¿Que es la fe? (2)
OBJETIVOS DE LA ENSEÑANZA.
Profundizar en el entendimiento de lo que es la fe y la necesidad de tenerla y desarrollarla: que así como el cuerpo necesita de lo terrenal para sobrevivir, el material que sustenta la vida espiritual es la fe.
Reconocer que la duda es la enemiga de la fe y que la duda no nos permite acceder a la calidad de vida que Dios tiene planeada para nosotros.
Reconocer que nuestra fe puede estar dirigida a dos blancos y entender las prioridades correctas de la fe para alcanzar ambos: que nuestra fe debe estar centrada en Dios y en Su Palabra entera, no solo en las promesas.
Fortalecer el entendimiento de que la fe no es solo un asentimiento mental, sino un estilo de vida que practica lo que cree.
LA FE Y LA DUDA.
Heb 11:6: sin fe es imposible agradar a Dios.
Sin fe lo que tenemos es duda.
La duda es la enemiga de la fe --> ladrona de promesas.
La duda resulta de poner nuestros ojos en la carne, el mundo, los pensamientos del diablo y el tiempo, en lugar de ponerlos en el Señor.
La duda es la indeterminación del ánimo entre dos juicios o decisiones:
• Produce temor, no fe.
• Produce inseguridad, no certeza.
• Sant 1:6-8 --> doblez de ánimo (hoy si creo, mañana no) --> no recibirá cosa alguna del Señor.
• Sabotea nuestra oración.
• Considera más importante lo que se ve y siente que la Palabra de Dios.
o Pedro cuando caminó en el agua --> Mat 14.
2 Cor 4:18 --> la solución a la duda:
• No mirando las cosas que se ven --> temporales, momentáneas, por una época.
• Sino mirando las cosas que no se ven --> eternas, permanentes, inconmovibles.
LA FE: HABLA, CONFIESA (2 Cor 4:13).
Llama las cosas que no son como si fueran --> las llama como Dios las llama (Rom 4:17).
Es el canal por el cual se realiza la transferencia de lo invisible a lo visible, de las promesas a las realidades, del cielo a la tierra (Heb 11:3, Mat 6:10).
DOS “BLANCOS” DE LA FE.
• Fe en la promesas de Dios (una fe incipiente, inmadura).
o Demandante: conocer las manos de Dios.
o Concentrado en sí mismo (ensimismado): niñez espiritual.
o Buscando las añadiduras del Reino: enfocado en lo temporal.
• Fe en el Dios de las promesas (una fe desarrollada, madura).
o Ofertante.
o Conocer a Dios (concentrado en El).
o Concentrado en lo de Dios y en los demás (madurez espiritual).
o Buscando el Reino de Dios.
o Enfocado en lo eterno.
La fe en las promesas de Dios es lo bueno de Dios, pero la fe en el Dios de las promesas es lo mejor.
• El objeto de nuestra fe: Jesús (Heb 12:2), el autor y consumador de la fe.
Profundizar en el entendimiento de lo que es la fe y la necesidad de tenerla y desarrollarla: que así como el cuerpo necesita de lo terrenal para sobrevivir, el material que sustenta la vida espiritual es la fe.
Reconocer que la duda es la enemiga de la fe y que la duda no nos permite acceder a la calidad de vida que Dios tiene planeada para nosotros.
Reconocer que nuestra fe puede estar dirigida a dos blancos y entender las prioridades correctas de la fe para alcanzar ambos: que nuestra fe debe estar centrada en Dios y en Su Palabra entera, no solo en las promesas.
Fortalecer el entendimiento de que la fe no es solo un asentimiento mental, sino un estilo de vida que practica lo que cree.
LA FE Y LA DUDA.
Heb 11:6: sin fe es imposible agradar a Dios.
Sin fe lo que tenemos es duda.
La duda es la enemiga de la fe --> ladrona de promesas.
La duda resulta de poner nuestros ojos en la carne, el mundo, los pensamientos del diablo y el tiempo, en lugar de ponerlos en el Señor.
La duda es la indeterminación del ánimo entre dos juicios o decisiones:
• Produce temor, no fe.
• Produce inseguridad, no certeza.
• Sant 1:6-8 --> doblez de ánimo (hoy si creo, mañana no) --> no recibirá cosa alguna del Señor.
• Sabotea nuestra oración.
• Considera más importante lo que se ve y siente que la Palabra de Dios.
o Pedro cuando caminó en el agua --> Mat 14.
2 Cor 4:18 --> la solución a la duda:
• No mirando las cosas que se ven --> temporales, momentáneas, por una época.
• Sino mirando las cosas que no se ven --> eternas, permanentes, inconmovibles.
LA FE: HABLA, CONFIESA (2 Cor 4:13).
Llama las cosas que no son como si fueran --> las llama como Dios las llama (Rom 4:17).
Es el canal por el cual se realiza la transferencia de lo invisible a lo visible, de las promesas a las realidades, del cielo a la tierra (Heb 11:3, Mat 6:10).
DOS “BLANCOS” DE LA FE.
• Fe en la promesas de Dios (una fe incipiente, inmadura).
o Demandante: conocer las manos de Dios.
o Concentrado en sí mismo (ensimismado): niñez espiritual.
o Buscando las añadiduras del Reino: enfocado en lo temporal.
• Fe en el Dios de las promesas (una fe desarrollada, madura).
o Ofertante.
o Conocer a Dios (concentrado en El).
o Concentrado en lo de Dios y en los demás (madurez espiritual).
o Buscando el Reino de Dios.
o Enfocado en lo eterno.
La fe en las promesas de Dios es lo bueno de Dios, pero la fe en el Dios de las promesas es lo mejor.
• El objeto de nuestra fe: Jesús (Heb 12:2), el autor y consumador de la fe.
04
Mayo
2008