Las tareas de la mujer en el plan de Dios.
LAS TAREAS DE LA MUJER.
LA MUJER COMO MEJORADORA.
La mujer fue colocado por Dios en el Edén para ejercer dominio junto con el varón (Gen 1:28).
La mujer es la compañera del varón (Gen 2:18, Gen 2:23-25, Gen 1:28).
La mujer es buena para el varón (Gen 1:31, Gen 2:18).
La mujer es ayuda para el varón (Gen 2:18).
Una mujer puede ayudar grandemente a un varón en su vida espiritual, emocional y física, si este le permite ayudarlo.
Algunos varones solo necesitan una buena palabra de una buena mujer.
La mujer comparte la visión del varón (Gen 1:28, Ecle 4:9-12, Amo 3:3, Hab 2:2-4).
El mundo está lleno de mujeres frustradas que están viviendo con hombres que no van a ningún lado.
En la función de dominio de la mujer como mejoradora, ella es líder conjuntamente con el varón: ella comparte su visión y trabaja con él para cumplir aquello para lo cual ambos fueron creados.
La mujer toma en sí quién es el varón y lo que el varón tiene y lo amplifica y extiende.
Activa, motiva, habilita al varón para que cumpla la visión y el propósito para el cual ambos fueron creados (o también lo “castra”).
Una de las maneras en que la mujer ayuda al varón a cumplir la visión es teniéndole respeto.
De esa manera el liderazgo de él es efectivo y la visión compartida de ellos se convierte en realidad.
Cuando la mujer decide que está cansada de ayudar y que se va a convertir en el jefe su hogar se mete en problemas.
Cuando una esposa decide que quiere una visión completamente diferente para su vida en lugar de la visión de su esposo, lo que se produce en el hogar es di-visión.
La mujer es adaptable al varón (Gen 2:18, Gen 2:23-25).
La mujer se adapta a la fuente de recursos de donde vino.
Si una mujer entra en una situación o en un medio ambiente nuevo o extraño, ella tiene una mayor tendencia y facilidad a adaptarse a ello que el varón.
Debido a que ella es movida por estímulos del medio ambiente, ella es más emocional que el varón.
Cualquier cosa que el hombre le da a la mujer, o le deja de dar, la mujer generalmente tratará de adaptarse a ello (aunque, si es contrario a la naturaleza original del varón y de ella, no va a estar contenta).
La mujer no solo mejora la vida del varón, también mejora su propia vida.
En todas las manera en que la mujer mejore la vida del varón, ella también va a estar mejorando su propia vida.
Es una con el varón.
Es líder conjunta y participante de la visión de dominio: mejora de todo el ambiente que la rodea.
LA MUJER COMO REFLECTORA.
La mujer refleja todo lo que el varón es, así como Cristo refleja todo lo que el Padre es y la iglesia refleja todo lo que Cristo es. La mujer refleja el amor que el varón le da.
La mujer fue diseñada para recibir amor (Efe 5:25, 28, 33) y para funcionar en amor.
Como ella es reflectora, el amor que recibe, lo va a reflejar dándolo; por eso Pablo escribe en Efe 5:28 que el que ama a su mujer a sí mismo se ama.
La mujer necesita recibir amor expresado a través del afecto manifestado en palabras o en gestos. Muchos varones creen que ellos están expresando el amor adecuadamente a sus esposas al proveerles con las cosas básicas de la vida, o por medio de regalos costosos: esas cosas, desde la perspectiva de la mujer, no expresan el verdadero amor.
La mujer necesita ser amada tal y como Cristo amó a la iglesia (Efe 5:26-27). Si un varón va a dar amor a su esposa tiene que andar en la compañía de Jesús para aprender a amar como El ama.
El varón debe santificar a su esposa: ponerla aparte y en un lugar muy especial en su corazón y en su vida y valorarla como el tesoro y la joya más preciosa.
El varón edifica la autoestima de la mujer (o la destruye).
La mujer representa la naturaleza del varón. Jesús mandó a la iglesia al mundo para que fuera un reflejo de Si mismo: para que reflejara Su naturaleza.
