La apostasía y el pacto del anticristo con Israel.
LOS ULTIMOS TIEMPOS DE LA HISTORIA (17).
LOS PRIMEROS TRES AÑOS Y MEDIO DE LA TRIBULACIÓN.
LA APOSTASIA Y EL PACTO DEL ANTICRISTO CON ISRAEL.
La gran mentira: la apostasía (2 Tes 2:9-12).
La gente dejada atrás en la tierra después del arrebatamiento estará sometida y creerá “la mentira” que propagará el anticristo.
Esta mentira se hará pública.
Será una mentira gigantesca y descarada que será presentada al público con “todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”.
Nadie sabe con certeza cuál será esta mentira.
Su propósito: disminuír y desacreditar la obra de Dios en el mundo y permitir que los hombres y las mujeres sigan sus propios malos caminos.
Dan 11:30: antes de la abominación desoladora, el anticristo se aliará con muchos que abandonarán el santo pacto, es decir, la apostasía (2 Tes 2.1-3).
Claramente el Apóstol Pablo manifiesta que llegará el momento, antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo y el arrebatamiento de la Iglesia, en que muchas personas se apartarán de la fe.
Apostasía significa desertar de la verdad o partir alejándose de lo que fue dado primero. Apunta al abandono deliberado de una posición o postura profesada antes.
Este movimiento contra Dios será tan universal que se gana una designación: “apostasía”, esto es, la culminación de las crecientes tendencias apóstatas.
¿Cómo y por qué sucederá?
¿Cómo? La gente escuchará a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, porque tendrán cauterizada su conciencia. Serán hipócritas, podrán ir a la iglesia, pero no serán cristianos por esa conciencia cauterizada (la Iglesia de Laodicea, Apo 3; 2 Tim 4:1-2).
¿Por qué? Porque no soportarán la sana doctrina (querrán oír solo lo que quieren, lo que les interesa, lo que les es útil para justificar su falta de santidad, consagración, y del Señorío de Cristo sobre ellos (2 Tim 4:3-4).
Los falsos maestros rara vez existen en el vacío espiritual. Comienzan a aparecer porque las personas quieren oír y actuar basados en sus doctrinas que acarician, que le dan gusto a la carne.
Las personas carnales se juntan alrededor de una gran cantidad de maestros que dicen lo que sus oídos (carne) quieren oír.
Las condiciones para el surgimiento de la apostasía comenzarán a darse antes del arrebatamiento de la Iglesia.
Apo 2 y 3: son un cuadro de las iglesias en cada época y también un cuadro de las diferentes épocas por las que atravesará la iglesia.
Apo 3:14-19: la iglesia de Laodicea corresponde a un retrato de la Iglesia justo antes del arrebatamiento.
Sin obras, sin influencia en el mundo, sin ser luz, sal ni levadura (Mat 5:13-16, Mat 13:33).
Ni fría ni caliente, acomodada, sin pasión, dominguera, costumbrista, religiosa.
Rica, con muchos recursos materiales y humanos, dependiente de esos recursos (marketing, imagen, publicidad, edificios, métodos, éxito, liderazgo, etc.) y no de Dios (de ninguna cosa tengo necesidad: separados de Dios nada podemos hacer, Jn 15:5).
Sin una fe verdadera, vibrante (oro refinado en fuego): la verdadera riqueza del creyente es la fe.
Sin vestiduras blancas, sin santidad radical.
Sin colirio, sin revelación.
Sin celo, sin pasión, sin una posición radical, firme (diplomática)
Una cantidad grande de miembros activistas pero sin regenerar (Mat 7:21-23).
Dependiente de los dones y las manifestaciones, pero no obediente.
La Iglesia siempre ha tenido que convivir con apostasías (el diablo siempre siembra cizaña entre el trigo, Mat 13:24-30).
Muchas religiones falsas y sectas de la historia han surgido de engaños o ramas apóstatas del cristianismo: testigos de Jehová, mormones, ciencia cristiana, gnosticismo, etc.
