Venciendo el cansancio.
El cansancio.
• Hay un cansancio que es normal, derivado del esfuerzo físico y mental ejercido en las actividades cotidianas.
• Pero hay un cansancio que es excesivo, no correspondiente al esfuerzo físico y mental cotidiano, que nos impide realizar nuestras actividades diarias de manera efectiva, así como desarrollar nuestra relación con Dios, las demás personas y nosotros mismos.
• Es un cansancio que incluso nos puede hacer perder el sentido de la vida y los deseos de vivir.
• Este cansancio, generalmente más mental que físico, y que muchas veces no tiene explicación biológica, es derivado de una o varias fortalezas mentales que se convierten en un patrón de conducta.
• Angustia, frustración, ansiedad, decepción, desánimo, amargura, etc., pueden ser su causa.
• De tal manera que necesitamos vencer la fortaleza del cansancio, que es vital para poder vencer las otras fortalezas que provocan el cansancio.
La base para la destrucción de cualquier fortaleza es:
• 2Co_10:4-5, Efe_6:10-12.
• En primer lugar, reconocer el Señorío y la Salvación de Cristo en nuestras vidas (entregarle nuestras vidas).
• En segundo lugar, creer, atesorar, hablar, y poner en práctica la Palabra de Dios.
• La base para la destrucción de fortalezas es la Palabra de Dios:
• El fundamento del escudo de la fe.
• La espada del Espíritu.
• Somos lo que la Biblia dice que somos.
• Podemos lo que la Biblia dice que podemos.
• Tenemos lo que la Biblia dice que tenemos.
• Separados de Dios nada podemos hacer.
Venciendo el cansancio excesivo.
• Dos tipos de cansancio: físico y mental, emocional y/o espiritual.
• Cansancio físico.
• Necesitamos cuidar el templo del Espíritu (nuestro cuerpo) (1Co_6:19).
• 1Co_3:17. Si destruimos el templo de Dios, Dios nos destruirá.
• Tomar descansos (sueño, día de reposo).
• Una dieta bien balanceada (no adicciones).
• Ejercicio regular.
• Cansancio mental, emocional y/o espiritual:
• Sal_31:10. El pecado gasta nuestras fuerzas mentales, emocionales y espirituales.
• Sal_119:59. Considerar nuestros caminos y volvernos a Sus testimonios.
• Isa_40:29-31. Es multiplicará nuestras fuerzas.
• Mat_11:28-30. Venir a Él con nuestras cargas, entregárselas, obedecerle, y Él nos hará descansar.
• Sal_55:22. Él no dejará caído al justo.
• Sal_18:39. El Señor nos llena de fuerzas para la batalla y humilla a nuestros enemigos.
• Sal_84:5. Bienaventurado quien pone en el Señor sus fuerzas, quién depende de las fuerzas del Señor, quién recurre a las fuerzas del Señor y no a las propias (Jer_17:5-9).
• Sal_92:10. El Señor aumentará nuestras fuerzas con unción fresca.
• Hay un cansancio que es normal, derivado del esfuerzo físico y mental ejercido en las actividades cotidianas.
• Pero hay un cansancio que es excesivo, no correspondiente al esfuerzo físico y mental cotidiano, que nos impide realizar nuestras actividades diarias de manera efectiva, así como desarrollar nuestra relación con Dios, las demás personas y nosotros mismos.
• Es un cansancio que incluso nos puede hacer perder el sentido de la vida y los deseos de vivir.
• Este cansancio, generalmente más mental que físico, y que muchas veces no tiene explicación biológica, es derivado de una o varias fortalezas mentales que se convierten en un patrón de conducta.
• Angustia, frustración, ansiedad, decepción, desánimo, amargura, etc., pueden ser su causa.
• De tal manera que necesitamos vencer la fortaleza del cansancio, que es vital para poder vencer las otras fortalezas que provocan el cansancio.
La base para la destrucción de cualquier fortaleza es:
• 2Co_10:4-5, Efe_6:10-12.
• En primer lugar, reconocer el Señorío y la Salvación de Cristo en nuestras vidas (entregarle nuestras vidas).
• En segundo lugar, creer, atesorar, hablar, y poner en práctica la Palabra de Dios.
• La base para la destrucción de fortalezas es la Palabra de Dios:
• El fundamento del escudo de la fe.
• La espada del Espíritu.
• Somos lo que la Biblia dice que somos.
• Podemos lo que la Biblia dice que podemos.
• Tenemos lo que la Biblia dice que tenemos.
• Separados de Dios nada podemos hacer.
Venciendo el cansancio excesivo.
• Dos tipos de cansancio: físico y mental, emocional y/o espiritual.
• Cansancio físico.
• Necesitamos cuidar el templo del Espíritu (nuestro cuerpo) (1Co_6:19).
• 1Co_3:17. Si destruimos el templo de Dios, Dios nos destruirá.
• Tomar descansos (sueño, día de reposo).
• Una dieta bien balanceada (no adicciones).
• Ejercicio regular.
• Cansancio mental, emocional y/o espiritual:
• Sal_31:10. El pecado gasta nuestras fuerzas mentales, emocionales y espirituales.
• Sal_119:59. Considerar nuestros caminos y volvernos a Sus testimonios.
• Isa_40:29-31. Es multiplicará nuestras fuerzas.
• Mat_11:28-30. Venir a Él con nuestras cargas, entregárselas, obedecerle, y Él nos hará descansar.
• Sal_55:22. Él no dejará caído al justo.
• Sal_18:39. El Señor nos llena de fuerzas para la batalla y humilla a nuestros enemigos.
• Sal_84:5. Bienaventurado quien pone en el Señor sus fuerzas, quién depende de las fuerzas del Señor, quién recurre a las fuerzas del Señor y no a las propias (Jer_17:5-9).
• Sal_92:10. El Señor aumentará nuestras fuerzas con unción fresca.
24
Oct
2024