Santidad y salvación.
Uno de los significado del Señorío de Cristo (Rom 10:8-10): la santidad.
Introducción.
Sin santidad nadie verá al Señor (Heb 12:14).
La santidad es un proceso que comienza el día en que confesamos el Señorío de Cristo y concluye hasta el día de Jesucristo (Fil 1:6).
Por lo tanto, sin santidad creciente no hay salvación.
El llamado a la santidad.
Como personas que han aceptado el Señorío de Cristo (Rom 10:8-10) somos hijos e hijas de Dios (Jn 1:12).
Como hijos e hijas de Dios tenemos su ADN para ser semejantes a El (2 Ped 1:4).
Como hijos e hijas de Dios tenemos un llamado a ser santos (1 Ped 1:15-16).
La santidad no es una opción, es un mandamiento y una necesidad.
Santidad significa cuatro cosas.
* Propiedad (Deut 26:18-19, 1 Ped 2:9).
* Obediencia (Deut 7:6-11).
* Servicio (Exo 28:35-36, 1 Ped 2:9, Mar 10:42-45).
* Ausencia de pecado (1 Ped 1:13-16, Efe 4:22-32).
La santidad es un trabajo conjunto entre Dios y nosotros.
Nosotros nos esforzamos en hacer nuestra parte: el conocimiento y la obediencia a la Palabra (Col 1:10, 1 Ped 1:13-16).
Dios nos ayuda a alcanzar la meta (1 Tes 5:23, Fil 1:6).
Pero el proceso comienza con nosotros. Es nuestra responsabilidad (Heb 12:1-4).
La consecuencia de la santidad: la bendición (Deut 7:6-15, Mat 6:33, Sal 91:1-2, Sal 91:9).
Conclusión.
Necesitamos buscar la santidad, no las bendiciones (ellas nos vendrán como consecuencia de la santidad).
Necesitamos incrementar los estándares de obediencia a la Palabra en nuestra vida (Col 1:10).
Necesitamos impactar al mundo con nuestro estilo de vida para causar un impacto en el mundo con un estilo de vida diferente (Mat 5:13-16)
Introducción.
Sin santidad nadie verá al Señor (Heb 12:14).
La santidad es un proceso que comienza el día en que confesamos el Señorío de Cristo y concluye hasta el día de Jesucristo (Fil 1:6).
Por lo tanto, sin santidad creciente no hay salvación.
El llamado a la santidad.
Como personas que han aceptado el Señorío de Cristo (Rom 10:8-10) somos hijos e hijas de Dios (Jn 1:12).
Como hijos e hijas de Dios tenemos su ADN para ser semejantes a El (2 Ped 1:4).
Como hijos e hijas de Dios tenemos un llamado a ser santos (1 Ped 1:15-16).
La santidad no es una opción, es un mandamiento y una necesidad.
Santidad significa cuatro cosas.
* Propiedad (Deut 26:18-19, 1 Ped 2:9).
* Obediencia (Deut 7:6-11).
* Servicio (Exo 28:35-36, 1 Ped 2:9, Mar 10:42-45).
* Ausencia de pecado (1 Ped 1:13-16, Efe 4:22-32).
La santidad es un trabajo conjunto entre Dios y nosotros.
Nosotros nos esforzamos en hacer nuestra parte: el conocimiento y la obediencia a la Palabra (Col 1:10, 1 Ped 1:13-16).
Dios nos ayuda a alcanzar la meta (1 Tes 5:23, Fil 1:6).
Pero el proceso comienza con nosotros. Es nuestra responsabilidad (Heb 12:1-4).
La consecuencia de la santidad: la bendición (Deut 7:6-15, Mat 6:33, Sal 91:1-2, Sal 91:9).
Conclusión.
Necesitamos buscar la santidad, no las bendiciones (ellas nos vendrán como consecuencia de la santidad).
Necesitamos incrementar los estándares de obediencia a la Palabra en nuestra vida (Col 1:10).
Necesitamos impactar al mundo con nuestro estilo de vida para causar un impacto en el mundo con un estilo de vida diferente (Mat 5:13-16)
08
Jul
2009