Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Dios, nuestro Padre, el Labrador.



En el principio Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza (Gen_1:26-27).
• Y lo puso en el huerto del Edén (Gen_2:15).
• Para que lo cuidara y lo labrara, lo que implica que era un labrador.

Si fuimos hechos a imagen de Dios, como labradores, entonces Dios es un Labrador, el Gran Labrador.
• De hecho, eso es lo que dice Jesús del Padre (Jua_15:1).
• La creación es Su huerto.
• Él la guarda, Él la cuida y Él siembra en él Su semilla (Mat_13:3-9, Mat_13:24-30, Mat_13:31-32).
• Él siembra Su Palabra en la creación y su vida en el huerto, para que pueda dar fruto.

En un tiempo, en el pasado, el huerto no estaba dando el fruto que debía.
• Por lo tanto, el Labrador entró en el huerto para que el huerto pudiera dar fruto.
• Dios, en Cristo, vino a Su Creación terrenal para que pudiera producir vida.
• Y cuando Él apareció después de su resurrección lo tomaron por un labrador (Jua_20:13-15).
• Y como el sepulcro estaba en un huerto, el primer fruto que dio ese huerto fue Vida.

Nosotros somos Su huerto (Jua_15:1-5).
• Dejemos que el Labrador venga a su huerto (Apo_3:20, salvación).
• Dejemos que el Labrador pode las ramas que no están dando fruto para Él y las que ya están dando fruto, para que produzcan fruto, más fruto y mucho fruto (transformación, Jua_3:30, 2Co_3:18).
• Que Él are Su tierra, siembre Su semilla y produzca Su vida nueva (Jua_14:6).
• Porque cada huerto que Él toca dará el fruto que debía dar.


Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.

04 Jul 2024