Espíritu Santo. La obra maestra del Maestro.
La mayoría de los que estamos en el Reino somos como aquellos que intentan copiar la obra de un gran artista.
• Intentamos reproducir la Justicia de Dios en nuestro caminar.
• Sabemos lo que es recto, bueno y santo.
• Sabemos cómo se ve una vida piadosa, e intentamos vivirla.
• La meta es digna, pero el modo en que intentamos lograrlo es equivocado (Mat_7:21-23).
• Intentamos reproducir con nuestras propias habilidades la obra del Maestro.
• Y hacer eso es competir con Dios.
• Si pudiéramos hacer eso no necesitaríamos a Dios.
• Solamente Dios puede hacer las obras de Dios.
• Y una vida santa es la obra de Dios.
La clave es que Dios debe hacerlo, y nosotros debemos permitirle que lo haga.
• Imaginémonos si en lugar de intentar copiar esa obra maestra nos fuera dado:
• El corazón y la mente del artista, sus capacidades y su espíritu.
• Entonces no sería lucha, ni tampoco sería copia; sería como si el maestro hubiera pintado por medio de nosotros.
Y eso es exactamente lo que sucede en la salvación y en la vida cristiana:
• El Maestro nos ha dado Su Corazón, Su Mente, Sus capacidades y Su Espíritu (Jua_7:37-39, Eze_36:24-27, 1Co_2:16).
• Ahí está la clave:
• No compitamos con Dios intentando copiar Sus obras.
• Aprendamos el secreto de permitir que Dios haga Sus obras en todo lo que hacemos (Rom_8:14, Sal_119:105, Gal_2:20).
• Si vivimos con el corazón de Dios, haremos las obras de Dios (2Co_3:18, Gal_5:22-23).
• Si vivimos por el Espíritu de Dios, cumpliremos Su Voluntad.
• Movámonos en el mover de Él, amemos con Su modo de amar, vivamos en su modo de vivir, y estemos en Su Ser (Gal_2:20).
• Busquemos vivir con el Corazón y el Espíritu de Dios, y así cumpliremos las obras de Dios.
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Intentamos reproducir la Justicia de Dios en nuestro caminar.
• Sabemos lo que es recto, bueno y santo.
• Sabemos cómo se ve una vida piadosa, e intentamos vivirla.
• La meta es digna, pero el modo en que intentamos lograrlo es equivocado (Mat_7:21-23).
• Intentamos reproducir con nuestras propias habilidades la obra del Maestro.
• Y hacer eso es competir con Dios.
• Si pudiéramos hacer eso no necesitaríamos a Dios.
• Solamente Dios puede hacer las obras de Dios.
• Y una vida santa es la obra de Dios.
La clave es que Dios debe hacerlo, y nosotros debemos permitirle que lo haga.
• Imaginémonos si en lugar de intentar copiar esa obra maestra nos fuera dado:
• El corazón y la mente del artista, sus capacidades y su espíritu.
• Entonces no sería lucha, ni tampoco sería copia; sería como si el maestro hubiera pintado por medio de nosotros.
Y eso es exactamente lo que sucede en la salvación y en la vida cristiana:
• El Maestro nos ha dado Su Corazón, Su Mente, Sus capacidades y Su Espíritu (Jua_7:37-39, Eze_36:24-27, 1Co_2:16).
• Ahí está la clave:
• No compitamos con Dios intentando copiar Sus obras.
• Aprendamos el secreto de permitir que Dios haga Sus obras en todo lo que hacemos (Rom_8:14, Sal_119:105, Gal_2:20).
• Si vivimos con el corazón de Dios, haremos las obras de Dios (2Co_3:18, Gal_5:22-23).
• Si vivimos por el Espíritu de Dios, cumpliremos Su Voluntad.
• Movámonos en el mover de Él, amemos con Su modo de amar, vivamos en su modo de vivir, y estemos en Su Ser (Gal_2:20).
• Busquemos vivir con el Corazón y el Espíritu de Dios, y así cumpliremos las obras de Dios.
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
06
Ago
2024