Perla. Bendición. La importancia profética de la bendición.
En el tiempo posterior al nacimiento de Jesús, Herodes mandó a matar a los niños de Belén en un intento de matar al Mesías (Mat_2:16-18).
• Pero ese hecho comienza siglos atrás.
• Cuando Isaac bendijo a Jacob, le dijo que tendría dominio sobre sus hermanos y que hombres se inclinarían delante de él (Gen_27:27-29).
• Pero cuando Isaac bendijo a Esaú, le dijo que viviría por la espada y bajo el dominio de su hermano Jacob (Gen_27:39-40).
• Los descendientes de Jacob son el pueblo judío.
• Los descendientes de Esaú fueron el pueblo edomita (Gen_36:1), y en tiempos del imperio romano se les conoció como los idumeos.
• Y la bendición profética de Isaac se cumplió.
• Los edomitas vivieron bajo el dominio de los israelitas.
• Pero un poco antes del nacimiento de Jesús algo extraño ocurrió:
• Un idumeo se convirtió en rey de Israel; un hijo de Esaú reinó sobre los hijos de Jacob: Herodes.
• Era la antigua batalla.
• Esaú luchando por la primogenitura y la bendición e intentando tener dominio sobre Jacob.
• Pero entonces ocurrió otra cosa extraordinaria:
• Nació Jesús el Mesías, el Rey de los judíos (Pilatos fue un canal del cumplimiento profético, Mar_15:2, Mar_15:12, Jua_19:19).
• Jesús era un hijo de Jacob, y, por lo tanto, tenía la verdadera primogenitura y la verdadera bendición de dominio y señorío.
Esaú y Jacob, Herodes y el Mesías.
• Y así como Esaú planeo matar a Jacob, así Herodes, el hijo de Esaú, planeó matar a Jesús, el hijo de Jacob.
• Detrás de todo ello estaba el antiguo misterio.
• Y el misterio nos enseña cuan crucial es que recibamos la bendición.
• Sin ella, pasaremos toda nuestra vida tratando de compensar su ausencia.
• Es ahora cuando necesitamos recibir de nuestro Padre celestial Su bendición y Su primogenitura (Heb_12:22-23).
• Porque si Jesús es nuestro Rey, estamos bajo el reino de Jacob.
• El reino de los que han recibido la bendición (Efe_1:3).
• El reino de los benditos.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Pero ese hecho comienza siglos atrás.
• Cuando Isaac bendijo a Jacob, le dijo que tendría dominio sobre sus hermanos y que hombres se inclinarían delante de él (Gen_27:27-29).
• Pero cuando Isaac bendijo a Esaú, le dijo que viviría por la espada y bajo el dominio de su hermano Jacob (Gen_27:39-40).
• Los descendientes de Jacob son el pueblo judío.
• Los descendientes de Esaú fueron el pueblo edomita (Gen_36:1), y en tiempos del imperio romano se les conoció como los idumeos.
• Y la bendición profética de Isaac se cumplió.
• Los edomitas vivieron bajo el dominio de los israelitas.
• Pero un poco antes del nacimiento de Jesús algo extraño ocurrió:
• Un idumeo se convirtió en rey de Israel; un hijo de Esaú reinó sobre los hijos de Jacob: Herodes.
• Era la antigua batalla.
• Esaú luchando por la primogenitura y la bendición e intentando tener dominio sobre Jacob.
• Pero entonces ocurrió otra cosa extraordinaria:
• Nació Jesús el Mesías, el Rey de los judíos (Pilatos fue un canal del cumplimiento profético, Mar_15:2, Mar_15:12, Jua_19:19).
• Jesús era un hijo de Jacob, y, por lo tanto, tenía la verdadera primogenitura y la verdadera bendición de dominio y señorío.
Esaú y Jacob, Herodes y el Mesías.
• Y así como Esaú planeo matar a Jacob, así Herodes, el hijo de Esaú, planeó matar a Jesús, el hijo de Jacob.
• Detrás de todo ello estaba el antiguo misterio.
• Y el misterio nos enseña cuan crucial es que recibamos la bendición.
• Sin ella, pasaremos toda nuestra vida tratando de compensar su ausencia.
• Es ahora cuando necesitamos recibir de nuestro Padre celestial Su bendición y Su primogenitura (Heb_12:22-23).
• Porque si Jesús es nuestro Rey, estamos bajo el reino de Jacob.
• El reino de los que han recibido la bendición (Efe_1:3).
• El reino de los benditos.
Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
24
Mayo
2024