Venciendo la depresión.
La base para la destrucción de cualquier fortaleza es:
• La depresión es una fortaleza, un patrón de pensamiento repetitivo, obsesivo, totalmente negativo, y lleno de temor, inseguridad y duda, que invade todas las áreas de nuestra vida y que nos limita en cuanto a la toma de decisiones, al desarrollo de las actividades cotidianas, en las relaciones interpersonales, etc., y por todo ello, nos limita a vivir la vida abundante, en bienestar y en victoria que Dios tiene para nosotros (Jua_10:10, 3Jn_1:2, Rom_8:37).
• Es una herencia de la vieja forma de pensar, que aún queda en nuestra mente como consecuencia de la vieja forma de vivir.
• No solo se trata de vencer la depresión una vez, como podría ser en la carne, se trata de eliminarlo de nuestra vida de una vez y para siempre.
• Vencerlo una vez es como quitar el fruto malo de un árbol, solo soluciona el problema temporal, pero si no se sanan las raíces del árbol, seguirá produciendo fruto malo.
• Las fortalezas en nuestra mente son un problema espiritual (del hombre interior) que solo se puede solucionar espiritualmente.
• La Biblia nos da la respuesta:
• En primer lugar, separados de Dios no lo podemos hacer (el hombre natural no entiende las cosas que son del Espíritu porque se han de discernir espiritualmente).
• Por ello, en primer lugar, necesitamos entregarle nuestra vida al Señor Jesucristo como Señor y Salvador, porque es en Él que tenemos las armas para vencer y destruir esa fortaleza y todo lo que implica (argumentos y mentiras que la sostienen) (2Co_10:4-5, Efe_6:10-12.
• En segundo lugar, creer, atesorar, hablar, y poner en práctica la Palabra de Dios.
• La base para la destrucción de fortalezas es la Palabra de Dios:
• El fundamento del escudo de la fe.
• La espada del Espíritu.
• Y ambas armas implican conceptos básicos que necesitamos apropiarnos:
• Separados de Dios nada podemos hacer.
• Somos lo que la Biblia dice que somos.
• Podemos lo que la Biblia dice que podemos.
• Tenemos lo que la Biblia dice que tenemos.
Venciendo la fortaleza de la depresión.
• Nuestro Dios es el que cambia nuestro lamento en baile (Sal_30:11), nos desata del luto y nos llena de Su alegría.
• Isa_61:1-4. Buenas nuevas para los angustiados, los abatidos, los quebrantados, los cautivos, los presos, los enlutados los afligidos.
• Sal_16:8-11. En Su Presencia hay plenitud de gozo y delicias a Su Diestra para siempre.
• Sal_43:2-5. Entremos en la Presencia de Dios, el Dios de nuestra alegría y de nuestro gozo.
Sal_130:1-8. En el Señor hay abundancia de misericordia y de redención, y Él nos redimirá.
• Jer_15:16-21. La Palabra del Señor no es por gozo y alegría del corazón. Volvámonos a Él de corazón y Él nos restaurará.
• Lam_3:55-58. El Señor redime nuestras vidas, no temamos.
• La depresión es una fortaleza, un patrón de pensamiento repetitivo, obsesivo, totalmente negativo, y lleno de temor, inseguridad y duda, que invade todas las áreas de nuestra vida y que nos limita en cuanto a la toma de decisiones, al desarrollo de las actividades cotidianas, en las relaciones interpersonales, etc., y por todo ello, nos limita a vivir la vida abundante, en bienestar y en victoria que Dios tiene para nosotros (Jua_10:10, 3Jn_1:2, Rom_8:37).
• Es una herencia de la vieja forma de pensar, que aún queda en nuestra mente como consecuencia de la vieja forma de vivir.
• No solo se trata de vencer la depresión una vez, como podría ser en la carne, se trata de eliminarlo de nuestra vida de una vez y para siempre.
• Vencerlo una vez es como quitar el fruto malo de un árbol, solo soluciona el problema temporal, pero si no se sanan las raíces del árbol, seguirá produciendo fruto malo.
• Las fortalezas en nuestra mente son un problema espiritual (del hombre interior) que solo se puede solucionar espiritualmente.
• La Biblia nos da la respuesta:
• En primer lugar, separados de Dios no lo podemos hacer (el hombre natural no entiende las cosas que son del Espíritu porque se han de discernir espiritualmente).
• Por ello, en primer lugar, necesitamos entregarle nuestra vida al Señor Jesucristo como Señor y Salvador, porque es en Él que tenemos las armas para vencer y destruir esa fortaleza y todo lo que implica (argumentos y mentiras que la sostienen) (2Co_10:4-5, Efe_6:10-12.
• En segundo lugar, creer, atesorar, hablar, y poner en práctica la Palabra de Dios.
• La base para la destrucción de fortalezas es la Palabra de Dios:
• El fundamento del escudo de la fe.
• La espada del Espíritu.
• Y ambas armas implican conceptos básicos que necesitamos apropiarnos:
• Separados de Dios nada podemos hacer.
• Somos lo que la Biblia dice que somos.
• Podemos lo que la Biblia dice que podemos.
• Tenemos lo que la Biblia dice que tenemos.
Venciendo la fortaleza de la depresión.
• Nuestro Dios es el que cambia nuestro lamento en baile (Sal_30:11), nos desata del luto y nos llena de Su alegría.
• Isa_61:1-4. Buenas nuevas para los angustiados, los abatidos, los quebrantados, los cautivos, los presos, los enlutados los afligidos.
• Sal_16:8-11. En Su Presencia hay plenitud de gozo y delicias a Su Diestra para siempre.
• Sal_43:2-5. Entremos en la Presencia de Dios, el Dios de nuestra alegría y de nuestro gozo.
Sal_130:1-8. En el Señor hay abundancia de misericordia y de redención, y Él nos redimirá.
• Jer_15:16-21. La Palabra del Señor no es por gozo y alegría del corazón. Volvámonos a Él de corazón y Él nos restaurará.
• Lam_3:55-58. El Señor redime nuestras vidas, no temamos.
09
Oct
2024