Estudio Bíblico

El Cordero que se usaba en los tiempos del Antiguo Testamento, y en los tiempos de Jesús, no podía ser cualquier cordero.
• Tenía que ser de un tipo especial, un cordero "Tamim" (Exo_12:5).
• Para poder librar a los hebreos de su esclavitud del pecado tenía que ser sin mancha, inmaculado, puro, entero, inocente, sin defecto.
• Y Jesús es el Cordero de la Pascua.
• Y si Él es el Cordero de la Pascua, entonces tenía que ser un Cordero Tamim.
• Sin defecto para que los defectos de nuestro pasado fueran borrados.
• Sin mancha para que nuestras manchas pudieran ser desechas.
• Inocente y puro para poder llevarse todas las impurezas de nuestras vidas.

Y del Cordero de la Pascua, Jesús recibimos el poder del Tamin, el milagro del Tamim (estamos en Él, 2Co_5:17).
• Los culpables somos vueltos inocentes.
• Los impuros podemos vivir una vida sin mancha, con un historial y una conciencia limpias.
• Con recuerdos sin mancha.
• Aplicando la Sangre del Cordero de la Pascua a nuestras propias vidas (1Pe_1:18-19).
• Igualmente lo debemos aplicar a cada remordimiento, impureza del pasado, nuestra memoria, nuestra conciencia y nuestra vida (2Co_5:17, Heb_12:1, 1Co_5:7)
• Porque de la misma forma que Él es sin mancha, puro, limpio, inocente y entero, a nosotros ahora nos ha dado el poder de hacernos igual a Él, al Tamim (Efe_5:25-27).



Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.