Pero nada como en el presente: Jim Jones, davidianos, creciendo en gracia, los niños de Dios, los que esperan ovnis (arrebatamiento), los de solo Jesús, liberalismo teológico (homosexualismo y lesbianismo, evangelio social, teología de la liberación, modernismo teológico, etc.), gnosticismo, etc.
La confusión doctrinaria irá creciendo sin cesar en los últimos días llevando a muchos a apartarse de la fe.
El modernismo y el culturalismo teológico, cuyos antecedentes los podemos encontrar en la teoría de la evolución de Darwin y en el materialismo histórico de Marx, a finales del siglo XIX, fue hacia 1920 que cobraron gran fuerza, poco después de la primera guerra mundial (principio de dolores), al punto que sus simpatizantes en el campo del cristianismo se hicieron del control de los seminarios y de las denominaciones emblemáticas del movimiento evangélico de la época. Desde aquellos días la fragmentación ha sido el resultado, como nunca antes había ocurrido en la Iglesia de Cristo. Esto es una razón más para creer que la segunda venida de Cristo está cercana y podría suceder en esta generación.
El pacto del anticristo con Israel (Sal 55:20, Dan 9:26).
Este pacto será un pacto del anticristo con Israel, un pacto de paz. Con ese pacto se iniciarán los siete años de la tribulación.
El anticristo violará ese pacto a la mitad de los siete años. Con esa violación (la abominación desoladora) se inician los últimos tres años y medio de la tribulación. A este período se le conoce como la Gran Tribulación.
Este pacto podría ser derivado de la guerra del rey del norte (Rusia y sus aliados árabes) en contra de Israel.
Si no ha sucedido anteriormente, por este pacto podría ser que Israel entrara en posesión de todo el terreno del templo, eliminándose de allí, de alguna forma, el domo en la roca que es el segundo lugar más sagrado de los musulmanes, procediéndose a la reconstrucción del tempo y a la restauración de los sacrificios.
LOS PRIMEROS TRES AÑOS Y MEDIO DE LA TRIBULACIÓN.
LA APOSTASIA Y EL PACTO DEL ANTICRISTO CON ISRAEL.
La gran mentira: la apostasía (2 Tes 2:9-12).
La gente dejada atrás en la tierra después del arrebatamiento estará sometida y creerá “la mentira” que propagará el anticristo.
Esta mentira se hará pública.
Será una mentira gigantesca y descarada que será presentada al público con “todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”.
Nadie sabe con certeza cuál será esta mentira.
Su propósito: disminuír y desacreditar la obra de Dios en el mundo y permitir que los hombres y las mujeres sigan sus propios malos caminos.
Dan 11:30: antes de la abominación desoladora, el anticristo se aliará con muchos que abandonarán el santo pacto, es decir, la apostasía (2 Tes 2.1-3).
Claramente el Apóstol Pablo manifiesta que llegará el momento, antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo y el arrebatamiento de la Iglesia, en que muchas personas se apartarán de la fe.
Apostasía significa desertar de la verdad o partir alejándose de lo que fue dado primero. Apunta al abandono deliberado de una posición o postura profesada antes.
Este movimiento contra Dios será tan universal que se gana una designación: “apostasía”, esto es, la culminación de las crecientes tendencias apóstatas.
¿Cómo y por qué sucederá?
¿Cómo? La gente escuchará a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, porque tendrán cauterizada su conciencia. Serán hipócritas, podrán ir a la iglesia, pero no serán cristianos por esa conciencia cauterizada (la Iglesia de Laodicea, Apo 3; 2 Tim 4:1-2).
¿Por qué? Porque no soportarán la sana doctrina (querrán oír solo lo que quieren, lo que les interesa, lo que les es útil para justificar su falta de santidad, consagración, y del Señorío de Cristo sobre ellos (2 Tim 4:3-4).
