Estudio Bíblico

Pro_4:1-4. Preparar el corazón para recibir la Palabra.
• Oírla atentamente porque es la mejor enseñanza que podemos recibir para la vida.
• Retenerla en el corazón.
• Ponerla por obra.

Todo comienza con:
• Oírla atentamente para que produzca fruto en nosotros.
• La Parábola del Sembrador (Mat_13:18-23).
• 3 terrenos malos.
• La que cae a orilla del camino (Mat_13:19), la arrebata el enemigo (no estuvieron atentos, no escucharon, estuvieron distraídos en otros pensamientos u ocupaciones).
• Cuando escuchamos o leemos la Palabra debemos estar enfocados en ello.
• La que cayó entre pedregales (Mat_13:20-21), hubo entusiasmo para recibirla, pero solo superficialmente; no la entendieron ni la pusieron en práctica.
• Cuando fue puesta a prueba, fue olvidada, desechada, echada a un lado.
• No la pusieron en práctica.
• La que cayó entre espinos (Mat_13:22), aparentemente fue recibida con atención, pero a la larga, cuando se trató de los afanes de la vida (los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, 1Jn_2:15-17), como no era conveniente, fue desechada.
• Solo la recibieron para lo que les fuera conveniente, pero no para corregirlos, para transformarlos, para enderezar sus caminos.
• 3 terrenos buenos (Mat_13:23).
• Los que reciben la Palabra, la entienden y la ponen por obra.
• Al 30, al 60 y al ciento por uno.
• La diferencia no está ni en el sembrador ni en el mensaje, sino en la actitud del que está expuesto a la Palabra.
• Los que están dispuestos a tomarla en serio.
• Los que no están dispuestos a tomarla en serio (aunque aparenten que sí).
• Retenerla, atesorarla, guardarla en el corazón.
• Ponerla por obra.