"Que también ellos sean uno en nosotros" (Jua_17:21).
En la tradición judía, en el Antiguo Testamento, durante la celebración de la boda, el novio y la novia se iban juntos a una tienda, y allí los dos serían uno (Gen_2:24).
• En el principio de la Creación, hombre y mujer eran de una carne.
• La mujer vino del hombre.
• Y de una carne se convirtieron en dos (de la costilla de Adán se convirtieron en Adán y Eva).
• Ahora, de dos se convertirían en uno.
Tal como la mujer vino del hombre, nosotros venimos de Dios.
• Y tal como la mujer y el hombre deben ser uno de nuevo.
• Así también nosotros debemos ser uno con Aquel de quién venimos.
• Solamente podemos encontrar el propósito de nuestra existencia en Aquel que es la razón de nuestra existencia.
La palabra hebrea que se traduce al español como novio significa "el que se une a sí mismo".
• Y Dios es el Novio, Aquel que se une a sí mismo a nosotros.
• Y si estamos unidos a Él, debemos ser uno con Él.
• Uno en espíritu (naturaleza divina), en mente (renovación de la mente), y en cuerpo (templos del Espíritu Santo, 1Co_6:19).
• Y escrito está: "grande es este misterio".
• Es el misterio del amor.
• La ecuación del amor: uno más uno es uno.
• El misterio final.
• En aquel día, después de las bodas del Cordero, entonces el misterio de Dios y nosotros quedará completo.
• Es entonces cuando los dos seremos plenamente Uno.
Mientras ello suceda, en la medida de lo posible y esforzándonos (Mat_11:12, 2Ti_2:1):
• Unamos cada parte de nuestra vida a Él.
• Dejemos que cada parte de nuestra vida se una a la de Él (Jua_17:21, Gal_2:20, Fil_3:13-14).
• En el principio de la Creación, hombre y mujer eran de una carne.
• La mujer vino del hombre.
• Y de una carne se convirtieron en dos (de la costilla de Adán se convirtieron en Adán y Eva).
• Ahora, de dos se convertirían en uno.
Tal como la mujer vino del hombre, nosotros venimos de Dios.
• Y tal como la mujer y el hombre deben ser uno de nuevo.
• Así también nosotros debemos ser uno con Aquel de quién venimos.
• Solamente podemos encontrar el propósito de nuestra existencia en Aquel que es la razón de nuestra existencia.
La palabra hebrea que se traduce al español como novio significa "el que se une a sí mismo".
• Y Dios es el Novio, Aquel que se une a sí mismo a nosotros.
• Y si estamos unidos a Él, debemos ser uno con Él.
• Uno en espíritu (naturaleza divina), en mente (renovación de la mente), y en cuerpo (templos del Espíritu Santo, 1Co_6:19).
• Y escrito está: "grande es este misterio".
• Es el misterio del amor.
• La ecuación del amor: uno más uno es uno.
• El misterio final.
• En aquel día, después de las bodas del Cordero, entonces el misterio de Dios y nosotros quedará completo.
• Es entonces cuando los dos seremos plenamente Uno.
Mientras ello suceda, en la medida de lo posible y esforzándonos (Mat_11:12, 2Ti_2:1):
• Unamos cada parte de nuestra vida a Él.
• Dejemos que cada parte de nuestra vida se una a la de Él (Jua_17:21, Gal_2:20, Fil_3:13-14).
21
Ago
2024