Examinándonos (8). 1 Tes_5:20. No menospreciar las profecías.
Examinándonos (8). 1Ts_5:20. No menospreciar las profecías.
La Palabra profética más segura es toda la Escritura. Por lo tanto, no menospreciar las profecías implica:
• No menospreciar ninguna parte de la Escritura (toda es inspirada por Dios y útil, 2Ti_3:16-17, Heb_4:12).
• Desearla, anhelarla, atesorarla en nuestro corazón y obedecerla (Sal_42:1-2, Sal_63:1-2, Stg_1:23-25).
Tampoco debemos menospreciar la Palabra predicada ni a ningún mensajero de la Palabra.
• Siempre Dios nos va a hablar a través de las personas que comparten la Palabra, quizá no en todo lo que compartan, pero si por lo menos en alguna parte de ese compartir.
• Dios, para hablarle a Balaam utilizó una burra, con mayor razón va a utilizar a un hijo suyo, siervo o no, famoso o no, letrado o no, para hablarnos (Hch_4:13, Fil_1:15-18).
• Toda predicación, en alguna medida, es una palabra profética para nuestro bien (nos corrige, nos marca una dirección, nos enseña, etc., (2Ti_3:16-17, Heb_4:12).
• Además, toda persona que comparte y/o predica la Palabra, en parte conoce y en parte profetiza (1Co_13:9).
Y finalmente, tampoco deberíamos menospreciar las profecías relacionadas con los últimos tiempos.
• Nuestro último tiempo puede llegar en cualquier momento.
• Dios no retarda Su promesa, sino que tiene paciencia para que más personas procedan al arrepentimiento, pero el día llegará y está pronto (2Pe_3:9).
• La Palabra nos advierte que algunos no creerán en que el Señor vendrá pronto, pero nosotros no debemos ser de ellos sino de los que creen (Heb_10:25, Heb_10:36-39).
La Palabra profética más segura es toda la Escritura. Por lo tanto, no menospreciar las profecías implica:
• No menospreciar ninguna parte de la Escritura (toda es inspirada por Dios y útil, 2Ti_3:16-17, Heb_4:12).
• Desearla, anhelarla, atesorarla en nuestro corazón y obedecerla (Sal_42:1-2, Sal_63:1-2, Stg_1:23-25).
Tampoco debemos menospreciar la Palabra predicada ni a ningún mensajero de la Palabra.
• Siempre Dios nos va a hablar a través de las personas que comparten la Palabra, quizá no en todo lo que compartan, pero si por lo menos en alguna parte de ese compartir.
• Dios, para hablarle a Balaam utilizó una burra, con mayor razón va a utilizar a un hijo suyo, siervo o no, famoso o no, letrado o no, para hablarnos (Hch_4:13, Fil_1:15-18).
• Toda predicación, en alguna medida, es una palabra profética para nuestro bien (nos corrige, nos marca una dirección, nos enseña, etc., (2Ti_3:16-17, Heb_4:12).
• Además, toda persona que comparte y/o predica la Palabra, en parte conoce y en parte profetiza (1Co_13:9).
Y finalmente, tampoco deberíamos menospreciar las profecías relacionadas con los últimos tiempos.
• Nuestro último tiempo puede llegar en cualquier momento.
• Dios no retarda Su promesa, sino que tiene paciencia para que más personas procedan al arrepentimiento, pero el día llegará y está pronto (2Pe_3:9).
• La Palabra nos advierte que algunos no creerán en que el Señor vendrá pronto, pero nosotros no debemos ser de ellos sino de los que creen (Heb_10:25, Heb_10:36-39).
20
Mayo
2025