Dios es amor; porque Dios es amor, Cristo es amor porque El refleja al Padre. La iglesia debe reflejar amor porque es la plenitud de Cristo; por ello Jesús dijo que en eso conocerán que somos sus discípulos (Jn 13:35).
La mujer refleja todo lo que el varón es (1 Cor 11:7). Ella debería reflejar la esencia de todo aquello para lo que Dios creó al varón a Su imagen.
Frecuentemente los varones se encuentran en posiciones de autoridad sobre las mujeres, ejerciendo influencia sobre las perspectivas y actitudes de las mujeres.
Ellos deberían tratar a las mujeres con bondad y con amor cristiano para no apagar la naturaleza que Dios les ha dado a ellas.
LA MUJER COMO DADORA DE VIDA.
La mujer fue hecha por Dios para tener vientre y multiplicar la vida física. Pero no solo eso; ella también tiene vientres emocionales, mentales y espirituales.
Cualquier cosa que se le de a una mujer, ella lo va a multiplicar.
La mujer es una “incubadora” por naturaleza: ha sido dotado de muchas habilidades creativas que pueden ayudar a sus seres queridos, a ella misma y al mundo a desarrollarse.
Tiene una habilidad transformadora: inclinación a desarrollar y a darle nueva vida a las cosas.
• Ve las posibilidades y el potencial.
• Calcula las palabras, las acciones y las relaciones entre las cosas.
• Procesa las palabras, ideas, necesidades y problemas.
• Concibe e inventa.
• Desarrolla ideas, planes y programas.
• Protege lo que ha recibido mientras lo desarrolla.
• Produce algo completamente nuevo de aquello que ha recibido.
• Multiplica todo lo que se le dá.
El vientre emocional: todo lo que un varón le da a una mujer, lo va a recibir devuelto, en una forma diferente.
Lo bueno, positivo, estimulante lo va a cosechar rápidamente.
Lo malo, negativo, frustrante lo va a cosechar más lento, pero seguro.
La mujer va a incubar las palabras del varón: éste tiene que cuidar mucho lo que le dice a la mujer porque ella no olvida (Isa 49:15).
La mujer es una multiplicadora.
La iglesia recibió 11 discípulos y a Pablo, y los multiplicó en millones de creyentes.
La samaritana: lo que Jesús le dijo, lo multiplicó en cientos de creyentes.
La resurrección. el mensaje lo recibieron las mujeres y ellas lo multiplicaron y lo esparcieron.
La oración generalmente convoca más mujeres que varones porque ellas tienen la capacidad de incubar la petición hasta que la dan a luz.
La mujer fue hecha por Dios para dar vida.
Cualquier cosa que un varón necesite ella se las va a ingeniar para hacerla y suplir la necesidad del varón (“necesita el toque de una mujer”).
Muchas mujeres tienen grandes dones de incubación no desarrollados; han sido tan golpeadas, menospreciadas, insultadas, desvalorizadas, disminuídas, por la vida y por las expresiones insultantes e hirientes de otros (varones y mujeres) que rara vez se arriesgan a usar estos dones.
LA MUJER COMO CONSEJERA.
Ayuda idónea también significa consejera.
La perspectiva particular desde la cual la mujer enfoca las cosas (inteligencia emocional) es complementaria a la que utiliza el varón (inteligencia racional).
La perspectiva completa no está en una sola de ellas, sino en la combinación de ambas.
Cuando un varón recurre a la mujer en busca de consejo, seguramente obtendrá una perspectiva más amplia de las cosas (aunque la mujer no esté totalmente en lo cierto).
Cuando un varón sabe que una mujer es una incubadora (dadora de vida, transformadora, veedora de las posibilidades y el potencial, relacionadora, desarrolladora de ideas, planes y programas, etc.) puede ser cuidadoso y considerar lo que le dice ella (Gen 21:12).
• En la multitud de consejeros hay seguridad (Prov 11:14).
• En la multitud de consejeros está la victoria (Prov 24:6).
