Los últimos tiempos de la historia.
LOS ULTIMOS TIEMPOS DE LA HISTORIA (28).
LA BATALLA DEL ARMAGEDÓN Y LA MANIFESTACIÓN GLORIOSA.
(Mat 24:25-31, Luc 21:20-27).
Introducción.
Es el centro de la profecía bíblica y una de las doctrinas más amadas y creídas de la Biblia.
La Escritura solamente menciona más a la doctrina de la salvación que a esta doctrina, y la salvación es la única forma de prepararse para Su Venida.
En Su Segunda Venida, Jesús volverá físicamente a esta tierra a juzgar a Sus enemigos, establecer Su Reino, y reinar sobre la tierra por mil años.
Terminará el tiempo de satanás para engañar a la humanidad e introducirá el reino de paz de Cristo en la tierra.
También conocida como "La Parusía".
El NT está lleno de alusiones y firmes promesas sobre un regreso personal de Cristo a la tierra.
En los Evangelios el Señor mismo lo menciona: Mat 16:27, Mat 24:42, Luc 12:40, Jn 14:31.
Esto era esperado por todos los que creyeron en El, como se demuestra en la predicación de los apóstoles después de la resurrección: Hch 3:21, 2 Ped 3:4, 9-10, 1 Cor 15:25, 1 Tes 1:9-10, 1 Tes 3:13, 1 Tes 5:2, Heb 9:28, Sant 5:7.
El Apocalípsis está lleno de cuadros proféticos que anuncian el regreso de Cristo, y termina con una ratificación de esa promesa (Apo 22:20).
Jerusalén rodeada de ejércitos (Luc 21:20-27).
Los que estén en Judea huyan a los montes y los que estén en medio de ella, váyanse y los que estén en los campos no entren en ella.
Habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo.
Caerán a filo de espada.
Serán llevados cautivos a todas las naciones.
Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mat 24:25-31):
El sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del cielo.
Angustia de la gente, confundida a causa del bramido del mar y de las olas.
Desfallecerán los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra.
Las potencias de los cielos serán conmovidas.
Aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo.
Lamentarán todas las tribus de la tierra.
El Hijo del Hombre vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Enviará a Sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
El retorno.
Será público, evidente y sin estar restringido a un grupo.
Hch 1:9-11: los ángeles dejaron en claro que nuestro Señor vendrá de la misma manera en que los apóstoles lo vieron irse, física y visiblemente, y con las nubes.
Bajará en la misma montaña desde la cual fue elevado, el Monte de los Olivos (Zac 14:3-5).
Estará acompañado de lamentos de parte de todas las tribus o naciones de la tierra.
El lamento de la tristeza por parte de la nación judía que por tanto tiempo rechazo a Cristo como su Mesías (Zac 12:10-12).
El lamento de desesperación de parte de los impíos que lo rechazaron como Rey, aún cuando El apareció en el cielo
La batalla.
Apo 19:11-21 proporciona unos detalles dramáticos de este acontecimiento único.
La batalla de ese gran día de Dios Todopoderoso (Apo 16:14) en realidad consiste por lo menos de cuatro campañas y se esparce por casi toda la tierra de Palestina. El Señor
Isa 63:1-6: primero va a Edom a rescatar a Israel de la mano del anticristo. Ahí mancha Su ropa con la sangre de Sus enemigos.
Apo 16:12-16: luego va al valle de Meguido donde derrota a muchos ejércitos del mundo.
Joel 3:1-2, 9-17, Apo 14:14-20: enseguida derrota a la mayor parte de los restos de las fuerzas del anticristo en el valle de Josafat.
Zac 12:1-9, Apo 16:17-21: finalmente va a Jerusalén para derrotar a la guardia del anticristo que intentará borrar a la Ciudad Santa.
El mundo nunca será el mismo después de la Manifestación de la Gloria de Cristo.
Después que destruya los ejércitos del anticristo en los montes de Israel encadenará a Satanás en el abismo sin fondo durante el milenio (Apo 20.1-3).
Un ángel descenderá del cielo con la llave del abismo insondable y una gran cadena en su mano.
Apresará a satanás, lo atará con la cadena, lo echará al abismo insondable.
Lo encarcelará allí y pondrá un sello sobre su celda para que no engañe más a las naciones.
Juzgará a las naciones del mundo conforme a la manera en que trataron a Su pueblo escogido (Mat 25).
Finalmente, introducirá un tiempo de paz que los hombres y las mujeres de buena voluntad han anhelado por siglos: el Reino Milenial.
