Estudio Bíblico

La Palabra en Jua_3:3-5 nos enseña que los que creemos en Jesucristo es necesario que nazcamos del Espíritu.
• Por otro lado, la Palabra también nos enseña que hemos nacido por la semilla incorruptible de la Palabra de Dios (1Pe_1:23).
• De tal manera que tenemos:
• A Aquel de Quién nacemos (Dios por el Espíritu Santo).
• La semilla de la que nacemos (la Palabra de Dios).
• Pero todo nacimiento necesita un vientre (lo natural responde a lo espiritual, Heb_11:3).
• ¿Cuál es entonces, el vientre de Dios?

En hebreo, la palabra para vientre es "Rechem".
• Viene de la palabra "Racham".
• "Racham" es compasión profunda y tierna, misericordia.

Las dos palabras, entonces están relacionadas.
• La misericordia de Dios es como un vientre.
• Su amor y misericordia es lo que nos hace nacer de nuevo.
• Y el nacer de nuevo es el camino para vivir la vida en plenitud (Jua_3:3-5).
• No podemos meternos de nuevo en el vientre de nuestra madre.
• Pero podemos refugiarnos en la misericordia del Padre, el Vientre de la misericordia de Dios.
• Y esa misericordia, ese Rechem y Racham.
• Es la que nos guarda a lo largo de nuestra vida y como un vientre cósmico, nos prepara para la vida en la eternidad.
• Y mientras, nos sostiene, nos nutre, nos protege del mal, como el vientre de nuestra madre antes de nacer a esta vida terrenal.


Bibliografía: "El Libro de los Misterios", Jonathan Cahn.