• El corazón de su marido está en ella confiado (Prov 31:11-12).
LA MUJER COMO MEJORADORA.
La mujer fue colocado por Dios en el Edén para ejercer dominio junto con el varón (Gen 1:28).
La mujer es la compañera del varón (Gen 2:18, Gen 2:23-25, Gen 1:28).
La mujer es buena para el varón (Gen 1:31, Gen 2:18).
La mujer es ayuda para el varón (Gen 2:18).
Una mujer puede ayudar grandemente a un varón en su vida espiritual, emocional y física, si este le permite ayudarlo.
Algunos varones solo necesitan una buena palabra de una buena mujer.
La mujer comparte la visión del varón (Gen 1:28, Ecle 4:9-12, Amo 3:3, Hab 2:2-4).
El mundo está lleno de mujeres frustradas que están viviendo con hombres que no van a ningún lado.
En la función de dominio de la mujer como mejoradora, ella es líder conjuntamente con el varón: ella comparte su visión y trabaja con él para cumplir aquello para lo cual ambos fueron creados.
La mujer toma en sí quién es el varón y lo que el varón tiene y lo amplifica y extiende.
Activa, motiva, habilita al varón para que cumpla la visión y el propósito para el cual ambos fueron creados (o también lo “castra”).
Una de las maneras en que la mujer ayuda al varón a cumplir la visión es teniéndole respeto.
De esa manera el liderazgo de él es efectivo y la visión compartida de ellos se convierte en realidad.
Cuando la mujer decide que está cansada de ayudar y que se va a convertir en el jefe su hogar se mete en problemas.
Cuando una esposa decide que quiere una visión completamente diferente para su vida en lugar de la visión de su esposo, lo que se produce en el hogar es di-visión.
La mujer es adaptable al varón (Gen 2:18, Gen 2:23-25).
La mujer se adapta a la fuente de recursos de donde vino.
Si una mujer entra en una situación o en un medio ambiente nuevo o extraño, ella tiene una mayor tendencia y facilidad a adaptarse a ello que el varón.
Debido a que ella es movida por estímulos del medio ambiente, ella es más emocional que el varón.
Cualquier cosa que el hombre le da a la mujer, o le deja de dar, la mujer generalmente tratará de adaptarse a ello (aunque, si es contrario a la naturaleza original del varón y de ella, no va a estar contenta).
La mujer no solo mejora la vida del varón, también mejora su propia vida.
En todas las manera en que la mujer mejore la vida del varón, ella también va a estar mejorando su propia vida.
Es una con el varón.
Es líder conjunta y participante de la visión de dominio: mejora de todo el ambiente que la rodea.
LA MUJER COMO REFLECTORA.
La mujer refleja todo lo que el varón es, así como Cristo refleja todo lo que el Padre es y la iglesia refleja todo lo que Cristo es. La mujer refleja el amor que el varón le da.
La mujer fue diseñada para recibir amor (Efe 5:25, 28, 33) y para funcionar en amor.
Como ella es reflectora, el amor que recibe, lo va a reflejar dándolo; por eso Pablo escribe en Efe 5:28 que el que ama a su mujer a sí mismo se ama.
La mujer necesita recibir amor expresado a través del afecto manifestado en palabras o en gestos. Muchos varones creen que ellos están expresando el amor adecuadamente a sus esposas al proveerles con las cosas básicas de la vida, o por medio de regalos costosos: esas cosas, desde la perspectiva de la mujer, no expresan el verdadero amor.
La mujer necesita ser amada tal y como Cristo amó a la iglesia (Efe 5:26-27). Si un varón va a dar amor a su esposa tiene que andar en la compañía de Jesús para aprender a amar como El ama.
El varón debe santificar a su esposa: ponerla aparte y en un lugar muy especial en su corazón y en su vida y valorarla como el tesoro y la joya más preciosa.
El varón edifica la autoestima de la mujer (o la destruye).
La mujer representa la naturaleza del varón. Jesús mandó a la iglesia al mundo para que fuera un reflejo de Si mismo: para que reflejara Su naturaleza.