LA BATALLA DEL ARMAGEDÓN Y LA MANIFESTACIÓN GLORIOSA.
(Mat 24:25-31, Luc 21:20-27).
Introducción.
Es el centro de la profecía bíblica y una de las doctrinas más amadas y creídas de la Biblia.
La Escritura solamente menciona más a la doctrina de la salvación que a esta doctrina, y la salvación es la única forma de prepararse para Su Venida.
En Su Segunda Venida, Jesús volverá físicamente a esta tierra a juzgar a Sus enemigos, establecer Su Reino, y reinar sobre la tierra por mil años.
Terminará el tiempo de satanás para engañar a la humanidad e introducirá el reino de paz de Cristo en la tierra.
También conocida como "La Parusía".
El NT está lleno de alusiones y firmes promesas sobre un regreso personal de Cristo a la tierra.
En los Evangelios el Señor mismo lo menciona: Mat 16:27, Mat 24:42, Luc 12:40, Jn 14:31.
Esto era esperado por todos los que creyeron en El, como se demuestra en la predicación de los apóstoles después de la resurrección: Hch 3:21, 2 Ped 3:4, 9-10, 1 Cor 15:25, 1 Tes 1:9-10, 1 Tes 3:13, 1 Tes 5:2, Heb 9:28, Sant 5:7.
El Apocalípsis está lleno de cuadros proféticos que anuncian el regreso de Cristo, y termina con una ratificación de esa promesa (Apo 22:20).
Jerusalén rodeada de ejércitos (Luc 21:20-27).
Los que estén en Judea huyan a los montes y los que estén en medio de ella, váyanse y los que estén en los campos no entren en ella.
Habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo.
Caerán a filo de espada.
Serán llevados cautivos a todas las naciones.
Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mat 24:25-31):
El sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del cielo.
Angustia de la gente, confundida a causa del bramido del mar y de las olas.
Desfallecerán los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra.
Las potencias de los cielos serán conmovidas.
Aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo.
Lamentarán todas las tribus de la tierra.
El Hijo del Hombre vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Enviará a Sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
El retorno.
Será público, evidente y sin estar restringido a un grupo.
Hch 1:9-11: los ángeles dejaron en claro que nuestro Señor vendrá de la misma manera en que los apóstoles lo vieron irse, física y visiblemente, y con las nubes.
Bajará en la misma montaña desde la cual fue elevado, el Monte de los Olivos (Zac 14:3-5).
Estará acompañado de lamentos de parte de todas las tribus o naciones de la tierra.
El lamento de la tristeza por parte de la nación judía que por tanto tiempo rechazo a Cristo como su Mesías (Zac 12:10-12).
El lamento de desesperación de parte de los impíos que lo rechazaron como Rey, aún cuando El apareció en el cielo
La batalla.
Apo 19:11-21 proporciona unos detalles dramáticos de este acontecimiento único.
La batalla de ese gran día de Dios Todopoderoso (Apo 16:14) en realidad consiste por lo menos de cuatro campañas y se esparce por casi toda la tierra de Palestina. El Señor
Isa 63:1-6: primero va a Edom a rescatar a Israel de la mano del anticristo. Ahí mancha Su ropa con la sangre de Sus enemigos.
Apo 16:12-16: luego va al valle de Meguido donde derrota a muchos ejércitos del mundo.
Joel 3:1-2, 9-17, Apo 14:14-20: enseguida derrota a la mayor parte de los restos de las fuerzas del anticristo en el valle de Josafat.
Zac 12:1-9, Apo 16:17-21: finalmente va a Jerusalén para derrotar a la guardia del anticristo que intentará borrar a la Ciudad Santa.
El mundo nunca será el mismo después de la Manifestación de la Gloria de Cristo.
Después que destruya los ejércitos del anticristo en los montes de Israel encadenará a Satanás en el abismo sin fondo durante el milenio (Apo 20.1-3).
Un ángel descenderá del cielo con la llave del abismo insondable y una gran cadena en su mano.
Apresará a satanás, lo atará con la cadena, lo echará al abismo insondable.
Lo encarcelará allí y pondrá un sello sobre su celda para que no engañe más a las naciones.
Juzgará a las naciones del mundo conforme a la manera en que trataron a Su pueblo escogido (Mat 25).
Finalmente, introducirá un tiempo de paz que los hombres y las mujeres de buena voluntad han anhelado por siglos: el Reino Milenial.
04
Jun
2009