Los falsos maestros rara vez existen en el vacío espiritual. Comienzan a aparecer porque las personas quieren oír y actuar basados en sus doctrinas que acarician, que le dan gusto a la carne.
Las personas carnales se juntan alrededor de una gran cantidad de maestros que dicen lo que sus oídos (carne) quieren oír.
Las condiciones para el surgimiento de la apostasía comenzarán a darse antes del arrebatamiento de la Iglesia.
Apo 2 y 3: son un cuadro de las iglesias en cada época y también un cuadro de las diferentes épocas por las que atravesará la iglesia.
Apo 3:14-19: la iglesia de Laodicea corresponde a un retrato de la Iglesia justo antes del arrebatamiento.
Sin obras, sin influencia en el mundo, sin ser luz, sal ni levadura (Mat 5:13-16, Mat 13:33).
Ni fría ni caliente, acomodada, sin pasión, dominguera, costumbrista, religiosa.
Rica, con muchos recursos materiales y humanos, dependiente de esos recursos (marketing, imagen, publicidad, edificios, métodos, éxito, liderazgo, etc.) y no de Dios (de ninguna cosa tengo necesidad: separados de Dios nada podemos hacer, Jn 15:5).
Sin una fe verdadera, vibrante (oro refinado en fuego): la verdadera riqueza del creyente es la fe.
Sin vestiduras blancas, sin santidad radical.
Sin colirio, sin revelación.
Sin celo, sin pasión, sin una posición radical, firme (diplomática)
Una cantidad grande de miembros activistas pero sin regenerar (Mat 7:21-23).
Dependiente de los dones y las manifestaciones, pero no obediente.
La Iglesia siempre ha tenido que convivir con apostasías (el diablo siempre siembra cizaña entre el trigo, Mat 13:24-30).
Muchas religiones falsas y sectas de la historia han surgido de engaños o ramas apóstatas del cristianismo: testigos de Jehová, mormones, ciencia cristiana, gnosticismo, etc.
Pero nada como en el presente: Jim Jones, davidianos, creciendo en gracia, los niños de Dios, los que esperan ovnis (arrebatamiento), los de solo Jesús, liberalismo teológico (homosexualismo y lesbianismo, evangelio social, teología de la liberación, modernismo teológico, etc.), gnosticismo, etc.
La confusión doctrinaria irá creciendo sin cesar en los últimos días llevando a muchos a apartarse de la fe.
El modernismo y el culturalismo teológico, cuyos antecedentes los podemos encontrar en la teoría de la evolución de Darwin y en el materialismo histórico de Marx, a finales del siglo XIX, fue hacia 1920 que cobraron gran fuerza, poco después de la primera guerra mundial (principio de dolores), al punto que sus simpatizantes en el campo del cristianismo se hicieron del control de los seminarios y de las denominaciones emblemáticas del movimiento evangélico de la época. Desde aquellos días la fragmentación ha sido el resultado, como nunca antes había ocurrido en la Iglesia de Cristo. Esto es una razón más para creer que la segunda venida de Cristo está cercana y podría suceder en esta generación.
El pacto del anticristo con Israel (Sal 55:20, Dan 9:26).
Este pacto será un pacto del anticristo con Israel, un pacto de paz. Con ese pacto se iniciarán los siete años de la tribulación.
El anticristo violará ese pacto a la mitad de los siete años. Con esa violación (la abominación desoladora) se inician los últimos tres años y medio de la tribulación. A este período se le conoce como la Gran Tribulación.
Este pacto podría ser derivado de la guerra del rey del norte (Rusia y sus aliados árabes) en contra de Israel.
Si no ha sucedido anteriormente, por este pacto podría ser que Israel entrara en posesión de todo el terreno del templo, eliminándose de allí, de alguna forma, el domo en la roca que es el segundo lugar más sagrado de los musulmanes, procediéndose a la reconstrucción del tempo y a la restauración de los sacrificios.
20
Abr
2009