El discípulo.
EL VERDADERO DISCÍPULO.
Mat 16:24-25, Mar 8:34-35, Luc 9:23-24.
• Morir al mundo y a las cosas del mundo, a lo terrenal.
• No es aislarnos del mundo, sino vivir en la tierra con los principios del cielo.
• Hacer lo que hace el mundo (que no sea pecado) pero según lo que dice la Palabra.
• Negarnos a nosotros mismos (deseos, pensamientos, sentimientos, gustos).
• Que ya no sean los nuestros, sino sean los de Cristo (Jn 3.30, Gal 2.20)
• Seguirle (obedecerle).
Mat 10:24-25, Luc 6:40:
• El discípulo no es más que su maestro.
• Ser como su maestro en carácter y conocimiento.
• 2 Cor 3:6: la letra sola mata, más el Espíritu (sumado al conocimiento) produce vida.
• Jn 6:63: las Palabras de Jesús son Espíritu y son vida.
• Jn 8:31-32: permanecer en Su Palabra, conocerla, entenderla, meditarla, hacerla.
• 2 Tim 2:2: lo que has oído de mí, eso también enseña a otros.
LOS FRUTOS DEL DISCÍPULO (EFE 4:11-16).
Hacer la obra del ministerio (evangelizar a los incrédulos) (Prov 11:30).
La edificación (fuerte) del Cuerpo: ser discipulado y discipular a otros.
La unidad de la fe (conocimiento de la Palabra): la fe viene por oír la Palabra de Dios (Rom 10:17).
Conocimiento de Dios (relación, intimidad, constante) (Jn 17:3).
Estatura del varón perfecto (carácter) (Rom 8:28-29): un carácter como el de Cristo.
Plenitud de Cristo (servicio, ministerio (Mar 10:42-45): un servicio como el de Cristo.
Firmeza doctrinal (1 Cor 10:12, Heb 3:6, Heb 3:14, Heb 10:23),
Seguir la verdad en amor (2 Jn 1:4-6, 1 Cor 13.1-8).
Crecer en todo en Cristo (Col 1:10).
Construír la unidad del Cuerpo de Cristo (Rom 12:1-21).
Ejercicio de los dones (1 Cor 12:24-31).
EL ALMA DEL DISCÍPULO.
Corazón bueno y recto.
Mente: retienen, oyen y reciben, y entienden la Palabra.
Perseverancia: compromiso.
Dan fruto (Jn 15:8), el fruto del Espíritu (Gal 5:22-23): amor.
• Gozo: la música del amor.
• Paz: el acuerdo del amor.
• Paciencia: la persistencia del amor.
• Benignidad: el servicio del amor.
• Bondad: la conducta del amor.
• Fe (fidelidad): la medida del amor.
• Mansedumbre (humildad): el estado de ánimo y la fortaleza del amor.
• Templanza (dominio propio): el gobierno del amor.
CARACTERÍSTICAS DE UN DISCÍPULO QUE OTROS NOTAN:
Estudia y práctica continuamente la Palabra: es un discípulo en constante crecimiento, todos los días y no sólo en la iglesia.
Muestra el amor de Cristo en todo lo que hace y hacia todas las personas. Su andar con Cristo lleva fruto, los resultados del amor.
Es de una sola mente en su servicio para Cristo: compromiso.
Cristo está encargado de su vida: contentamiento, victoria y crecimiento.
No está enamorado de las cosas de este mundo sino de las cosas del Señor.
Mat 16:24-25, Mar 8:34-35, Luc 9:23-24.
• Morir al mundo y a las cosas del mundo, a lo terrenal.
• No es aislarnos del mundo, sino vivir en la tierra con los principios del cielo.
• Hacer lo que hace el mundo (que no sea pecado) pero según lo que dice la Palabra.
• Negarnos a nosotros mismos (deseos, pensamientos, sentimientos, gustos).
• Que ya no sean los nuestros, sino sean los de Cristo (Jn 3.30, Gal 2.20)
• Seguirle (obedecerle).
Mat 10:24-25, Luc 6:40:
• El discípulo no es más que su maestro.
• Ser como su maestro en carácter y conocimiento.
• 2 Cor 3:6: la letra sola mata, más el Espíritu (sumado al conocimiento) produce vida.
• Jn 6:63: las Palabras de Jesús son Espíritu y son vida.
• Jn 8:31-32: permanecer en Su Palabra, conocerla, entenderla, meditarla, hacerla.
• 2 Tim 2:2: lo que has oído de mí, eso también enseña a otros.
LOS FRUTOS DEL DISCÍPULO (EFE 4:11-16).
Hacer la obra del ministerio (evangelizar a los incrédulos) (Prov 11:30).
La edificación (fuerte) del Cuerpo: ser discipulado y discipular a otros.
La unidad de la fe (conocimiento de la Palabra): la fe viene por oír la Palabra de Dios (Rom 10:17).
Conocimiento de Dios (relación, intimidad, constante) (Jn 17:3).
Estatura del varón perfecto (carácter) (Rom 8:28-29): un carácter como el de Cristo.
Plenitud de Cristo (servicio, ministerio (Mar 10:42-45): un servicio como el de Cristo.
Firmeza doctrinal (1 Cor 10:12, Heb 3:6, Heb 3:14, Heb 10:23),
Seguir la verdad en amor (2 Jn 1:4-6, 1 Cor 13.1-8).
Crecer en todo en Cristo (Col 1:10).
Construír la unidad del Cuerpo de Cristo (Rom 12:1-21).
Ejercicio de los dones (1 Cor 12:24-31).
EL ALMA DEL DISCÍPULO.
Corazón bueno y recto.
Mente: retienen, oyen y reciben, y entienden la Palabra.
Perseverancia: compromiso.
Dan fruto (Jn 15:8), el fruto del Espíritu (Gal 5:22-23): amor.
• Gozo: la música del amor.
• Paz: el acuerdo del amor.
• Paciencia: la persistencia del amor.
• Benignidad: el servicio del amor.
• Bondad: la conducta del amor.
• Fe (fidelidad): la medida del amor.
• Mansedumbre (humildad): el estado de ánimo y la fortaleza del amor.
• Templanza (dominio propio): el gobierno del amor.
CARACTERÍSTICAS DE UN DISCÍPULO QUE OTROS NOTAN:
Estudia y práctica continuamente la Palabra: es un discípulo en constante crecimiento, todos los días y no sólo en la iglesia.
Muestra el amor de Cristo en todo lo que hace y hacia todas las personas. Su andar con Cristo lleva fruto, los resultados del amor.
Es de una sola mente en su servicio para Cristo: compromiso.
Cristo está encargado de su vida: contentamiento, victoria y crecimiento.
No está enamorado de las cosas de este mundo sino de las cosas del Señor.
05
Ene
2009