Dios es amor; porque Dios es amor, Cristo es amor porque El refleja al Padre. La iglesia debe reflejar amor porque es la plenitud de Cristo; por ello Jesús dijo que en eso conocerán que somos sus discípulos (Jn 13:35).
La mujer refleja todo lo que el varón es (1 Cor 11:7). Ella debería reflejar la esencia de todo aquello para lo que Dios creó al varón a Su imagen.
Frecuentemente los varones se encuentran en posiciones de autoridad sobre las mujeres, ejerciendo influencia sobre las perspectivas y actitudes de las mujeres.
Ellos deberían tratar a las mujeres con bondad y con amor cristiano para no apagar la naturaleza que Dios les ha dado a ellas.
LA MUJER COMO DADORA DE VIDA.
La mujer fue hecha por Dios para tener vientre y multiplicar la vida física. Pero no solo eso; ella también tiene vientres emocionales, mentales y espirituales.
Cualquier cosa que se le de a una mujer, ella lo va a multiplicar.
La mujer es una “incubadora” por naturaleza: ha sido dotado de muchas habilidades creativas que pueden ayudar a sus seres queridos, a ella misma y al mundo a desarrollarse.
Tiene una habilidad transformadora: inclinación a desarrollar y a darle nueva vida a las cosas.
• Ve las posibilidades y el potencial.
• Calcula las palabras, las acciones y las relaciones entre las cosas.
• Procesa las palabras, ideas, necesidades y problemas.
• Concibe e inventa.
• Desarrolla ideas, planes y programas.
• Protege lo que ha recibido mientras lo desarrolla.
• Produce algo completamente nuevo de aquello que ha recibido.
• Multiplica todo lo que se le dá.
El vientre emocional: todo lo que un varón le da a una mujer, lo va a recibir devuelto, en una forma diferente.
Lo bueno, positivo, estimulante lo va a cosechar rápidamente.
Lo malo, negativo, frustrante lo va a cosechar más lento, pero seguro.
La mujer va a incubar las palabras del varón: éste tiene que cuidar mucho lo que le dice a la mujer porque ella no olvida (Isa 49:15).
La mujer es una multiplicadora.
La iglesia recibió 11 discípulos y a Pablo, y los multiplicó en millones de creyentes.
La samaritana: lo que Jesús le dijo, lo multiplicó en cientos de creyentes.
La resurrección. el mensaje lo recibieron las mujeres y ellas lo multiplicaron y lo esparcieron.
La oración generalmente convoca más mujeres que varones porque ellas tienen la capacidad de incubar la petición hasta que la dan a luz.
La mujer fue hecha por Dios para dar vida.
Cualquier cosa que un varón necesite ella se las va a ingeniar para hacerla y suplir la necesidad del varón (“necesita el toque de una mujer”).
Muchas mujeres tienen grandes dones de incubación no desarrollados; han sido tan golpeadas, menospreciadas, insultadas, desvalorizadas, disminuídas, por la vida y por las expresiones insultantes e hirientes de otros (varones y mujeres) que rara vez se arriesgan a usar estos dones.
LA MUJER COMO CONSEJERA.
Ayuda idónea también significa consejera.
La perspectiva particular desde la cual la mujer enfoca las cosas (inteligencia emocional) es complementaria a la que utiliza el varón (inteligencia racional).
La perspectiva completa no está en una sola de ellas, sino en la combinación de ambas.
Cuando un varón recurre a la mujer en busca de consejo, seguramente obtendrá una perspectiva más amplia de las cosas (aunque la mujer no esté totalmente en lo cierto).
Cuando un varón sabe que una mujer es una incubadora (dadora de vida, transformadora, veedora de las posibilidades y el potencial, relacionadora, desarrolladora de ideas, planes y programas, etc.) puede ser cuidadoso y considerar lo que le dice ella (Gen 21:12).
• En la multitud de consejeros hay seguridad (Prov 11:14).
• En la multitud de consejeros está la victoria (Prov 24:6).
• El corazón de su marido está en ella confiado (Prov 31:11-12).
05
Ene
2009