Arrepentimiento de obras muertas.
ENSEÑANZA No. 35.
ARREPENTIMIENTO DE OBRAS MUERTAS.
Objetivos de la enseñanza.
Mejorar nuestro entendimiento acerca del arrepentimiento y practicarlo constantemente en nuestra vida para que seamos transformados a la imagen de Cristo.
Mejorar nuestro entendimiento y convicción de que debido al valor tan alto de nuestra salvación, necesitamos vivir de una manera digna y consecuente con la fe que Cristo tiene en nosotros.
Definiciones importantes
Arrepentimiento: la palabra griega es “metanoeo” = cambio de mente (pensamientos, sentimientos y voluntad)
Obra: hecho, labor, acto.
Muerta: que carece de vida en sí misma, especialmente la de Dios.
Por lo que el arrepentimiento de obras muertas significa un cambio de manera de pensar, de actitud, de sentimientos y voluntad, en los hechos u obras que hicimos y que carecen de la vida de Dios.
Obras muertas
Son obras hechas por nosotros mismos y mediante nuestros propios medios que buscan sacar a luz nuestra propia justicia para tratar de ganar la vida eterna, la salvación y el perdón de Dios, sus bendiciones y/o su favor, pero que son ineficaces por sí mismas, pues carecen de la vida de Dios.
Son hechas por nosotros mismos, por nuestra decisión, independientemente de Dios, sin considerar Su opinión al respecto.
Esas obras, delante de Dios, por buenas que sean y aún por buenos resultados que tengan, no sirven de nada en cuanto a ganarnos la salvación, el favor de Dios y/o sus bendiciones (Mat 7:21-23, Isa 64:6).
La única solución posible para la salvación no son nuestras obras, sino solamente la salvación por gracia, que tenemos en Cristo Jesús (Rom 3:23-24, Efe 2:8-9).
Las obras que hacemos como creyentes son el resultado de nuestra nueva naturaleza (2 Cor 5:17, Efe 2.10), no para ser salvos (la fe sin obras es muerta; la fe se demuestra por los frutos, las acciones, las obras, Sant 2.17-26), no para alcanzar la salvación a través de ellas. Las obras no salvan, solo Cristo salva.
Podemos hacer cualquier obra religiosa, humanitaria, amorosa, etc., pero sólo la obra de Jesús en la Cruz del Calvario nos puede salvar
Las buenas obras, cuando las hacemos para ganar algo a cambio (espiritual, emocional y/o material), las matamos (por eso son obras muertas). Las únicas obras que tienen valor delante de Dios, y no para salvación, sino para recompensas en la vida eterna (1 Ped 1:17, 1 Cor 3:11-15), son aquellas que hacemos por amor a El, como resultado de nuestra nueva naturaleza (2 Cor 5.17) y obediencia (Efe 2.10).
ARREPENTIMIENTO DE OBRAS MUERTAS.
Objetivos de la enseñanza.
Mejorar nuestro entendimiento acerca del arrepentimiento y practicarlo constantemente en nuestra vida para que seamos transformados a la imagen de Cristo.
Mejorar nuestro entendimiento y convicción de que debido al valor tan alto de nuestra salvación, necesitamos vivir de una manera digna y consecuente con la fe que Cristo tiene en nosotros.
Definiciones importantes
Arrepentimiento: la palabra griega es “metanoeo” = cambio de mente (pensamientos, sentimientos y voluntad)
Obra: hecho, labor, acto.
Muerta: que carece de vida en sí misma, especialmente la de Dios.
Por lo que el arrepentimiento de obras muertas significa un cambio de manera de pensar, de actitud, de sentimientos y voluntad, en los hechos u obras que hicimos y que carecen de la vida de Dios.
Obras muertas
Son obras hechas por nosotros mismos y mediante nuestros propios medios que buscan sacar a luz nuestra propia justicia para tratar de ganar la vida eterna, la salvación y el perdón de Dios, sus bendiciones y/o su favor, pero que son ineficaces por sí mismas, pues carecen de la vida de Dios.
Son hechas por nosotros mismos, por nuestra decisión, independientemente de Dios, sin considerar Su opinión al respecto.
Esas obras, delante de Dios, por buenas que sean y aún por buenos resultados que tengan, no sirven de nada en cuanto a ganarnos la salvación, el favor de Dios y/o sus bendiciones (Mat 7:21-23, Isa 64:6).
La única solución posible para la salvación no son nuestras obras, sino solamente la salvación por gracia, que tenemos en Cristo Jesús (Rom 3:23-24, Efe 2:8-9).
Las obras que hacemos como creyentes son el resultado de nuestra nueva naturaleza (2 Cor 5:17, Efe 2.10), no para ser salvos (la fe sin obras es muerta; la fe se demuestra por los frutos, las acciones, las obras, Sant 2.17-26), no para alcanzar la salvación a través de ellas. Las obras no salvan, solo Cristo salva.
Podemos hacer cualquier obra religiosa, humanitaria, amorosa, etc., pero sólo la obra de Jesús en la Cruz del Calvario nos puede salvar
Las buenas obras, cuando las hacemos para ganar algo a cambio (espiritual, emocional y/o material), las matamos (por eso son obras muertas). Las únicas obras que tienen valor delante de Dios, y no para salvación, sino para recompensas en la vida eterna (1 Ped 1:17, 1 Cor 3:11-15), son aquellas que hacemos por amor a El, como resultado de nuestra nueva naturaleza (2 Cor 5.17) y obediencia (Efe 2.10).
18
Abr
2009