Intercesión.
ENSEÑANZA No. 50.
LA INTERCESIÓN.
Objetivos de la enseñanza.
Entender y practicar la intercesión como uno de los medios para relacionarnos, crecer y madurar en Dios y en Su obra, y para bendecir la vida de otras personas.
Valorar la práctica de la intercesión y de los conocimientos necesarios para desarrollarnos y perfeccionarnos en ella.
Definición.
En general, es la acción de una persona que busca, delante de otra persona, el bien de una tercera, interviniendo en su favor, de alguna manera, para conseguirle una cosa, un beneficio, el perdón, etc.
Específica y bíblicamente, es la acción que nosotros hacemos delante de Dios, por otra persona, para que Dios la bendiga de alguna manera. Es un signo de madurez y crecimiento en la vida como creyentes, porque implica salir del ensimismamiento (oración centrada en nosotros mismos y en nuestras necesidades) a la atención y el amor hacia otros.
Ejemplos bíblicos de intercesión.
Las Escrituras nos dan muchos ejemplos de intercesión, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, entre ellos:
La intercesión de Abraham ante Dios por Sodoma y Gomorra (Gen 18:23-33) para que no fueran destruidas.
La intercesión reiterada de Moisés por el pueblo de Israel en el desierto cada vez que el pueblo se rebelaba contra Dios (Exo 32:11-14, 32:21-24, 33:12-16) para que Dios les perdonara.
Samuel, Esdras (Esd 9.1-15), Nehemías (Neh 1:4-11), Daniel (Dan 9:20), etc., intercediendo delante de Dios por la restauración de la nación.
Cristo que intercede por nosotros, los santos, todo el tiempo delante de Dios, para llevarnos a alcanzar la posición que nos corresponde como hijos e hijas de Dios, para que superemos todas las pruebas y obstáculos que se nos presenten en el camino de la fe, etc. (Rom 8:34, Heb 7:25, Luc 22:31-22),
El Espíritu Santo también intercede por nosotros, los creyentes, con gemidos indecibles, cuando no sabemos como orar (Rom 8:26-27, 8:34).
Instrucciones para nosotros de interceder.
Por el ministerio de nuestras autoridades espirituales y por el de otros (Rom 15:30-33, Efe 6:18-20, Col 4:3-4) para que el Señor les abra puertas para que hablen la Palabra con denuedo y poder, que sean librados de pruebas, que su ministerio sea aceptable delante de Dios.
Por todos los santos (Efe 6:18, Col 1:9-14) para que sean llenos del conocimiento de Su voluntad, anden como es digno del Señor agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios, que sean fortalecidos con poder, dando gracias a Dios por ellos.
Por todas las personas para que sean salvas y vengan la conocimiento de Dios (1 Tim 2.1-4).
Por todas las personas que están en autoridad para que todos vivamos quieta y reposadamente (1 Tim 2.1-2) en piedad y honestidad.
Y todo ello con oraciones, rogativas, peticiones, súplicas, acciones de gracias; y con toda perseverancia, en todo tiempo, con toda oración y súplica, con gozo, dando gracias a Dios,
LA INTERCESIÓN.
Objetivos de la enseñanza.
Entender y practicar la intercesión como uno de los medios para relacionarnos, crecer y madurar en Dios y en Su obra, y para bendecir la vida de otras personas.
Valorar la práctica de la intercesión y de los conocimientos necesarios para desarrollarnos y perfeccionarnos en ella.
Definición.
En general, es la acción de una persona que busca, delante de otra persona, el bien de una tercera, interviniendo en su favor, de alguna manera, para conseguirle una cosa, un beneficio, el perdón, etc.
Específica y bíblicamente, es la acción que nosotros hacemos delante de Dios, por otra persona, para que Dios la bendiga de alguna manera. Es un signo de madurez y crecimiento en la vida como creyentes, porque implica salir del ensimismamiento (oración centrada en nosotros mismos y en nuestras necesidades) a la atención y el amor hacia otros.
Ejemplos bíblicos de intercesión.
Las Escrituras nos dan muchos ejemplos de intercesión, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, entre ellos:
La intercesión de Abraham ante Dios por Sodoma y Gomorra (Gen 18:23-33) para que no fueran destruidas.
La intercesión reiterada de Moisés por el pueblo de Israel en el desierto cada vez que el pueblo se rebelaba contra Dios (Exo 32:11-14, 32:21-24, 33:12-16) para que Dios les perdonara.
Samuel, Esdras (Esd 9.1-15), Nehemías (Neh 1:4-11), Daniel (Dan 9:20), etc., intercediendo delante de Dios por la restauración de la nación.
Cristo que intercede por nosotros, los santos, todo el tiempo delante de Dios, para llevarnos a alcanzar la posición que nos corresponde como hijos e hijas de Dios, para que superemos todas las pruebas y obstáculos que se nos presenten en el camino de la fe, etc. (Rom 8:34, Heb 7:25, Luc 22:31-22),
El Espíritu Santo también intercede por nosotros, los creyentes, con gemidos indecibles, cuando no sabemos como orar (Rom 8:26-27, 8:34).
Instrucciones para nosotros de interceder.
Por el ministerio de nuestras autoridades espirituales y por el de otros (Rom 15:30-33, Efe 6:18-20, Col 4:3-4) para que el Señor les abra puertas para que hablen la Palabra con denuedo y poder, que sean librados de pruebas, que su ministerio sea aceptable delante de Dios.
Por todos los santos (Efe 6:18, Col 1:9-14) para que sean llenos del conocimiento de Su voluntad, anden como es digno del Señor agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios, que sean fortalecidos con poder, dando gracias a Dios por ellos.
Por todas las personas para que sean salvas y vengan la conocimiento de Dios (1 Tim 2.1-4).
Por todas las personas que están en autoridad para que todos vivamos quieta y reposadamente (1 Tim 2.1-2) en piedad y honestidad.
Y todo ello con oraciones, rogativas, peticiones, súplicas, acciones de gracias; y con toda perseverancia, en todo tiempo, con toda oración y súplica, con gozo, dando gracias a Dios,
18
Abr
2009