Los planes de Dios.
Dios tiene planes de bien para nosotros, para darnos un futuro y una esperanza (Jer_29:11).
• Para que tengamos vida y vida en abundancia (Jua_10:10).
• Para que nuestra vida vaya en aumento cada día (Pro_4:18, Fil_1:6).
• Para que nos vaya bien en todas las cosas (3Jn_1:2).
Pero ello no es solo responsabilidad de Dios.
• Es una responsabilidad compartida (Jua_3:30, 3Jn_1:2).
• Él hace la mayor parte, pero nosotros necesitamos hacer la nuestra:
• Es necesario que nosotros mengüemos (nuestra parte) y que Él crezca (Su parte).
Menguar nosotros es renunciar a:
• Nuestros caminos que nos parecen derechos en nuestra propia opinión, pero no son conforme a la voluntad de Dios (en fondo, forma y/o tiempo (Mat_7:21, 1Jn_2:15-17):
• Los deseos de la carne: autocomplacencia (comodidad, lujuria, placeres, ocio, gula, glotonería, sensualidad, hedonismo --búsqueda del placer como motivo de la vida--).
• Los deseos de los ojos: autogratificación (codicia, avaricia, materialismo, ostentación, etc.).
• La vanagloria de la vida: autoexaltación (búsqueda de reconocimiento y éxito al estilo del mundo, orgullo, jactancia, arrogancia, soberbia, altanería, menosprecio, burla, maltrato, insultos, discriminación, etc.).
Mat_16:24-26.
• Negarnos a nosotros mismos, negarnos a esos caminos.
• Si no lo hacemos, ganamos el mundo (lo que el mundo busca) pero perderemos la vida eterna.
• Si lo hacemos, ganamos la vida eterna y las cosas que realmente necesitemos y las que deseemos que nos sean convenientes con respecto al plan de Dios para nuestras vidas nos vendrán por añadidura (Mat_6:33).
Que este año busquemos y obtengamos la victoria sobre:
• Los deseos de la carne.
• Los deseos de los ojos.
• La vanagloria de la vida.
Y todo comienza por entregarle nuestra vida a Cristo como Señor y Salvador y/o reconsagrarnos a Él con todo nuestro ser (Mat_22:36-38).
• Para que tengamos vida y vida en abundancia (Jua_10:10).
• Para que nuestra vida vaya en aumento cada día (Pro_4:18, Fil_1:6).
• Para que nos vaya bien en todas las cosas (3Jn_1:2).
Pero ello no es solo responsabilidad de Dios.
• Es una responsabilidad compartida (Jua_3:30, 3Jn_1:2).
• Él hace la mayor parte, pero nosotros necesitamos hacer la nuestra:
• Es necesario que nosotros mengüemos (nuestra parte) y que Él crezca (Su parte).
Menguar nosotros es renunciar a:
• Nuestros caminos que nos parecen derechos en nuestra propia opinión, pero no son conforme a la voluntad de Dios (en fondo, forma y/o tiempo (Mat_7:21, 1Jn_2:15-17):
• Los deseos de la carne: autocomplacencia (comodidad, lujuria, placeres, ocio, gula, glotonería, sensualidad, hedonismo --búsqueda del placer como motivo de la vida--).
• Los deseos de los ojos: autogratificación (codicia, avaricia, materialismo, ostentación, etc.).
• La vanagloria de la vida: autoexaltación (búsqueda de reconocimiento y éxito al estilo del mundo, orgullo, jactancia, arrogancia, soberbia, altanería, menosprecio, burla, maltrato, insultos, discriminación, etc.).
Mat_16:24-26.
• Negarnos a nosotros mismos, negarnos a esos caminos.
• Si no lo hacemos, ganamos el mundo (lo que el mundo busca) pero perderemos la vida eterna.
• Si lo hacemos, ganamos la vida eterna y las cosas que realmente necesitemos y las que deseemos que nos sean convenientes con respecto al plan de Dios para nuestras vidas nos vendrán por añadidura (Mat_6:33).
Que este año busquemos y obtengamos la victoria sobre:
• Los deseos de la carne.
• Los deseos de los ojos.
• La vanagloria de la vida.
Y todo comienza por entregarle nuestra vida a Cristo como Señor y Salvador y/o reconsagrarnos a Él con todo nuestro ser (Mat_22:36-38).
31
Dic
2024