es la piedra con la que se comienza cualquier edificio.
• En el Sal_118:22-23 y otros pasajes de la Escritura nos enseñan que Jesús es la piedra angular.
• Pero la palabra hebrea para piedra angular es "Rosh Pinah".
• Y no solo significa la piedra angular, sino también el toque final.
• La última piedra que completa el edificio.
• La piedra a la que todas las demás piedras llevan y donde todas convergen.
• Así que Jesús, como piedra angular, no es solo el fundamento sino el toque final de nuestra fe.
En la tradición hebrea, la profecía de la piedra angular se lee en la Pascua.
• Y fue en la Pascua que Jesús, con Su Muerte y Resurrección, se convirtió en la piedra final, en el toque final de nuestra fe (1Co_15:12-34).
• Después de Su Muerte, viene el hecho de la piedra final: Su Resurrección, los nuevos comienzos.
En la Cruz y por la Resurrección, Jesús se convirtió en la piedra final que:
• Pone fin a un mundo caído, a la maldición, a la Ley, al Antiguo Pacto, a cada pecado.
• Así como cada piedra lleva y señala a la piedra final, así todo lleva a Jesús.
• Todas las profecías, todas las sombras, toda la culpa y todos los que anhelan la redención.
• Todo converge sobre Jesús: la carga del mundo, el peso de todo pecado, el embate de toda maldad y el juicio de Dios (Isa_53:6, Isa_53:12).
La piedra final es con la que se termina el trabajo: "Consumado es" (Jua_19:30).
• Y para cada vida que a Él acude, Él se convierte en la piedra final:
• El final de sus pecados, el final de su pasado tenebroso, el final de su pasado caído, y la terminación de todo lo que faltaba (Sal_23:1-6).
• Solo después de que ha terminado lo viejo puede haber un nuevo comienzo.
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• En el Sal_118:22-23 y otros pasajes de la Escritura nos enseñan que Jesús es la piedra angular.
• Pero la palabra hebrea para piedra angular es "Rosh Pinah".
• Y no solo significa la piedra angular, sino también el toque final.
• La última piedra que completa el edificio.
• La piedra a la que todas las demás piedras llevan y donde todas convergen.
• Así que Jesús, como piedra angular, no es solo el fundamento sino el toque final de nuestra fe.
En la tradición hebrea, la profecía de la piedra angular se lee en la Pascua.
• Y fue en la Pascua que Jesús, con Su Muerte y Resurrección, se convirtió en la piedra final, en el toque final de nuestra fe (1Co_15:12-34).
• Después de Su Muerte, viene el hecho de la piedra final: Su Resurrección, los nuevos comienzos.
En la Cruz y por la Resurrección, Jesús se convirtió en la piedra final que:
• Pone fin a un mundo caído, a la maldición, a la Ley, al Antiguo Pacto, a cada pecado.
• Así como cada piedra lleva y señala a la piedra final, así todo lleva a Jesús.
• Todas las profecías, todas las sombras, toda la culpa y todos los que anhelan la redención.
• Todo converge sobre Jesús: la carga del mundo, el peso de todo pecado, el embate de toda maldad y el juicio de Dios (Isa_53:6, Isa_53:12).
La piedra final es con la que se termina el trabajo: "Consumado es" (Jua_19:30).
• Y para cada vida que a Él acude, Él se convierte en la piedra final:
• El final de sus pecados, el final de su pasado tenebroso, el final de su pasado caído, y la terminación de todo lo que faltaba (Sal_23:1-6).
• Solo después de que ha terminado lo viejo puede haber un nuevo comienzo.
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
20
Mayo
2024