Cristianismo e influencia.
Pro_11:14. Los cristianos y el gobierno (administración).
• El gobierno es el arte de la buena administración de los recursos para el bien común.
• En el gobierno de una nación, de una empresa, de una organización, de una parte de ellas, de una familia.
• Se refiere a la necesidad de que los líderes de las empresas, comunidades y naciones sean personas temerosas de Dios.
• Con los gobernantes sabios las empresas, organizaciones, ciudades y las naciones se alegran y son bendecidas, pero con gobernantes impíos las ciudades y las naciones son trastornadas (Pro_29:2).
• Este es un mandato claro de Dios a participar en la gobernanza de las instituciones y naciones, con principios y valores fundamentados en la Palabra de Dios.
• Y Jesús lo refrendó en Mar_10:42-45, Mat_20:25-28).
• No depende tanto de la persona que se sienta en un puesto de autoridad sino del espíritu que dirige a esa persona.
• En el caso de un gobernante justo el espíritu que lo dirige y guía es el Espíritu Santo.
• En tanto que, en el caso de un gobernante impío, el espíritu que lo dirige y lo guía es un espíritu demoníaco, cuyo objetivo es robar, destruir y matar (arruinar).
• Esto está claramente identificado en Eze_28:1-10, que se refiere al príncipe de Tiro:
• Un gobernante humano, cuyas características se corresponden con el rey de Tiro, un ser espiritual demoníaco (Eze_28:11-19).
• Por otro lado, los efectos dañinos del gobierno de una persona impía, dirigida por un espíritu impío se ven también claramente manifestados en Isa_14:12-16 que nos refiere la caída de satanás y posteriormente Isa_14:17-23 nos refiere los efectos de ese gobierno impío.
• Por ello la instrucción que Dios le dio al pueblo de Israel en cuanto a lo que debían considerar cuando fueran a elegir rey (mucho más adelante en el tiempo) en Deu_17:14-20).
• Que fuera un connacional.
• Que fuera un creyente.
• Que dirigiera a la nación en los caminos de Dios y no del mundo (Egipto).
• Que no fuera codicioso.
• Que no fuera lujurioso.
• Que no se fuera a enseñorear de los ciudadanos.
• Que gobernara con el consejo de la Palabra de Dios.
• Los justos somos de bendición en cualquier lugar donde nos hallemos, y ello es cierto también con respecto a las naciones y a los gobiernos.
• Aunque los demás no lo reconozcan.
• Somos sal del mundo y luz de la tierra (Mat_5:13-16).
• Por estar nosotros en la tierra la maldad tiene un freno.
• Por el solo hecho de que un hijo de Dios se siente en el lugar principal del gobierno, ello va a traer bendición a la nación porque la bendición entra por la cabeza (Sal 133).
• El gobierno es el arte de la buena administración de los recursos para el bien común.
• En el gobierno de una nación, de una empresa, de una organización, de una parte de ellas, de una familia.
• Se refiere a la necesidad de que los líderes de las empresas, comunidades y naciones sean personas temerosas de Dios.
• Con los gobernantes sabios las empresas, organizaciones, ciudades y las naciones se alegran y son bendecidas, pero con gobernantes impíos las ciudades y las naciones son trastornadas (Pro_29:2).
• Este es un mandato claro de Dios a participar en la gobernanza de las instituciones y naciones, con principios y valores fundamentados en la Palabra de Dios.
• Y Jesús lo refrendó en Mar_10:42-45, Mat_20:25-28).
• No depende tanto de la persona que se sienta en un puesto de autoridad sino del espíritu que dirige a esa persona.
• En el caso de un gobernante justo el espíritu que lo dirige y guía es el Espíritu Santo.
• En tanto que, en el caso de un gobernante impío, el espíritu que lo dirige y lo guía es un espíritu demoníaco, cuyo objetivo es robar, destruir y matar (arruinar).
• Esto está claramente identificado en Eze_28:1-10, que se refiere al príncipe de Tiro:
• Un gobernante humano, cuyas características se corresponden con el rey de Tiro, un ser espiritual demoníaco (Eze_28:11-19).
• Por otro lado, los efectos dañinos del gobierno de una persona impía, dirigida por un espíritu impío se ven también claramente manifestados en Isa_14:12-16 que nos refiere la caída de satanás y posteriormente Isa_14:17-23 nos refiere los efectos de ese gobierno impío.
• Por ello la instrucción que Dios le dio al pueblo de Israel en cuanto a lo que debían considerar cuando fueran a elegir rey (mucho más adelante en el tiempo) en Deu_17:14-20).
• Que fuera un connacional.
• Que fuera un creyente.
• Que dirigiera a la nación en los caminos de Dios y no del mundo (Egipto).
• Que no fuera codicioso.
• Que no fuera lujurioso.
• Que no se fuera a enseñorear de los ciudadanos.
• Que gobernara con el consejo de la Palabra de Dios.
• Los justos somos de bendición en cualquier lugar donde nos hallemos, y ello es cierto también con respecto a las naciones y a los gobiernos.
• Aunque los demás no lo reconozcan.
• Somos sal del mundo y luz de la tierra (Mat_5:13-16).
• Por estar nosotros en la tierra la maldad tiene un freno.
• Por el solo hecho de que un hijo de Dios se siente en el lugar principal del gobierno, ello va a traer bendición a la nación porque la bendición entra por la cabeza (Sal 133).
11
Nov
2024