Estudio Bíblico

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Perla. El poder de ser fructíferos.



Desde la creación, Dios nos diseñó y ordenó para que fuéramos fructíferos (Gen_1:28, Gen_2:15).
• Más allá del fruto físico, estábamos llamados a dar también los frutos de amor, justicia, verdad, gozo, paz, piedad y muchos más.
• Pero con la caída y el comienzo del pecado perdimos nuestra capacidad de ser plenamente fructíferos, de dar el fruto que fuimos creados para dar.

Jesús resucitó el día de las primicias (1Co_15:20).
• Tenía que ver con el fruto.
• De modo que la resurrección tiene que ver con:
• El poder de la productividad.
• Pero también con el poder de dar las primicias (2Cr_31:5, Pro_3:9-10).
• Dar los frutos de Dios en circunstancias en las que esos frutos nunca se han dado (Mat_5:44).
• El poder del arrepentimiento donde no ha habido arrepentimiento.
• El poder de tener esperanza donde no hay esperanza.
• El poder de dar amor donde no hay amor.
• El poder de tener gozo donde no hay gozo.
• El poder de perdonar donde no ha habido perdón.
• El poder de la victoria donde no ha habido victorial.
• El poder de la vida donde no hay vida.

Recordemos, la resurrección de Cristo se trata:
• No solo de ser productivos.
• Sino de dar las primicias, los primeros frutos de todo (en lo material, lo emocional y lo espiritual, Mat_10:8).


Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.

21 Jun 2024