Estudio Bíblico

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El cristiano y las deudas (artìculo).



LAS DEUDAS: UN RESULTADO DEL DESORDEN.
La Biblia nos enseña claramente que deberíamos evitar a toda costa el pedir prestado (Rom 13:8, Prov 22.26-27), y ello, debido a por lo menos alguna de siete razones:
PRIMERO: endeudarnos implica que gastamos más de lo que recibimos, lo cual, a la luz de la Palabra, no es justificable, principalmente por cuanto tenemos la garantía de que Dios suplirá todas nuestras necesidades conforme a sus riquezas en gloria (Fil 4:19). Si El suple nuestras necesidades ¿para qué endeudarnos?
SEGUNDO: cuando nos endeudamos generalmente no es para cubrir necesidades sino gustos o deseos sin los cuales podríamos vivir igualmente tranquilos, o nos endeudamos porque los fondos que debían cubrir las necesidades, los desviamos a gastos que no eran necesarios, que podían haber esperado por la provisión apropiada de Dios para ellos.
TERCERO: cuando nos endeudamos tenemos más fe en el banquero o en la persona que nos va a prestar el dinero, que en Dios. Si tuviéramos fe en Dios esperaríamos Su provisión sin recurrir al endeudamiento.
CUARTO: generalmente, cuando nos endeudamos, lo que manifestamos es falta paciencia para ahorrar y esperar el disfrute de algo, o falta de provisión para haber ahorrado por un fondo de provisión para emergencias.
QUINTO: el endeudamiento generalmente refleja una falta de dominio propio para esperar por el tiempo adecuado para tener las cosas que queremos, lo que evidencia que las cosas nos controlan en lugar de nosotros a ellas.
SEXTO: generalmente el endeudamiento es el resultado de desorden en el manejo de nuestras finanzas e imprudencia (acompañada de auto-engaño) al creer que vamos a poder pagarla, cuando generalmente si estamos recurriendo al endeudamiento es que no tenemos capacidad de pago, principalmente cuando se trata de endeudamiento para consumo.
SEPTIMO: el que presta se hace esclavo, trabaja, para aquel que le prestó; como consecuencia, no disfruta del fruto de su trabajo, es otro el que lo hace (Prov 22:7).
OCTAVO: un error aún mayor que las deudas propias es salir de deudor de alguien más (Prov 17.18, Prov 22:26-27). No solo no disfrutamos nada de lo que pago el endeudamiento, sino que encima de todo, si la persona a la que le hicimos el favor de servirle de co-deudor no paga, nosotros lo vamos a tener que pagar, lo que implica que nosotros vamos a tener que pagar el desorden de otro.



ALTERNATIVAS PARA NO ENDEUDARNOS.
PRIMERO: cuando queremos o deseamos algo que no podemos adquirir con nuestros ingresos regulares, lo que necesitamos hacer es poner la petición delante de Dios y esperar hasta que El provea para ello, o nos lo provea directamente de alguna forma. Ello va a desarrollar nuestra paciencia y fe.
SEGUNDO: ahorrar cada cierto tiempo una cantidad (que podría ser el equivalente al pago que tendríamos que hacer si lo compráramos mediante endeudamiento). Ello va a desarrollar orden, disciplina, paciencia y fe, y seguramente, cuando tengamos ya el ahorro necesario para ello, vamos a poder adquirir el mismo producto, con un mejor desarrollo y calidad a un menor precio (el ahorro gana interés, contra el endeudamiento que paga intereses, y por ende, a la larga, el precio del artículo sale más caro).
TERCERO: ejercer la disciplina personal (dominio propio), paciencia y contentamiento mientras esperamos la provisión de Dios para ello o el tiempo en el que se complete el ahorro necesario para comprarlo al contado. Esas cualidades nos van a servir también para otras áreas de la vida, y su fruto va a ser victorias y crecimiento constante, que van a derivar en prosperidad en todos los órdenes de la vida (3 Jn 2, Sal 1:1-3).



LIBERARNOS DE DEUDAS.
Si desgraciadamente nos metimos a préstamos: hay que pagarlos y salir de ellos lo más rápido posible. No pagar, definitivamente no es una opción para los creyentes (Sal 37:21).
Liberarnos de deudas implicará necesariamente (la cosecha del error, la disciplina de Dios):
* Trabajo duro.
* Restringir nuestros gastos a lo básico solamente (apretarnos el cinturón).



COMO SALIR DE DEUDAS.
Si tiene varias deudas y ha estado pagando un poco a todas, una forma ordenada de salir de ellas podría ser, por ejemplo:
PRIMERO: ordenar las deudas de la menor a la mayor.
SEGUNDO: hacer un cronograma de pagos aplicando todo lo disponible mensualmente para pago de deudas a pagar la más pequeña, y después de esta la segunda más pequeña, y después la tercera más pequeña y así sucesivamente.
TERCERO: negociar con los acreedores (dar la cara) que no van a recibir pagos inmediatos para explicarles lo difícil de nuestra situación, y pedirles que no nos sigan cargando intereses a la deuda, o por lo menos nos rebajen el monto de los mismos, además de que esperen el pago de su capital en las fechas que determinamos en el cronograma.
CUARTO: cumplir estrictamente el cronograma pactado.
Al hacerlo de esa manera lo que estamos haciendo es aliviar la presión de los acreedores, reducir las llamadas de cobros, ir reduciendo el número de acreedores paulatinamente, y tener un horizonte (una visión) de cuando vamos a salir de las deudas realmente.




05 Mayo 2008