El Dios de la reconstrucción.
La tierra de Israel, después de que quedó asolada por los romanos en el año 70 d.C. se convirtió en ruinas.
• Pero Dios, en el libro de Isa_61:4 había prometido que en los últimos días:
• Reuniría al pueblo judío desde los confines de la tierra.
• Los haría regresar a la Tierra Prometida.
• Serían de nuevo una nación.
• Y todo ello se cumple a partir de 1948.
Y ello es una indicación para nosotros:
• De que la Palabra de Dios es Verdad porque Él no puede mentir (Num_23:19).
• Que la Palabra profética que aún no se ha cumplido está por cumplirse pronto.
• Los tiempos finales: el arrebatamiento de Su Iglesia, la tribulación y la gran tribulación y el día del Señor.
Pero también contiene una enseñanza más:
• Nuestra vida sin Cristo, es una vida asolado, en ruinas, por el pecado: esclavitud, vacío, tristeza, frustración, agotamiento, cansancio, anhelos no cumplidos, etc.
• Y así como Él prometió restaurar la vida de Israel, también ha prometido restaurar la nuestra (Isa_61:1-3, Luc_4:18-19).
De la misma manera que Dios pudo haber desechado a Su pueblo muchas veces por su rebelión y su obstinación en alejar sus caminos de los de Dios.
• Así lo pudo haber hecho con nosotros.
• Sin embargo:
• Cuando Él ama y algo se rompe, no lo abandona. Lo reconstruye.
• Él no nos abandona en nuestros pecados, rebeliones, errores, fracasos, malas decisiones, etc.
• Él no nos da la espalda en nuestro estado caído y quebrantado.
• En cambio:
• De las ruinas edifica algo nuevo.
• Toma las piezas de lo quebrantado y arruinado y las vuelve a unir, pieza por pieza (Fil_1:6).
• Pero no nos recicla, nos hace nuevos (2Co_5:17).
• Con una nueva naturaleza (2Pe_1:3-4).
• Con Su Espíritu morando en nosotros (Jua_7:37-39).
• Rehaciendo la imagen de Dios en nosotros (2Co_3:18).
Y algo más:
• De la misma manera que Él hizo con nosotros, nos llama a hacer con otros como Sus colaboradores (1Co_3:9).
• Dar de gracia lo que de gracia hemos recibido (Mat_10:8).
• No abandonar a los caídos y quebrantados como Él no nos abandonó (Gal_6:1-2).
• Consolar a otros con la misma consolación con que nosotros hemos sido consolados (2Co_1:3-4).
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
• Pero Dios, en el libro de Isa_61:4 había prometido que en los últimos días:
• Reuniría al pueblo judío desde los confines de la tierra.
• Los haría regresar a la Tierra Prometida.
• Serían de nuevo una nación.
• Y todo ello se cumple a partir de 1948.
Y ello es una indicación para nosotros:
• De que la Palabra de Dios es Verdad porque Él no puede mentir (Num_23:19).
• Que la Palabra profética que aún no se ha cumplido está por cumplirse pronto.
• Los tiempos finales: el arrebatamiento de Su Iglesia, la tribulación y la gran tribulación y el día del Señor.
Pero también contiene una enseñanza más:
• Nuestra vida sin Cristo, es una vida asolado, en ruinas, por el pecado: esclavitud, vacío, tristeza, frustración, agotamiento, cansancio, anhelos no cumplidos, etc.
• Y así como Él prometió restaurar la vida de Israel, también ha prometido restaurar la nuestra (Isa_61:1-3, Luc_4:18-19).
De la misma manera que Dios pudo haber desechado a Su pueblo muchas veces por su rebelión y su obstinación en alejar sus caminos de los de Dios.
• Así lo pudo haber hecho con nosotros.
• Sin embargo:
• Cuando Él ama y algo se rompe, no lo abandona. Lo reconstruye.
• Él no nos abandona en nuestros pecados, rebeliones, errores, fracasos, malas decisiones, etc.
• Él no nos da la espalda en nuestro estado caído y quebrantado.
• En cambio:
• De las ruinas edifica algo nuevo.
• Toma las piezas de lo quebrantado y arruinado y las vuelve a unir, pieza por pieza (Fil_1:6).
• Pero no nos recicla, nos hace nuevos (2Co_5:17).
• Con una nueva naturaleza (2Pe_1:3-4).
• Con Su Espíritu morando en nosotros (Jua_7:37-39).
• Rehaciendo la imagen de Dios en nosotros (2Co_3:18).
Y algo más:
• De la misma manera que Él hizo con nosotros, nos llama a hacer con otros como Sus colaboradores (1Co_3:9).
• Dar de gracia lo que de gracia hemos recibido (Mat_10:8).
• No abandonar a los caídos y quebrantados como Él no nos abandonó (Gal_6:1-2).
• Consolar a otros con la misma consolación con que nosotros hemos sido consolados (2Co_1:3-4).
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.
18
Oct
2024