Los tiempos de la preparación.
LOS ULTIMOS TIEMPOS DE LA HISTORIA (08).
LOS TIEMPOS DE LA PREPARACIÓN.
Mat 24:9-24 (Mar 13:9-23).
En este pasaje podemos ver claramente tres períodos de tiempo:
• La tribulación.
• La abominación desoladora.
• La gran tribulación.
La abominación desoladora de la que habló Daniel es mencionada en tres pasajes del Libro de Daniel: Dan 9:24-27, Dan 11.28-31, Dan 12.11-13.
Para que la abominación desoladora se pueda producir, debe haber sido reconstruído el Templo en la Ciudad Santa de Jerusalén y haberse restaurado los sacrificios.
Y para que ello suceda, debe haberse restaurado previamente a Israel como nación.
También hay otro pasaje en Mateo 24:37-42 que debe ser tomado en cuenta dentro de este apartado referente a las pre-condiciones para la tribulación y la gran tribulación.
El pasaje de Mateo equipara la Segunda Venida de Cristo con el diluvio.
De cuando Noé entró en el arca, la Palabra nos dice en Gen 7:1-4 lo siguiente:
UNO. Antes del diluvio, Noé entró en la barca con su familia y los animales que preservarían sus especies.
DOS. La entrada en la barca fue siete días antes que comenzara el diluvio.
TRES. La Palabra también nos dice que los tiempos de tribulación y gran tribulación duran una semana de años (7 años).
CUATRO. Noé y su familia (que equivalían a los salvos antes del diluvio) entraron una semana antes en la barca.
Por lo tanto, de estos dos pasajes podemos deducir que la iglesia parte con Cristo antes de la tribulación.
La conclusión que podemos sacar de todos estos pasajes es que para que inicie la tribulación, prosiga con la abominación desoladora y la gran tribulación se requerirá:
Uno. La restauración de Israel como nación y de Jerusalén: allí va a estar ubicado el templo en el cual se va a realizar la abominación desoladora (Ezeq 37).
Dos. Que Jerusalén, la ciudad donde debe estar el templo, sea controlada por Israel.
Tres. La reconstrucción del Templo de Jerusalén: el lugar donde se producirá la abominación desoladora.
Cuatro. La restauración de los sacrificios: van a ser eliminados por los ejércitos del anticristo cuando tomen el templo para poner la abominación desoladora.
Cinco. El arrebatamiento de la Iglesia (2 Tes 2:1-3)
LOS TIEMPOS DE LA PREPARACIÓN.
Mat 24:9-24 (Mar 13:9-23).
En este pasaje podemos ver claramente tres períodos de tiempo:
• La tribulación.
• La abominación desoladora.
• La gran tribulación.
La abominación desoladora de la que habló Daniel es mencionada en tres pasajes del Libro de Daniel: Dan 9:24-27, Dan 11.28-31, Dan 12.11-13.
Para que la abominación desoladora se pueda producir, debe haber sido reconstruído el Templo en la Ciudad Santa de Jerusalén y haberse restaurado los sacrificios.
Y para que ello suceda, debe haberse restaurado previamente a Israel como nación.
También hay otro pasaje en Mateo 24:37-42 que debe ser tomado en cuenta dentro de este apartado referente a las pre-condiciones para la tribulación y la gran tribulación.
El pasaje de Mateo equipara la Segunda Venida de Cristo con el diluvio.
De cuando Noé entró en el arca, la Palabra nos dice en Gen 7:1-4 lo siguiente:
UNO. Antes del diluvio, Noé entró en la barca con su familia y los animales que preservarían sus especies.
DOS. La entrada en la barca fue siete días antes que comenzara el diluvio.
TRES. La Palabra también nos dice que los tiempos de tribulación y gran tribulación duran una semana de años (7 años).
CUATRO. Noé y su familia (que equivalían a los salvos antes del diluvio) entraron una semana antes en la barca.
Por lo tanto, de estos dos pasajes podemos deducir que la iglesia parte con Cristo antes de la tribulación.
La conclusión que podemos sacar de todos estos pasajes es que para que inicie la tribulación, prosiga con la abominación desoladora y la gran tribulación se requerirá:
Uno. La restauración de Israel como nación y de Jerusalén: allí va a estar ubicado el templo en el cual se va a realizar la abominación desoladora (Ezeq 37).
Dos. Que Jerusalén, la ciudad donde debe estar el templo, sea controlada por Israel.
Tres. La reconstrucción del Templo de Jerusalén: el lugar donde se producirá la abominación desoladora.
Cuatro. La restauración de los sacrificios: van a ser eliminados por los ejércitos del anticristo cuando tomen el templo para poner la abominación desoladora.
Cinco. El arrebatamiento de la Iglesia (2 Tes 2:1-3)
20
Abr
2009